Te me fuiste sin despedirte, te me fuiste sin antes poder decirte lo mucho que te amaba, lo mucho que deseaba pasar mi vida a tu lado. Pero el destino es traicionero y te llevó demasiado rápido. Siento ganas de llorar por tu pronta partida, quiero sacar toda esta tristeza de mi interior, pero no logro hacerlo, no porque todavía no lo creo. Tengo la esperanza de que todo sea una broma de mal gusto de la vida, de esta vida que se vuelve oscuridad si tú no estás aquí conmigo. Deseo que estés donde estés, mi ángel, sepas que a pesar de todo siempre te amaré con todo mi corazón, aunque ya no estés aquí. Pues siempre lo he hecho y lo haré. Ya mi corazón terminó de romperse, se me fue el amor de mi vida. Cuantas veces me pediste perdón y te decía que no iba a perdonarte, cuantas veces en mi interior tuve que armarme de valor para no correr de nuevo a tus brazos, esos brazos que ya jamás volverán a abrazarme, cuantas veces tuve que ser fuerte pues este amor me estremecía de dolor. Ahora con más razón he de serlo, no estás más en mi vida, ya no tengo la esperanza de que algún día podré volver a verte.