Capítulo 12 - Mensaje nuevo

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Cuando Caroline llegó a su casa, su madre estaba haciendo la cena.

- Qué bien huele. -dijo ella-.
- Mejor sabrá. -sonrió Evelyn-. Por cierto, la policía ha dado con el móvil desde el cual se realizó la llamada, pero...
- ¿Pero qué, mamá? -le interrumpió Caroline, preocupada-.
- Pero está en un callejón, cerca de aquí, lo han tirado ahí... -dijo Evelyn, con un nudo en la garganta-.
- ¿Qué callejón? -preguntó Caroline-.
- Toma, me han dado unas fotos. -dijo su madre, mientras le entregaba las imágenes del lugar-.

Caroline observó aquellas fotografías atentamente. Aquel lugar, le resultaba familiar, ya había estado antes ahí.

- Cuando me seguían los hombres enviados por Mathew, me escondí ahí con Kate y Frank. -dijo recordándolo-.
- ¿Estás segura? -preguntó Evelyn-.
- Sí, es ahí. -afirmó la chica-.
- Los hombres enviados por Mathew... ¿y esa nota de la que me hablaste?, ¿también era cosa suya?
- No lo sé, no se lo comenté, di por hecho que sí era suya... -dijo dudosa-.
- Llámale, Caroline.
- Vale. -respondió Caroline, mientras sacaba el móvil de su bolsillo-.

- ¿Sí? -dijo Mathew-.
- Hola, Mathew. Se me olvidó decirte una cosa... También había una nota en mi taquilla... ¿Lo dejaste tú también ahí o alguno de tus hombres?
- ¿Qué nota? No, no, no pusimos nada en tu taquilla, Caroline. -dijo Mathew preocupado-. ¿Qué ponía en la nota?
- Que me están vigilando, mucho más de lo que yo creo. -respondió Caroline, asustada-.
- Está bien, Caroline. A partir de ahora este secreto tendrá que ser aún más secreto. Sé que no se lo contarás a nadie, ¿verdad?
- A nadie. -afirmó ella-. A nadie, Mathew.
- Vale, estáte tranquila, averiguaremos quién puso esa nota ahí. Ahora descansa. -dijo Mathew, tranquilizándola-.
- De acuerdo, adiós.
- Adiós, Caroline.

- ¿Y bien? -preguntó Evelyn-.
- La nota no era suya. -dijo Caroline-.

Evelyn miró a Caroline, con preocupación en los ojos.

- Mi pequeña... ¿en dónde te has metido? -dijo-.
- No sé, mamá, pero descubriré quién mató a papá. Lo prometo. -respondió ella-.
- Te quiero más que a nada en este mundo.
- Y yo, mamá. -le abrazó-.

Caroline pasó la noche en vela, pero no le preocupaba. Al día siguiente sería sábado y no tendría que madrugar, así que se dormiría sobre las siete de la mañana. Estuvo chateando con los pocos amigos que quedaban despiertos a esas horas hasta que se durmió.

Se despertó a las dos y media, bajó al salón y encendió la televisión. Su madre, al oír el ruido de la tele, fue al salón.

- Buenos días, dormilona. -dijo sonriente-.
- Buenos días. -bostezó-. Qué hambre.
- No desayunes, es muy tarde, espera un rato y la comida estará lista.
- Vale. -contestó-.

Una vez la comida preparada, madre e hija se dispusieron a comer. Después fueron a la sala de estar y Caroline empezó a hablar por chat con Kate: "¿Quieres quedar?". Su amiga respondió unos minutos más tarde: "No, lo siento, hoy no puedo, mañana". Caroline se decepcionó, aunque se alegraba de algún otro modo. Pasaría el día con su madre, las dos lo necesitaban. Caroline pensaba que no había mejor apoyo que el que le da una madre a su hija y viceversa.

Una hora más tarde, Caroline recibió un mensaje. Pensó que sería algún amigo, pero se dio una gran sorpresa. El mensaje era de un número desconocido para Caroline en el que ponía: "Tengo móvil nuevo, qué chasco, tuve que tirar el otro a ese callejón". Fuese quien fuese a Caroline le repugnaba esa persona. Decidió no contarle nada a su madre para no preocuparla. Al día siguiente hablaría con Mathew.

CarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora