Ya no recuerdo si quiera tu rostro, ese bello rostro que iluminaba mis días. Han pasado tantos años desde la última vez que nos vimos, ni siquiera nos despedimos en condiciones. Quisiera tanto encontrarte de nuevo en mi camino, tal vez para preguntarte como te ha ido. Preguntarte como te ha ido sin mí, sin mis caricias, sin esos encuentros que nos dejaban a los dos sedientos, cada vez más sedientos el uno del otro. Y es que no he logrado olvidarte, cada vez que estoy triste mi pensamiento va viajando y me lleva hacia tus recuerdos. Esos hermosos recuerdos que son mi único consuelo en días como este, en el que me siento totalmente melancólica y en que mi alma ansía tenerte de nuevo junto a mí.