Capítulo 21

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Capitulo 21

Present Time

David

Iban  a ser las tres de la madrugada y seguía sin poderme dormir, caminaba de un lado a otro, sin encontrar sosiego, Laura se casaba.

Con otro, con alguien que no era yo, y ciertamente no podía ser yo, yo ya estaba casado o cazado.

Se la veía feliz, radiante, luciendo su anillo y mi egoísmo no me dejaba no pensar en nuestros anillos. Una estupidez a estas alturas, pero cierto era que no podía sacarme de la cabeza su mirada llena de ese brillito tan de Laura cuando algo le volvía loca y al parecer su chico estaba llenando todas sus expectativas.

Y yo no podía evitar sentir celos.

Tenia un nudo en la garganta y tosía constantemente para poder alivianar el malestar.

Sabia de sobra que mi mujer me miraba desde la habitación, yo había estado con un mal humor todo el día, y la chica no era tonta algo intuía pero preferí hacer como si la cosa no fuera conmigo, pero desconectado y lo que sigue estaba atormentado, desesperado, ansioso, nervioso, inquieto y todos los sinónimos que le hicieran juego a la ocasión.

Cerraba los ojos los pocos segundos que tenia a solas y no podía dejar de pensar en ella. Era una locura pero me moría de ganas de verla. Entonces tuve, no si una buena o mala idea...

-¿A donde vas? –oí desde la sala.

-Voy al estudio, no me puedo dormir ahora mismo, hace muchísimo calor- dije a la carrera queriendo que nada de lo que tenia en la cabeza se me fuera a escapar.

-Ok, pero si vas a volver tarde duerme abajo por favor, no quiero ruidos a estas horas-  Vaya, eso si no lo vi venir, pero tampoco es que yo tuviera muchas ganas de dormir.

Necesitaba desahogarme y llamar a Ito a esta horas era para que me echara la bronca y de paso el tío listo se diera cuenta del porqué de mi llamada.

-Bien Muchacho, tu sigue así que las estas cagando pero bien- me reñía a mi mismo por las locuras que estaba haciendo.

Tenia tantas ganas de verla, de oírla, de olerla, de que me dijera que todo esto era una broma, un mal sueño, pero sabía que no era así.

Entré en el estudio y vi ordenador encendido, no pude resistir la tentación de entrar en la internet y buscarla.

Ahí estaba radiante con su traje blanco de dos partes, uñas rosas, su sonrisa lo iluminaba todo, ese tipo se lo cría ni el mismo, la suerte que estaba teniendo al llevarse a la mejor mujer del planeta.

Sentía celos, quien era, y por qué Laura se había fijado en él.

No me sacaba la pregunta de la cabeza, ya no era mía, ya no podría salir corriendo a sus brazos cuando algo no saliera mal, o cuando estuviera loco de contento y no supiera a quien decírselo, pero ese derecho de estar en su vida hace mucho yo lo había perdido y no podía culparla, yo en vez de acercarla a mi después de irse, todo lo que hice fue empeorar las cosas y ella se merecía cada segundo de felicidad que estaba teniendo, pero me angustiaba el hecho de que nunca mas volvería besarla o sentirla cerca.

Muchas noches que pasaba fuera de casa, en hoteles o en aviones, me ponía a pensar en ella, y no dormía de tanto extrañarla, me ponía malo de pensar que había otro durmiendo a su lado y me volvía a despertar a media noche buscándola en mi cama y solo había un vacío.

Él ahora llenaba todo en su mundo, a él le dedicaban canciones de amor y ciertamente le decían te quiero, cosas que me moría por volverla a oír diciéndomelas a mi.

Hoy sale el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora