Las puertas del instituto se abrían. Caroline estaba con su amiga Kate, hablando sobre el nuevo trabajo que había mandado hacer el profesor de Fisíca. Entraron al instituto y lo primero en lo que se fijaron fue en las nuevas taquillas, las habrían colocado durante el fin de semana. Sonó el timbre, Caroline y Kate terminaban de colocar sus taquillas, cogieron los libros de Francés y se dirigieron al aula. Allí estaba Frank, el hermano de Kate.
- Hola -dijo Caroline, en un tono cálido-.
- Hola -respondió Frank, seguido de un carraspeo-.
Kate y Frank habían discutido en casa, por lo que el hermano había decidido ir sin la compañía de Kate al instituto.
Empezó la clase, todo el mundo pensando en otras cosas, pero Caroline no, se concentraba en los estudios, por la promesa que una vez le hizo a su padre de tener un buen trabajo y pagar un tratamiento eficaz con el que le salvarían de esa maldita enfermedad. Terminó la clase de francés, en el intercambio, Caroline fue al baño, seguida de Kate, vergonzosa, con todas las miradas penetrantes que salían de las puertas de las clases. Volvieron a clase, Biología.
La mañana se les pasó volando y llegó la hora de comer. Caroline, Kate y Frank, ya reconciliado con su hermana, fueron a una de las mesas en la que habían otros amigos más: Nicole, Jake y Nick. Nicole, de ojos verdes, fue la que se atrevió a entablar una conversación y romper el silencio:
- Bueno, ¿qué haréis esta tarde?
- Yo nada -dijo Caroline-. Supongo que estudiar y cuidar de mi padre.
- Pero, ¿vas a estar toda la tarde cuidando de tu padre? -preguntó Frank-. ¿No va a estar tu madre?
Todos le miraron, menos Caroline, que mirando a la bandeja susurró:
- Tú no lo entiendes.
Se levantó, y salió del comedor.
Tras ella, salió corriendo Frank.
Todo el comedor observando la escena.
- ¡Lo siento! -gritó Frank, mientras corría tras Caroline-. No pretendía hacerte daño.
- Pues lo has hecho -dijo ella, mientras bajaba la velocidad-. No sabes lo que es tener un padre en una cama, que no se pueda moverse, pensando todos los días que ese puede ser el último día que le veas.
- Pues no, no lo sé, he sido idiota, perdón.
- Estás perdonado, son cosas mías que nadie entiende, últimamente me enfado por cualquier cosa.
- Será la regla -dijo bromeando Frank con una amplia sonrisa-.
- Idiota -contestó Caroline, junto con una risa-.
Una risa que le duraría muy poco.
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Caroline
ActionCaroline, una chica de 16 años, lleva una vida normal, pero todo cambiará con el asesinato de su padre. Se integrará en el mundo del espionaje para descubrir quién mató a su padre junto con otros dos adolescentes también espías.