De forma recurrente llegan a mi memoria recuerdos de las dos. Los recuerdos lindos, los recuerdos malos. Pero no puedo evitar recordar ese último adiós que nos dijimos, esos besos y esos abrazos los tengo grabados en mi mente. Se pegaron ahí como pegamento y no quieren dejarme ni siquiera un segundo. Muchas veces me descubro recordando aquel momento, aquel fatídico momento en que tuvimos que despedirnos. Pensé que iba a ser un hasta luego, que más tarde o más temprano volvería a estar entre tus manos, pero no fue así. Añoro tanto ese instante en el que tú me abrazabas, me mirabas con esa mirada tuya que lograba desarmarme completamente y yo me derretía de amor. Soy incapaz de olvidarte porque sé que de ti fue de quién único me he enamorado en la vida.