Tirando de la cuerda del pasado: Capítulo Doce

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Dieciséis años antes...

La juventud de su corazón reflejaba la inocencia de sus actos. Más de una decena de risas prematuras revoleteaban en el aula de estudio, con unas miradas inquietas por descubrir el mundo. Sonrisas que no tenían inicio y mucho menos un término que pueda definir el porqué de ellas...pero entre todas esos cálidos abrazos de felicidad una venía gritando su final. La llama de esa sonrisa estaba siendo apresada, cortando el oxígeno para que termine de alumbrar: la sonrisa de un pequeño rostro amenazaba con desaparecer, de los labios de Juana.

El callar debía de ser una obligación propuesta por un par de miradas juguetonas que no entendían el verdadero valor del jugar.

Rodillas heridas con unas manos sonrojadas, se hacían cada día más frecuentes, causadas por caídas de mala intención. Ella no entendía porque el jugar debería ser tan doloroso, creía que estaba bien pues eso decían quienes la rodeaban en los recreos; pero la lastimaba aún más cuando llegaba a casa y no sabía cómo explicar, no entendía porque no podría decir que se lastimó jugando...cuando las niñas que la buscaban cada día, decían que era como jugar. Habían dicho que la respuesta sería: "Me caí cuando estaba corriendo" "Me tropecé con una piedra enorme"; pero nunca decir la verdad. Entonces había concluido que el jugar era malo y que la lastimaba mucho.

Mientras caminaba por la trocha, que la llevaba de regreso a casa con sus zapatos sucios de la tierra, jugaba con sus manos nerviosas por encontrar a mamá en la cocina y tener que volver a explicar.

La mujer de ojos claros no necesitaba más explicación de la que la nena daba, creía que era propia de sus siete años y el primer año de escuela.

Luego de un almuerzo reconfortador, Juana se debatía en acatar la orden de mamá o colocarse lo que más le agradaba a ella. Entre un vestido de flores amarillas y unas sandalias frescas adecuadas para el calor que brindaba el día, sin embargo ella gustaba por un pantalón de tela verde y un polo blanco...sin más que debatir entendió que debería hacer caso a mamá, así como había explicado la profesora ese mismo día. Se sentía tan incomoda con la ropa que llevaba puesta que se limitó la niña a sentarse en el filo de la ventana amplia que alumbraba su habitación para observar como los niños de su pueblo corrían y manejaban sus bicicletas...ella también gustaba por eso, quería hacer exactamente lo mismo, pero nadie la invitaba a jugar, nadie quería ser amigo de ella. Y no sabía porque...

Recostó la cabeza en el gran ventanal cuando escuchó un fuerte ruido que la sobresaltó, abrió exageradamente sus hermosos ojos claros como los de mamá y se fijo que podría haber sido tal estruendo. Se levantó mientras estiraba la parte trasera del incomodo vestido tratando de bajarlo y así se dirigió al ventanal del costado, el cuál daba con la casa de su vecino de la mano izquierda. Recorrió con inquietud la escena de desembarco de una nueva familia. ¿Quién estaría llegando? ¿Vendría algún niño para jugar? Se cuestionaba ella, solo quería tener un amigo para jugar con la pelota o al trompo como tanto le gustaba.

En el lugar habían muchas personas entusiasmadas bajando enorme cajas, nada interesante para ella...con cada segundo que pasaba se aburría cada tanto más. Había decidido bajar y jugar en el patio trasero con lo que pueda encontrar en el lugar, quizás como siempre lo hacía con tierra o buscar chanchitos debajo de las piedras.

Se volvió a su cama para buscar unas zapatillas y cuando estaba lista para irse de la habitación, retornó al ventanal y la escena seguía siendo la misma; entonces se regresó en dirección hacia la puerta cuando un grito y un llanto la hizo retornar su mirar.

Era una niña, ella lloraba dando manotazos en el aire.  ¿Porqué lloraría? ¿Quizás estaba aburrida? Se preguntaba la pequeña curiosa. Un hombre alto se acercó a ella e intentó llevantarla de la tierra pero ella volvió a gritar, el señor impaciente entonces la dejó en el mismo lugar... Quizás era su papá, afirmó Juana.

Mientras la veía detenidamente su imaginación buscaba una respuesta a sus lágrimas impacientes...

Sin concluir con seguridad lo que necesitaba la nena recién llegada al pueblo... Juana bajó las escaleras lo más pronto posible y salió por la puerta que le mostraba su patio trasero, uno de pura tierra y flores.
Caminó desde la parte de atrás para luego recorrer los costados de su casa que daba con un callejón producto de la unión de su hogar con la de su nueva vecina. Estaba en busca de la pequeña llorona que había revelado su ventanal, sus pasos se hicieron lentos cuando miró lo cerca que ya estaba... La pequeña intrusa de vestido amarillo y zapatillas decidió jugar con la nena de vestido rosa y sandalias, pues quizás esa sería la solución para que dejará de llorar.

Una mujer alta y de cabello rojizo se le adelantó y reposó entre sus brazos para calmar a quién sería su hija. Y con ella tratando de cesar sus lágrimas ingresaron a su nuevo hogar... Dejando a la juguetona Juana mirando inquieta y sin saber que decir.

Sus ojos espectadores se apagaron tan sencillo como bajar el interruptor de la luz, pero volvieron alumbrar cuando de la mente de la pequeña una ilusión apareció... Mañana podría ser el gran día, mañana podría hablar con ella y ser amigas, y así volvió a su casa a jugar entre el barro y las flores. Sin importar que al terminar el día, el vestido amarillo se transformará en uno lleno de tierra y barro por doquier junto a unas zapatillas húmedas de haber saltado de lodo en lodo. Pero no había complicación alguna; así era Juana, la nena de vestido manchado y zapatillas mojadas...

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¿Demoré mucho cierto? Mil perdones uu, no sé que ha pasado en estos días, mi mente no podía ni escribir una sola palabra... ¡Les prometo que seré más activa, y bueno se acaba el año!
Espero que lo estén pasando de maravilla con su familia y si no es así...pues ha sacarle el lado bueno de las cosas no 😅
Ya lo sé, eso debería de aplicarlo en mí, juró que trato y trato pero cuando me hundo en confusión y pura reflexión me pierdo xd. ¿Me entienden? Eso espero...
Agradecerles por leerme y esperar, de corazón muchas gracias 💖
Y haber... ¿Qué prefieren, usar unos jeans o vestido?
Yo mil veces unos jeans :'v

¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO!
(Feliz navidad un tanto atrasado y un año nuevo adelantado)
¡Los super quiero!

Labios rosadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora