Capítulo 14

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Capitulo 14

Laura

Present Time

Tan pronto como el timbre sonó, me vi en la obligación de levantarme y salir de mi cómoda posición sobre David, que aun no abandonaba mi cuerpo y me negaba a que lo hiciera. Pero no me quedo otra alternativa que tomar camino hasta la puerta, cuando volvieron a presionar el botón. Tomé una bata de levantar que estaba de paso, colgada a un costado del pasillo, me ordené con las manos un poco el pelo, que a pesar de estar algo corto, después del derroche de pasión, estaba completamente rebelde y con justa razón. Me enfile hasta llegar al pomo de la puerta, con una sensación de angustia indescriptible, que nada tenía que ver con lo vivido hacia unos minutos en la habitación, como presintiendo lo que estaba por ocurrir.

Antes de poner el ojo en la mirilla y comprobar por mis propios medios de quien se trataba, di un respiro y cerré los ojos como relajando el nudo que se había alojado en mi estomago .

Entonces recién abrí la puerta.

-Hola Laura- Martin de planta en mi puerta, con un aspecto un tanto desastroso y con una mirada un tanto perdida, parecía que no había dormido en semanas.

-Hola- me limité a decir, aun afirmando el pomo de la puerta apoyando parte de mi paso en la cara de la puerta que daba hacia el interior del departamento.

-Lo siento, si te he despertado, pero en vista que no me cogías las llamadas que te he hecho en lo que va de la tarde y ayer no has querido seguir hablándome por el móvil, pensé en ver si estabas por casa y aclarar las cosas entre nosotros, tu mejor que nadie sabe que eso de llevar muchos días peleados no algo que me mole- Martín me había llamado mientras David y yo estábamos en pleno aspaviento de amor y ni cuenta me había dado, ni siquiera recordaba donde había puesto el móvil, después de hacernos las fotos.

-Ya... bueno, es que ahora mismo no te puedo atender Martín, estoy un tanto ocupada, tal vez si vuelves en otro momento, lo hablamos con calma- Dije tratando de que no se me notara el nerviosismo por la situación y buscando de que cualquier manera que se fuera ya.

Pero Martin no pretendía rendirse tan fácil y lo que vendría a continuación, se alejaba de toda pesadilla que yo tuviera en mente o de cualquier situación parecida que hubiese vivido antes.

Lentamente se acercó a mi, hasta quedar pegado casi por completo a mi cuerpo, separados únicamente por el pedazo de puerta en el que se apoyaba mi abdomen hasta la mitad. Sacó un cuchillo de la manga de jersey y lo puso a la altura de mi mentón haciendo presión sobre esa zona.

-¡Que me dejes entrar coño!- dijo en un tono bajo, pero muy violento.

No tuve tiempo de hacer ni decir nada, el miedo me paralizó y se me heló la sangre, solo podía pensar en que David estaba acostado en la cama prácticamente desnudo, solo cubierto con la manta que le había puesto antes de salir de la habitación, por si era alguna de mis amigas y me viera en la obligación de hacerle pasar.

-¿Laura?- Se le oyó perfectamente a decir a David...Yo seguía callada, aterrada por lo brusco de los actos de Martín, sabía que no responder iba a encender las alarmas sus alarmas y era lo ultimo que quería, si algo iba a pasar a toda costa quería que solo me afectara a mi y que él nada tuviera que ver. En ese minuto me preguntaba por que no le había echado el seguro a la puerta, o porque no me había quedado en sus brazos, o miles de otra situaciones en las que evitara que cualquier situaciones lo expusiera demasiado.

-¿Ocupada?, ¿A qué es el inútil ese? ¿A qué si verdad?- me susurraba de manera hostil y las lagrimas me inundaban los ojos y no hacia otra cosa que temblar.

Hoy sale el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora