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Toronto, Canadá.

Cuatro días después.

--Déjame ver si entendí –se detuvo un momento, analizando cada palabra de la información que acaba darle su padre--, después de 10 años, Shawn de pronto se reúne contigo... ¿y te amenaza? – Preguntó Criss un poco aturdida.

--Ese hombre es un infeliz –gruñó John mientras se servía otro trago.

--Lo has dicho en los últimos años –comentó Criss en voz baja.

Miró a su padre y frunció el ceño al observar como apretaba su mandíbula. Había vuelto de su agotadora y larga gira por Europa de seis meses y cuando había creído estar en total descanso y armonía, volvió a Toronto y recibió un mensaje de su padre pidiendo que se encontraran lo más pronto posible. En ese momento supo que sus vacaciones se habían acabado por completo.

Le dio crédito a las palabras de su padre sobre que Shawn era un infeliz. Lo había comprobado con el pasar de los años con todos los rumores que había logrado escuchar -aunque por un tiempo no había creído- cuando él había tenido éxito en su carrera como un reconocido científico. Pero sin duda, él era uno de los científicos más jóvenes y atractivos que conocía.

Criss frunció levemente el ceño cuando no le encontró razón a la historia. Había algo que su padre no le había dicho.

--Hay algo que no entiendo –comenzó a decir --. ¿Por qué te habría de amenazar Shawn? No has hecho nada para... –la mirada culpable de John lo delató. Criss abrió sus ojos–. Papá, ¿hay algo que no me has dicho?

John pasó su mirada por su vieja oficina y aquel lugar volvió a su mente en un mar de recuerdos. Pasó una mano por sus cabellos blancos y tragó saliva. Estaba consciente de que la relación que tenía con su hija no era muy sólida y estaba seguro que después de lo que le diría empeoraría aún más.

--Yo... robé dinero de la familia y culpé a Shawn –exhaló cuando vio la expresión de su hija–. Prácticamente lo boté de nuestra casa, dejándolo sin nada, y también... he estafado a algunas personas.

La sangre abandonó el rostro de Criss. Se levantó del asiento y miró perpleja a su padre, quien apartó la mirada. En aquel momento la adolescente enamorada quería salir de ella y golpear a su padre por haber hecho que Shawn se fuera de su casa. Respiro hondo y volvió a mirarlo.

--No puedo creer que hayas hecho eso –dijo aun sorprendida–. Pero... ¿cómo es que él tiene más poder sobre ti? Digo, serás Senador, has tenido cargos importantes. Tienes influencias.

John cruzó sus dedos encima del escritorio.

--He perdido algunas de mis amistades y él trabaja ahora con el gobierno. Tiene muchos contactos y chantajearme no le será difícil.

Criss asintió con su cabeza.

--Tengo que admitir que aún sigue siendo un chico inteligente y brillante –reconoció.

--Sí. Sin duda que siguió los pasos de sus padres –medio sonrió y volvió a sentarse aún un poco aturdida por la confesión de su padre.

--Sin embargo, durante el tiempo que pasó conmigo era muy testarudo y no obedecía a mis ordenes. Era muy independiente, eso era algo que odiaba de él –resopló John.

Y de mí también, supongo, pensó ella.

Su padre la miró visiblemente preocupado por la amenaza y las consecuencias que podrían causarle a él y posiblemente a ella. Criss apoyó sus manos en el escritorio y movió sus dedos.

--Hay una última cosa que no me encaja. ¿Qué tengo que ver yo en esto? Es decir, supongo que él quiere algo a cambio de no hablar.

-- ¿Es que aún no te lo he dicho? – Preguntó John. Ella negó con su cabeza rápidamente y entrecerró los ojos esperando su respuesta–. Es a ti a quien quiere, Criss. Te quiere con él por un mes y me dio una semana para que el trato se cumpliera. Ya han pasado cuatro días, solo quedan tres, así que todo depende de ti.






Un mes de placer - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora