Cap.21

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-¿Porque no has comido ni siquiera un poco? El plato sigue lleno. Vas a hacerte daño.

-Carmina, no he tenido una buena semana.

-Aquí en la casa todo esta bien Jin, nadie aqui dentro te haría daño.- Suspiro tocando el hombro de aquel chico y le levanto su rostro.- Tu carita ha cambiado mucho, te aseguro eres el único que se esta haciendo daño con todo esto.

-El saber que me quieren muerto, no es algo por lo cuál sienta alegría Señora Carmina, tengo miedo hasta de mi propia sombra. ¿Tan malo soy? ¿Tan mal hijo fuí?.- La señora negó y enseguida lo abrazó con más fuerza de la que podía.-

-No va a pasarte nada, aquí estas a salvo.

-Gran error, aquí nunca debí llegar.- Jin comenzó a llorar, a lo cuál la señora Carmina, siguió abrazandolo esta vez tocando su vientre.

-No diga eso joven Jin.- Justo cuando iba a ofrecerle una taza de té, llegó Jungkook, en seguida se alertó y se agachó hasta donde estaba el castaño en aquella pequeña silla del comedor de empleados.

-¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame al doctor?.- El pelinegro lo miró asustado, pero Jin solo negó.-

-Quiero salir de aquí, por favor Jungkook.

-Jin, no quiero que me desesperes, porfavor, hablamos ya sobre esto, sabes mi respuesta, es más, si no tienes nada, vete a llorar por otros rincones de la casa!.- El mal humor de Jungkook solo llegaba a empeorar las cosas. Jin se levantó y salió como pudo de aquella cocina. Carmins agachó la mirada y comenzó a hacer sus labores.

-Si me permite hablar Señor Jeon, no es manera de tratar a nadie, y menos, si se trata de su esposo. Y aun peor, si lleva a su hijo dentro.- La Señora salió de ahí con taza en mano, en busca de aquel joven, Jungkook se quedó pensativo, después de unos minutos, tiró el florero de la mesa y salió lo más rápido que pudo.-

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-Si, habla Jungkook, necesito que me informen si ya esta lo que les pedí?....- La llamada comenzó a entrecortarse, y la señal se iba perdiendo conforme se alejaba en el auto Jungkook.- Lo que me faltaba!.- Refunfuño  al notar su pésima conexión. No tuvo otra alternativa que dejar aquel telefono de lado y continuar manejando.

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-Su cita de rutina Joven Jin.- Su personal entró con su comida acompañadas del doctor que Jungkook había contratado para que estuviera al pendiente de sus comidas, Jin no tuvo de otra más que salir de la cama.

-¿Otra vez llorando SeokJin?.- El Doctor llamó su atención, y el castaño encogió los hombros, aquel doctor negó repetidas veces y posicionó sus manos en el vientre del chico.- ¿Porque no entiendes jovencito, que esto traerá problemas al bebé?

-Doctor, seamos realistas, yo soy el único que quiero a mi bebé, al menos mi corazón lo quiere, porque mi cuerpo, esta comenzando a rechazarlo.- Se levantó la camisa, y le mostro sus costillas.- ¿Es normal? Siento que la costilla se me quebrara en cualquier momento.

- El doctor se asombró y comenzó a revisarlo de nueva cuenta.- ¿Te duelen?

-No me duelen nada.

-El doctor comenzó a sentir su vientre por sus costados y notó una que otra cosa que no quiso comentarle a SeokJin, cuando este se dio cuenta preguntó.

-¿Todo en orden?.- El doctor no pudo decirle la verdad a lo que solo asintió.

-Porfavor Seokjin, toda esta semana quiero que cuides mucho mejor de ti que en todos estos días, sabes, tomar mucha agua, y que te me entretengas en más cosas.

Matrimonio Arreglado.. ~KOOKJIN-JinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora