Labios rosados

Abriendo recuerdos: Capítulo Siete

Abriendo recuerdos

No existía un día especial para regresar y recordar mi vida en esta casa, pues todos los días lo eran.

Giré la llave y empujé levemente; había regresado a casa, luego de cinco años. Así es, hace un tiempo decidí irme lejos, alejarme de quienes amaba para renacer. Nunca hubiera querido irme, pero no podía seguir aquí mientras cada espacio de esta me gritaba "Emma". Han escuchado cuando dicen "El destino pone a cada quién en su lugar", pues creo que mi historia con ella es justo el respaldo de aquella singular frase.
Ya luego sabrán que nos sucedió...

Quizás lo que más me dolía y no entendía era la necesidad de hacerlo. Mi mamá había llamado ayer diciendo que no podría conservarla más, digo porque verderla.

Todo estaba tal cual la dejé; a penas me fui de aquí Antonia creyó que todo era muy grande para ella, entonces decidió dejarla, irse junto a Diego.
Y quedó abandonada.

Camine en dirección hacia lo que fue mi habitación, me descansé sobre el suelo y, no pude evitar mirar cada espacio. Como cada afiche, cada foto, y cada cuadro se encuentran en el mismo lugar que los deje la última ves que estuve aquí. Me incliné y miré debajo de la cama con la esperanza de encontrar cada cosa tal como la guardé. Ahí estaban, las saqué y sacudí el polvo que se había acumulado en estos años. Una era azul y la otra negra, ambas cajas con objetos quizás aún importante para mí. Pero nada más que ella.

La sonrisa en nuestras caras evidenciaba la felicidad de haber pasado la tarde juntos. Antonia siempre fue una buena madre y nunca podré recriminarle nada, siempre hizo lo mejor que ella podía hacer. Era una foto de nosotros cuando iba al parque a jugar. Unos diez años, era la edad que quizás tenía en aquella imagen, ese entonces nadie imaginó que Juana sería luego Juan. Así es la vida.

Seguí sacando cada pulsera, cada banda y claro muchas más fotos, cuando de pronto lo encontré. Ahí estaba mi diario, el de pasta negra.
Recuerdo que antes de irme siempre quise hacer algo, como un ideal, pues era escribir un libro. Aún no había conseguido escribirlo, pues decidí ser yo la protagonista de mi propia historia. Y vivirla, tal ves un día me anime a escribirla...