Temp. lll: «03»

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El sol y la luna aparecían haciéndome saber cuando comenzaba o terminaba un día sin tener idea alguna de la fecha que era o cuantas veces se repetía esa secuencia de luz y oscuridad, solamente mi mente bloqueaba cualquier distractor que no se vinculé a JiMin.

Desde ese día que HoSeok me encontró no ha vuelto jamás a donde estoy, me alegra que respete mi decisión. Mi decisión de haberme muerto con mi única razón que tenía para sobrevivir en este purgatorio.

Mi carrera musical se fue quebrando después de aquel accidente, luego de sentir nuevamente el amor vivo que había entre un muerto sin vida y un muerto respirando aún. Desaparecí para el mundo.

Mi cabeza daba vueltas, mi vista era borrosa y las alucinaciones, quedaba poco tiempo para que la droga que había consumido desapareciera.

- JiMin. -Susurré a secas con mi respiración agitada y mi mirada pegada al techo opaco.- JiMin..

- YoonGi... -Una voz melifluo, una voz tan dulce y delicada me nombró en un tono de preocupación.

Me giré hacia la dirección donde provenía y pude visualizar una silueta de un chico, poco a poco la imagen fue haciéndose más clara y detallada haciéndome saber quién era el dueño de esa voz.

- Has vuelto... -Le sonreí casi sin fuerzas de poder hacerlo y sin ganas de moverme donde estaba acostado.

- Nunca me he ido, YoonGi. Siempre estoy aquí contigo. -Se acercaba a mi a pasos cortos y tranquilos con una sonrisa casi sin ser tan notable de ella, tomó asiento en el otro borde de la cama acercando su mano con sutileza hacia mi.

- JiMin, no vuelvas a irte, por favor. -Dije dentro de un susurro débil y bajo mientras las lágrimas se deslizaban por mis ojos que se fueron cerrando poco a poco.

- YoonGi... Te amo. -La imagen de el se desvaneció ese día pero no de mi memoria, su mano fue tocada por la mía por un suave roce y era lo mejor que me pasó desde su muerte.

La razón de las drogas creció cada vez más como una escapatoria a todos mis problemas y una entrada al lugar donde podía verlo a él, sentirlo, escucharlo y admirarlo. En realidad, la droga no era la adicción, sino él lo era, era tan adictivo que no lo dejaría jamás ya que es el único que provocó el significado de amor en mi.

ERROR ✖ YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora