Caroline

Capítulo 5 - Vida pasada

- Mamá, Abigail está muerta. -contestó Caroline-.
- Esto es un laberinto. -replicó Evelyn, con lágrimas en los ojos-.
- Mamá, ¿y si...? ¿Y si hubieran asesinado a Abigail también para poder entrar una nueva enfermera y de ese modo deshacerse de papá? -sugirió
Caroline-.
- Esto es un rompecabezas, iré al dormitorio, coge los papeles y échalos un vistazo, yo voy a dormir un rato. -dijo la madre-.
- De acuerdo, mamá, voy a ver que pone en esos "documentos" o lo que sean. -suspiró la chica-. Por cierto, tengo un número, me lo ha dado esa mujer, dice que la avisaron desde ese teléfono para decirla que tenían ya una nueva enfermera...
- Vale, Caroline, se lo daremos a la policía, será lo mejor. -suspiró Evelyn-.
- Vale, mamá -contestó Caroline-.

Caroline cogió los papeles y empezó a leer. Eran titulares de periódicos que decían: "secuestro en Londres", "asesinato en un pueblo londinense" y cosas por el estilo. Databan de fechas que se remontaban 10 años atrás, cuando su padre todavía estaba sano.

Caroline se estremeció. El simple hecho de pensar que su padre había cometido esas atrocidades la entristecía mucho. Pero sabía que su padre no podía ser el autor de esos crímenes. Siguió buscando y encontró unas fichas con unos nombres
y sus respectivas direcciones. Se fijó en los que más resaltaban, en letras mayúsculas y subrayadas: Mathew Jordan, uno de ellos, vivía en Main Street 34. Otro, Jake Reese vivía en Old Street 56. Caroline tenía que visitar a esos hombres.

Se puso en marcha tras haber escrito a su madre una nota: "Voy a dar una vuelta".
Llegó a Main Street 34. Llamó a la puerta. Le abrió un señor canoso de unos 70 y pico años.

- ¿Es usted Mathew Jordan? -preguntó Caroline-.
- Dios mío, como te pareces a tu padre muchacha. -dijo Mathew-.
- A mi padre le han asesinado. -dijo con una voz seca Caroline-.
- Me lo temía -dijo el anciano-.
- ¿Se lo temía? ¿Cómo que se lo temía? ¿Quién es usted y por qué conocía a mi padre? -dijo desafiante-.
- Yo era su compañero de trabajo, digamos. -sonrió de una forma extraña, metió a Caroline hacia dentro y cerró con un gran portazo-.