Kilyan no escuchó a la chica acercándose hasta que esta pasó por encima de él, sacudiendo un par de hojas sobre su pelo. El joven abrió los ojos con ceño fruncido y observó como la chica del pelo escarlata saltaba frente a él. Al principio no supo qué hacer, pero después de unos segundos, cuando la joven se cayó de rodillas sobre la alfombra de hierba, Kilyan se dio cuenta de que no había notado su presencia. Quedó quieto como una estatua, todavía recostado contra el árbol en el que se había quedado medio dormido, y observó la escena en silencio.
Observó los moretones que recorrían la piel de sus brazos y como sus hombros se movían al respirar.
Entonces, la chica se dio vuelta, clavando sus ojos de reptil en él.
Chi no se atrevió a moverse, pues al igual que él, no estaba segura de que hacer. Sin embargo, a diferencia de Kilyan, su quietud acarreaba miedo. En medio de aquella batalla de miradas, la chica escuchó una rama partirse en la lejanía. Ladeó la cabeza para poder escuchar mejor.
Escuchó las pisadas de dos personas acercándose.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Kilyan, sobresaltando a la chica. Ella volvió a mirarle, con los ojos de un cordero a punto de entrar al matadero. El joven alzó las cejas, urgiéndola a hablar.
—Viene alguien —susurró en respuesta.
—¿Qué...?
—Dos personas —Chi apuntó a su espalda, indicando la dirección por la que los pasos se acercaban. Kilyan se quedó en silencio, intentando escuchar algo en vano.
—Mierda —murmuró para sí mismo antes de levantarse, listo para desaparecer en el bosque cuando sus ojos se encontraron con los de la chica. No podía dejarla allí para que los guardias la encontrasen... Al fin y al cabo, a juzgar por la dirección de la que venían, eran los de su ciudadela, no los de ella—. Mierda.
—¿Qué está...? —Kilyan cerró la distancia que les separaba de dos zancadas y la cogió por la muñeca con su mano enguantada, y tiró para levantarla antes de empezar a correr fuera del claro, hacia los árboles.
Se escondieron detrás de unos arbustos frondosos. Chi se tomó un momento para normalizar su respiración, mientras miraba la mano de Kilyan, todavía cerrada alrededor de su muñeca. ¿Qué estaba pasando?
—A este paso van a despedirnos —gruñó un hombre, rompiendo el rítmico silencio del bosque.
Chi imitó a Kilyan y alzó los ojos por encima de las hojas, mirando al hombre que había salido de entre los árboles a un par de metros de distancia. Su uniforme le delató como un guardia, al igual que al otro hombre que le acompañaba.
—¿Cómo es posible que se nos escape cada noche? —Chi sintió como el nudo de su garganta desaparecía al darse cuenta de que esos guardias no la estaban buscando a ella... Sino a él.
—Tal vez, solo tal vez, si dejases de mirarte los pies mientras caminas, serías capaz de ver cuando alguien vuela por encima.
—Por supuesto, siempre es culpa mía.
Chi escondió una sonrisa, olvidándose momentáneamente de a quien tenía acuclillado al lado. Miró al chico de reojo, dándose cuenta por primera vez de lo casuales que eran sus ropas... nada que ver con cómo había estado vestido las otras dos veces que se habían encontrado.
—¿Se han marchado? —preguntó Kilyan, después de unos minutos de estar agazapados en silencio. Chi tardó unos segundos en darse cuenta de lo que el chico quería que hiciese. Alzó la cabeza y escuchó las pisadas, cada vez más y más livianas a medida que la distancia entre ellos crecía. Ella asintió—. Bien.
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Academia De Bestias (ADB #1)
FantasyAhora disponible en FISICO y con MAPA!! Su nombre es Chi y, a diferencia del resto del mundo, no posee magia. Siempre hizo todo lo posible para ser expulsada de la Academia, sin éxito. Su vida entera cambiará al ser reclutada por un Gremio y forzada...