XVI

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Luego de que terminaran de comer, ambos se dieron una ducha para quitar los restos de harina y chocolate de sus cuerpos. Todo su cuerpo se estremecía con tan solo pensar en Shawn, simplemente al pensar en su nombre sentía un gran impulso de suspirar como lo había hecho en su adolescencia mientras lo espiaba al cambiarse la camisa en su habitación o cuando se imaginaba como se sentiría besarlo. Casi rió al recordar su adolescencia, era sumamente estúpida, no cabía duda alguna.

Criss metió un puñado de palomitas a su boca y miró con detenimiento cada escena de la película en la televisión.

La película de suspenso reclamaba mucho de su atención y se sentía totalmente a gusto de poder verla. Demonios. La última vez que había visto una había sido un año antes de que hubieran lanzado su primer disco al mercado. Luego de eso, no había tenido tiempo para hacerlo.

Observó a la protagonista tomar un cuchillo de su cocina y entrar al sótano para "investigar" el sonido proveniente del lugar. Criss negó con su cabeza ante la estupidez de la chica y sentía la necesidad de golpearla, si tan solo pudiera...

La chica se detuvo cuando su móvil comenzó a sonar y contestó para advertir a su novio sobre lo ocurrido. Los ojos de la castaña estaban tan abiertos como dos bolas de golf y mordía su labio mientras la chica abría un viejo armario para encontrar nada.

La molesta música de fondo le ponía los pelos de punta y sus nervios aumentaron, la protagonista estaba segura que no había nada y justo cuando salía de la habitación, el asesino la agarró por el cuello y clavó un cuchillo profundamente en su vientre. Gritó fuertemente mientras caía en el piso y el asesino la estrangulaba con sus grandes manos.

Criss saltó del sofá esparciendo algunas palomitas en el suelo.

-- ¡Sabía que pasaría eso! –exclamó eufórica. –Qué idiota, tenía que ser rubia –bufó y volvió a sentarse.

-- ¿Tienes algo en contra de las rubias? –preguntó Shawn a su lado, ¡se había olvidado de él! Estaba tan absorta en la película que no recordaba su presencia.

--No, en absoluto, solo que conozco muchas que son estúpidas –señaló a la protagonista, ya muerta. –Sólo mírala, ¿quién entra en su sótano para ver qué o quién está? --resopló fastidiada. –Yo correría y llamaría a la policía.
Shawn rió y rodeó sus hombros con un brazo.

--Vale, tranquila. Sólo es una película.

--Una donde la protagonista tiene los pechos más grandes que su cerebro.

--Me gusta como es.
Ella lo miró con las cejas arqueadas.

--Típico, les gustan solo las de pechos gigantes pero sin nada en su cabeza, ¿no es cierto?

--Tengo que admitir que esa actriz es sexy, tengo una debilidad por las actrices rubias –confesó él. Criss frunció el ceño.

--Pero... –continuó él. –También me gustan las cantantes con cabello castaño. Sobre todo las que se llaman Criss Cassidy.

Ella sonrió y se inclinó para besarlo. Él la levantó y la sentó a horcajadas en su regazo, acariciando su cuello con el puente de su nariz.

--No quiero seguir viendo esta película –murmuró él cerca de su oído. –Prefiero calentarme el cuerpo un rato.

--Sólo piensas en sexo, ¿cierto?

--Sólo cuando tú estás cerca –besó su barbilla y subió la camisa de su chica.

Besó su pecho y subió de nuevo hasta sus labios para darle un beso que la dejó sin aliento. Sus besos eran tan adictivos que podía hacerlo todo el día sin parar. La recostó en el sofá y se colocó sobre ella, bajó sus manos por todo su cuerpo acariciándola, jamás siendo suficiente para él.
Nunca se cansaría de sentir su suave y cremosa piel en sus manos, nunca se fastidiaría de besar sus labios y entrar en su cuerpo una y otra vez. No le era nunca suficiente de ella.
Lamió su cuello y chupó la sensible piel de ahí. Justo cuando comenzaba a despojarla de su ropa, sonó el timbre. Soltó una maldición y se apartó a regañadientes. El sonido del timbre se escuchó nuevamente.

-- ¡Ya voy!

Abrió la puerta y se encontró con un hombre de unos treinta y cinco años y un poco más bajo que él. Shawn pasó su mirada por la ropa negra que llevaba puesta y sintió la necesidad de cerrarle la puerta en la cara.

--Blair.

--Señor Mendes –saludó Jack con ese tono de voz molesto que tenía.

-- ¿A qué se debe tu visita?

-- ¿Está usted ocupado? Sólo le quitaré algunos segundos.

Shawn miró a Criss, quien seguía en el sofá con su cabellera un poco alborotada y su ropa arrugada. Estaba tan tentadora con el chupón que él le había hecho en el cuello.

--Estaba en algo, prefiero hablar aquí mismo.

Jack endureció su mandíbula y soltó una fuerte exhalación.

--El Coronel me ha enviado para inspeccionar el proyecto, también me ha dicho que necesita los planos. Piensa que necesita saber más sobre los detalles de este.
Shawn frunció el ceño y cerró aún más la puerta.

--Yo expuse sobre los detalles del proyecto hace un tiempo y el Coronel revisó los planos en persona, dos veces.

Él observó los nervios apoderarse de Jack en unos segundos para luego volver a mostrar su actitud seria.

--Los necesito.

-- ¿Tú?

--Tengo que hacer algunas investigaciones.

--Soy el único que tiene que hacerlas y no te daré nada.

-- ¿No confías en mí? Trabajamos para el mismo equipo.
Shawn bufó y puso en blanco sus ojos.

--No te ofendas, pero no confío en casi nadie y has sido lo suficientemente fastidioso como para pasar a mi lista negra.

--Shawn, es en serio. Los necesito.

La insistencia de Jack lo hacía preocuparse, había algo que no le gustaba para nada. Ese tipo siempre le había dado mala espina y esto lo confirmaba del todo.

--Y yo necesito muchas cosas, pero fíjate, no puedo tenerlo todo.

Antes de que Jack hablara cerró la puerta en su cara.
Un mal presentimiento recorrió al castaño por completo. Todos su sentidos y cada fibra de su ser le señalaban que algo iba mal, estaba seguro de que algo estaba a punto de pasar. Intentó alejar aquel sentimiento y volvió al sofá.

-- ¿Estás bien?

Intentó sonreír, consiguiendo una mueca. Cogió una mano de ella y la besó.

--Perfecto, todo está bien.
Ella frunció el ceño.

--Pareces preocupado. ¿Pasó algo que...?

La besó y calló sus palabras. Volvió a recostarla antes de que empezara a cuestionar.

--Está todo bien. Ahora, ¿en qué estábamos?










Un mes de placer - Shawn Mendes (ADAPTACIÓN) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora