Tengo cien mil palabras de amor para ti atesoradas aquí en mi corazón. Tengo interminables horas para soñar despierta con tu regreso y tortuosos días añorando tu presencia. Me deshago en esa insufrible necesidad de tenerte abrazada a mi cuerpo, de tenerte tan siquiera a unos escasos metros. Poder ver tus ojos, tomar tus manos y decirte cuando te amo es un deseo demasiado imposible de cumplir. Eras faro que iluminaba mis noches oscuras y me guiaba hasta el lugar más seguro, tu abrazo. Ese tierno abrazo y esos tiernos labios imposibles de olvidar.