II

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Nueva Orleans, Luisiana.


Actualidad.

-- ¡Dios santo, Shawn! -- Exclamó una voz femenina al otro lado de la habitación. Una esbelta rubia amazona entró en la oficina y se sentó en una silla cerca de él--. De verdad que necesitas dejar de jugar con tus computadoras y experimentos y volver a salir como hacías antes.

Él cerró los documentos que utilizaba en su portátil y miró a su amiga por encima del monitor. Se levantó de la silla y estiró sus brazos. La rubia observó cómo los músculos del castaño se tensaban contra la camisa y sonrió de lado.
Shawn se dirigió hasta una bandeja de plata donde se encontraba una botella de Jack Daniel's y unos cuantos vasos de cristal. Sin antes preguntar si su compañera deseaba un trago, vertió en dos vasos la bebida y luego se acercó hasta ella y se la entregó. La rubia sonrió y se cruzó de piernas.

-- ¿Necesitas algo? -- Espetó él. Ella arqueó una ceja e hizo una expresión haciéndose la ofendida.

--Qué forma de recibir a una dama, Shawn --hizo un mohín y miró como tomaba otro trago--. No necesito nada en absoluto, ¿es que no puedo visitar a mi amigo?

Él se encogió de hombros y volvió a tumbarse en la silla de cuero, esta vez viéndola--. No siempre, recuerdo la última vez que viniste... ambos terminamos follando como conejos.

Hailey sintió sus mejillas arder y mordió su labio. Tomó otro trago y desvió la mirada--. Odio cuando usas esas palabras, puedes utilizar otras menos... ofensivas. Además acordamos que no volveríamos hablar de eso y en mi defensa, puedo decir que ambos estábamos lo suficientemente borrachos como para pensarlo.

Shawn rió y reposó el vaso en su escritorio.

-- ¿Por qué no me sorprende verte las veinticuatro horas del día metido en esta oficina? -- Preguntó la rubia arreglando su cabello con sus largas uñas de color beige y tomando un trago.

-- ¿Por qué no me sorprende que hayas entrado a mi oficina sin tocar antes la puerta? -- Respondió irónico, mirándola.

--Te he estado diciendo que necesitas descansar. Deberías dejar de trabajar en... lo que sea que hagas y tomar vacaciones --sugirió ella--. La navidad se acerca.

Vacaciones de navidad... si tan solo pudiese tomarse unas vacaciones lo haría sin pensarlo dos veces. Pero trabajaba en un nuevo proyecto "súper secreto" como solía decirle Hailey, y no tomaba muchos descansos para terminar con él lo antes posible. ¿Cómo pretendía ella que tomara unas vacaciones, cuando estaba bajo presión por trabajar con el gobierno de los Estados Unidos?, posiblemente le matarían si no terminaba su proyecto pronto. Llevaba ya seis meses trabajando con ellos, y su gente comenzaba a colmarle la paciencia.

Cada semana llamaban preguntando las mismas malditas cosas, sobre si había avanzado en su proyecto y cada semana y él  volvía a darles las mismas respuestas.

Shawn miró a su amiga, quien lo observaba como si quisiese leer sus pensamientos. Bufó y bebió de su vaso.

--Quiero terminar con esto, no tengo tiempo para vacaciones ni nada por el estilo --contestó serio. Su amiga rodó los ojos y chasqueó la lengua.

--Te aseguro que hasta una piedra tiene más vida social que tú --dijo ella burlona. Shawn se rió ante el comentario y negó con su cabeza.

--Te aseguro que una piedra no tiene una amiga tan fastidiosa como tú --ella dejó ver una fina hilera de dientes blancos cuando sonrió y pasó una mano por su cabellera rubia --. ¿Puedes decirme de una vez qué quieres?

Hailey dejó el vaso de cristal en el escrito de Shawn y luego soltó un suspiro.

--Quiero que hables con el asqueroso de tu amigo Geoff. Contando hoy, es la quinta vez que me toca el trasero "por accidente" --alzó la barbilla--. Terminará con un ojo morado si no le dices que no quiero nada con él.

Shawn rió. Geoff podía ser un profesional en su trabajo, pero a la hora del sexo y de las mujeres era un completo idiota, sobre todo con Hailey, ninguna mujer antes le había rechazado un polvo y eso hacía que su fijación hacia ella creciera cada vez más.

--No creo que eso ayude mucho --ella bufó e hizo una mueca--. La única forma para que te deje en paz es que...

--No me acostaré con él --cortó ella--, ni porque fuera el único hombre del mundo lo haría.

--Actúas como una niña, sino te conociera pensaría que te gusta --ella se hizo la ofendida y lo fulminó con la mirada.

--Ni hablar --rodó los ojos y cambió de tema--. Walter está preocupado por ti, no has tenido un respiro desde hace mucho tiempo. Me dijo que debía intentar convencerte en tomar algunas vacaciones, pero le había advertido que te negarías --suspiró.

--Tuviste toda la razón, no tomaré vacaciones por el momento --aseguró.

La rubia miró el reloj de pared. Hizo una mueca y se levantó, Shawn observó cómo se arreglaba la falda y buscaba algo en su cartera.

--Tengo que irme, te traje una cosa para que te relajes y termines ese insoportable proyecto. Puedes considerarlo como un regalo de navidad por adelantado.

--Estas últimamente muy afectuosa --bromeó Shawn. Hailey le entregó una bolsa plástica, él la miró curioso y sacó su contenido. Alzó una ceja al ver que era un CD.

--Sus canciones son buenas y además te relajan --rodeó el escritorio, le plantó un beso en la mejilla izquierda y salió de la habitación con una sonrisa.

Shawn repasó los bordes del CD con su dedo índice y observó a la mujer en la portada. Tenía un rostro hermoso y un cabello castaño que caía en ondas por sus hombros. Unos ojos caoba casi hipnotizadores que te hacían perderse en ellos y una boca exuberante, rosada y carnosa. Shawn sintió la necesidad de poder saborear aquellos labios que se veían tan tentadores. Acarició la portada y observó el resto del cuerpo de la mujer, tenía unas curvas suaves y femeninas, y por el escote del vestido pudo ver que tenía unos pechos redondos y de buen tamaño, no eran pequeños pero tampoco eran exageradamente grandes, sólo de buen tamaño. En resumen, podría decir que aquella mujer era hermosa y le había despertado cierto interés.

Miró el nombre de la cantante y abrió sus ojos por la sorpresa: Criss Cassidy. Ese apellido. Estaba más que seguro que ese nombre y apellido pertenecía a la hija de John, la pequeña Criss. Tragó saliva y volvió a mirar el nombre de la mujer para asegurarse de lo que leía.

Frunció el ceño y abrió su portátil. Entró en el buscador y escribió el nombre en él. A los segundos miles de resultados salieron en su pantalla, desde fotos de los conciertos de ella, hasta su biografía. Era la hija de John, era ella. La pequeña e inocente Criss. Era un poco desconcertante volver a verla pero esta vez hecha todo una mujer. Una sensual mujer, pensó él mientras seguía viendo las fotos que salían en su portátil y unos cuantos vídeos.

Se levantó de la silla e introdujo el CD en su estéreo, segundos después se escuchó una suave melodía de un piano seguida por una voz de casi celestial. Shawn se
sorprendió ante la idea de que la hija de John hubiese elegido una carrera tan... diferente a lo que creía que llegaría ser algún día. Siempre se imaginó que John la obligaría a estudiar derecho o a ser política cuando creciera.

La sensual y suave melodía de su voz seguía sonando y Shawn se perdió en su propio mundo cada vez más y más. Era como si aquellas canciones fuesen de un tipo de sirena que lo dejaba completamente hechizado hasta hacer que sus neuronas se apagaran por completo. Cerró los ojos por unos momentos y se dejó relajar hasta que el CD casi llegó a su fin. De repente los abrió y se le ocurrió algo. Volvió a acercarse hasta su portátil, vio de nuevo una foto de la chica y sonrió.

Ya estaba seguro lo que quería para navidad. Quería a Criss Cassidy, y gracias a los secretos que él conocía de su padre... lo conseguiría.




Un mes de placer - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora