¿Te gusta la chica de ojos bonitos, cierto?: Capítulo Quince

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Setiembre del 2014

Siempre había cuestionado los motivos del porqué de salones separados, dividiendo la mitad de aulas con chicos y la otra de chicas.

En fin, yo solo no encajaba en ninguno. Es muy frustrante...

Pero de todas mis protestas a esta escuela, solo existía una a favor. Y era que en época de "Festival", se realizaba el tan esperado "Reinado", ese mismo donde entre todas las niñas se elegía a una para llevar la tan anhelada corona. 

Pffs... Solo vanidades.

Bueno, el punto que beneficiaba a mis gustos, era que por primera vez Emma había aceptado representar nuestra aula.

Bendito cielo, al fin una candidata de peso...

En la parte delantera del salón, un grupo rodeaba a mi chica... Todas alteradas y alborotadas, dedicadas en las castaños mechones sueltos que resaltan la delicadeza de su rostro.
Y el rosa se perdía en la palidez de su piel, pero la sensualidad del vestido gritaba la belleza de su figura.

Mis pies estaban inquietos, quería ir hacia ella, mirarla de cerca y confesarle que no existía hermosura alguna que la comparara... Pero al contrario de eso, solo estaba al fondo de todo el bullicio, aparentando estar distraído con mis audífonos. Sin que se dieran cuenta, que mi atención estaba puesto en cada uno de sus movimientos... En el nerviosismo de sus manos al alejar su cabello de sus hombros, en esa sonrisa torcida por cada segundo que pasaba, en esos ojos brillosos que tanto adoraba...

Suspiré sin poder sostenerlo más, desvíe mis ojos de ella y la detuve en mi móvil. Busqué entre todas mis canciones y me detuve en una especial.

De pronto; "Matemática de la carne" me invadió, digna para un momento como éste.

-Todas a sus asientos-La tutora ingresó, ya sabía lo que venía. Saqué mi lápiz de mi mochila y esperé... -Vamos a iniciar- Y recordé, aún no eran las votaciones - ¿Emma estas lista? - Todas colocadas en sus lugares, permitieron que la luz que irradiaba aquella chica no sea opacara. 

De pie delante de todas, dijo - Estoy nerviosa, tutora - Río nerviosamente.

-¿Porqué?, ¡si estas muy bonita! - Y no le discutía, por primera en estos años coincidía con Amelia, nuestra profesora.

-¡Bien, vamos!- Volvió animarla. Y si tan solo fuera valiente, estaría ahí junto a ella para sujetarle las manos, y decirle que lo haría muy bien. Pero no... No podía hacer eso, aunque quisiera, no podía.

Su experiencia en tacones era bello, su elegancia al caminar desvanecía a quién estuviera en su dirección.

El alboroto había vuelto, cada una salió del aula gritando y haciendo publicidad... Orgullosas de su representante, ¿y quién no?

Sin embargo, yo me quedé... Solo un momento - Juana, afuera por favor.

Afuera su poca comprensión, quise gritarle - ¡Juani, Juani!- Le corregí - ¿No cree que muchos años con lo mismo cansa, no? ¿Que le cuesta entender que me llamo Juani? - Pregunté, lo que aclaré hacía ya tres años.

-Cuando exista un papel con ese nombre que te acredite, ese día serás Juani- Contradijo, la morena que tenia por supervisora - Ahora, sale ya - Pasé por su lado, y no volteé ni a verla más.

Tampoco tenía planeado quedarme, solo queria ahorrarme formalismos, detestaba eso. Y quizás... Solo intentaba evitar que alguien se diera cuenta de lo embobado que estaba por Emma.

El patio estaba lleno del alumnado, cada grupo afirmado en su trinchera, gritando ante la presentación de su candidata favorita.

Miraba a todos lados, necesitaba un lugar que este vacío en el patio... Hasta que al fondo en un rincón de este, la soledad me llamó. Me subí los puños de mi sudadera, y me dirigí hacia allá. Caminaba con firmeza, hasta que entre el montón de gritos, mis oídos seleccionaron en automático esa armoniosa voz... Me detuve, mis pies se congelaron, y regresé mi vista hacia el frente. Y ahí estaba mi corazón latiendo como la primera vez que la vi, cuando de niña... Cuando escuché su llanto.

El sol debería de estar intimidado ante radiante ser. La sutileza de sus palabras, la calidez de su voz, su esbelta figura y la fineza de su rostro... Soló era imposible de no deslumbrarse...

-¿Te gusta la chica de ojos bonitos, cierto?- Mi corazón se detuvo... ¡Por favor! Despavilé, baje mi mirada a mis pies con el miedo apoderarse. Yo... Yo solo no quería que nadie se diera cuenta de mis sentimientos, ella era muy especial... Y todo lo que la involucrara a ella y a mí, era peligroso.  No quería que se burlaran de Emma...

Miré a mi alrededor y me caí en la cuenta que me había detenido cerca al lugar donde quería permanecer durante todo la ceremonia del "Reinado". Por suerte...

Hasta que tropecé con los ojos de esa persona que preguntó tan reveladora cuestión.

-Hola, soy Rodrigo -  Era un chico y no lo había visto antes...


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Perdón por la demora... Prometo estar activa.

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