Me obligo a pensar que no eres importante, que no fuiste nada en mi vida, apenas un momento, un instante en que fui feliz solamente a tu lado. Pero bien sabes, amor mío, que eres mi vida, que cada paso que doy hacia adelante sin ti me va desgarrando poco a poco el corazón. Y ya lo tengo en carne viva, y me niego que aún te amo. Porque de no hacerlo me moriría lentamente en un letargo demasiado doloroso, porque dueles demasiado en mi interior, dueles en mi alma. Todavía no logro entender que fue lo que hice mal, si lo único que hice todo el tiempo fue amarte más que a mi propia vida, pero llegué a la conclusión que nunca me amaste, nunca me quisiste porque no sabes amar, no eres capaz de entregarte por completo a una persona sin esperar nada a cambio, sin esperar que te quiera, porque eso es el amor, entregarte completamente sin esperar que te quieran, porque esperarlo sería demasiado egoísta. Y tú lo eres, mi vida, eres egoísta, y no sabes querer, por eso mismo nunca serás feliz en tu vida.