A la mañana siguiente, Caroline quedó con Mathew en un parque, no muy lejos de su casa. La chica estaba muy preocupada por el mensaje que recibió en la tarde anterior.
- Hola Mathew.
- Buenos días. -dijo sonriente-.
- Estoy asustada, quiero estar preparada para todo, quiero entrenar. -dijo mientras le enseñaba el mensaje de remitente desconocido-.
- Vaya, ¿otro mensaje? -dijo mientras lo leía-.
- Sí, otro. Mathew, solo sé lo básico. Defensa, ataque... Quiero técnicas, trucos, no sé.
- Está bien, la situación lo exige. Vamos al gimnasio.Tardaron unos 15 minutos en llegar. Empezaron a entrenar. Mathew se puso serio. Caroline tenía que estar preparada para cualquier cosa, así que él empezó a luchar. La chica se sorprendió. Mathew tenía una fuerza increíble para su edad.
- Atenta. -dijo Mathew-.
Caroline asintió.
De repente Mathew, se coló entre las piernas de la chica y la cogió a hombros. Caroline ni se enteró. Lo hizo muy rápido.
- Te dije que estuvieras atenta. Desde esta altura te podrían soltar y golpearte la nuca con una gran fuerza. Podrías hasta quedar inconsciente.
- Demasiado rápido. -reprochó Caroline-. Otra vez.El ejercicio se repitió. Mathew volvió a ganar.
- Otra vez. -decía ella-.
Mathew se agachó rápidamente y se coló entre las piernas de la chica de nuevo, pero Caroline saltó y se colocó en la espalda de Mathew. Levantó el pie.
- Alto. -dijo Mathew-. Solo es un entrenamiento, Caroline.
Caroline bajó el pie suavemente. Casi le había propiciado a Mathew una patada en la espalda, con la que se daría de boca contra el suelo.
- Buen trabajo. Buen control defensa-ataque. -dijo Mathew-. Vamos mejorando.
Caroline sonrió.
- Más, más. -dijo ella-.
- Vamos a ver cómo vas en velocidad.Mathew le explicó a Caroline el ejercicio. Tenía que dar cinco vueltas al gimnasio en menos de un minuto y medio.
- No nos iremos hasta que lo consigas, eh. -dijo él-.
- Está bien. -dijo Caroline-.Realizó el ejercicio por primera vez.
- Un minuto, cincuenta segundos. -dijo Mathew-. Más deprisa.
Caroline estaba cansada, pero no se rendiría tan fácil. Lo realizó por segunda vez.
- Un minuto, cuarenta segundos. Vamos, casi lo tienes.
Caroline tenía gotas de sudor cayendo de su cabello negro. Tenía la frente empapada de sudor, pero quería seguir intentándolo. Lo realizó por tercera vez.
- Un minuto, veintinueve segundos.
- ¡Sí! Lo conseguí. -dijo Caroline, agotada-.
- Hora de volver a casa. -dijo Mathew mirando el reloj-. Son las dos, tendrás hambre. Mañana nos vemos.Caroline volvió a casa. Por el camino, vio a Kate. Se preguntó qué hacía allí.
- ¡Kate! -gritó Caroline-.
- Hola Caroline. -dijo Kate, acercándose a ella-.
- ¿Qué haces tu por aquí? -preguntó Caroline-.
- Voy a comprar, ¿y tú?Caroline se puso nerviosa. No sabía qué decirla, así que le dijo lo primero que se le vino a la cabeza.
- Vengo de correr, del parque.
- Ah, qué bien. ¿Hoy quedas? -preguntó-.
- Sí, claro, a las cinco en mi casa, ¿te parece?
- Vale, luego te veo, hasta luego.
- Adiós.Caroline llegó a casa. Saludó a su madre y se puso a comer. Luego se dio una ducha y se preparó para salir. Bajó al salón y pasó un rato hablando con Evelyn.
- ¿Qué tal con Mathew?
- Bien, hemos entrenado, voy mejorando.
- Me alegro. -dijo con una sonrisa en la cara-.Caroline cogió su móvil. Tenía un mensaje nuevo de un número que Caroline no conocía que decía: "Hola Caroline, ¿qué tal?". Caroline ya estaba harta de los mensajes, así que respondió: "Déjame en paz, me das asco." A los minutos, recibió otro mensaje del mismo número: "¿Qué pasa? Soy Mike, ¿no me tienes guardado o qué?". Caroline se tranquilizó. Se acordó de que no le había pedido su número, ni tampoco a Natalie. "Lo siento, creía que eras la persona que me espía, ya te he guardado en contactos", respondió Caroline. "Ah, vale, creía que estabas enfadada", contestó Mike. Caroline escribió: "No, no. Por cierto, pásame el número de Natalie". Mike lo hizo y Caroline la guardó en contactos.
"Ding, dong". Llamaban a la puerta. La chica fue a abrir. Era Kate. A Caroline se le había pasado el tiempo muy rápido. Creía que era más pronto, pero no le extrañó, ya que cuando estaba con el móvil, el tiempo volaba.
- Vamos arriba. -dijo Caroline-.
Kate asintió y cerró la puerta.
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Caroline
ActionCaroline, una chica de 16 años, lleva una vida normal, pero todo cambiará con el asesinato de su padre. Se integrará en el mundo del espionaje para descubrir quién mató a su padre junto con otros dos adolescentes también espías.