Taehyung estaba nervioso. Miraba el reloj continuamente, exasperándose cuando el tiempo parecía no pasar o ir demasiado lento. Había revisado su ropa y su peinado mil veces, se había asegurado de que tenía las entradas y de que todo estaba bien. Pero el reloj no avanzaba.
—JIMI-
—TAEHYUNG POR DIOS, NO HAN PASADO NI DOS MINUTOS DESDE QUE ME HAS PREGUNTADO. ESTÁS PRECIOSO Y SE VA A DERRETIR CUANDO TE VEA. EL COCHE FUNCIONA BIEN Y LAS ENTRADAS ESTÁN BIEN. Y NO, NO HUELES MAL PERO CALLATE YA POR DIOS —gritó el rubio desde el sofá, cansado del nerviosismo de su amigo pero al mismo tiempo divertido por la escena.
Apenas eran las cinco y media y habían quedado a las seis, pero no podía evitarlo más y el peligris salió de la casa para recoger a la chica. Dio un par de vueltas por la ciudad para hacer un poco de tiempo y no parecer demasiado desesperado y por fin se paró en la puerta de su casa.
Justo cuando se bajó del coche, la puerta del edificio se abrió y salió una preciosa Elena con un vestido blanco y su pelo rizado cayéndole sobre los hombros. Taehyung no puedo más que sonreír, incapaz de apartar la vista de la joven que le había robado el corazón.
—Hola, tontorrón —rió ella, despeinando el pelo del peligris sutilmente. Es que se había retocado tantas veces antes de salir. Pero era Elena, así que no podía quejarse—. ¿Nos vamos?
—Claro, tengo una sorpresa para ti —sonrió el chico abriéndole la puerta del coche.
Elena estaba ilusionada y no paraba de hablar por todo el camino. Le contaba lo feliz que estaba porque Yoongi por fin parecía estar más carilloso con su amiga ahora que se iban a vivir una temporada fuera del país y ella estaba demasido estresada, le preguntó por Hyungsu e incluso por Yeontan, aunque no se la había presentado formalmente y le regañó por eso. El chico, entre risas, le prometió que se la presentaría más tarde.
Taehyung aparcó un poco lejos del parque de atracciones para poder ir dando un paseo con la chica y cuando estuvieron a punto de llegar, le tapó los ojos con las manos con cuidado. Ella soltó un gritito nerviosa y caminaron juntos hasta la entrada, tropezándose cada dos por tres y riendo juntos.
—¿Lista? —preguntó el chico con una sonrisa y al ver como la joven asentía con la cabeza, retiró las manos lentamente de sus ojos.
Elena quería matar a Andrea. Estaba segurísima de que la castaña le había dicho al peligris lo mucho que le gustaban los parques de atracciones. Siempre había fantaseado con ir con el chico que le gustaba a uno de ellos y pasar el día juntos. Comenzó a dar saltitos emocionada y se lanzó a abrazar a Taehyung, que reía enternecido al ver la escena.
El peligris entregó las entradas y juntos se adentraron en el parque de atracciones. Elena miraba alrededor emocionada, observándolo completamente todo y buscando alguna atracción que le llamara la atención para subirse. Se decantó por una gran montaña rusa.
—¿Quién crees que de los chicos es el que no sería capaz de montarse aquí? —preguntó el chico mientras esperaban para subir, sonriendo al recordar aquel maravilloso día en que los siete decidieron ir a un parque de atracciones.
—Jimin —se rió la chica—, aunque Yoongi quizás tendría miedo pero se lo tragaría por mantener su imagen de chico duro.
—Hoseok —respondió simplemente el peligris—. Le aterran las atracciones. Una vez vinimos los siete y fue el que peor lo pasó, desde entonces no ha vuelto a venir nunca.
La joven rió y comtinuaron hablando un poco más sobre el tema. Taehyung le señaló algunas atracciones que tenían buena pinta y decidieron ir luego. En todas y cada una de ellas, la pareja no paraba de reír y bromear al ver las imágenes que le hacían, jugando a poner caras divertidas cuando pasaban junto a la cámara. El peligris no podía dejar de sonreír al ver a la chica reír y ella sentía que iba a desmayarse de un momento a otro por la maravillosa situación.
En una de las atracciones, él fingió tener miedo y se agarró a Elena todo el rato, ganándose burlas por parte de ella pero al mismo tiempo estuvieron abrazados todo el tiempo. Cuando paró la atracción, Elena bajó dando saltitos y despeinó —aun más— al peligris.
Decidieron hacer una pausa para comer algo antes de montarse en algunas atracciones más y el chico se acordó inmediatamente de las fotos que había hecho a la chica hacía un tiempo con el algodón de azúcar. Decidió comprarle uno y se sentaron juntos en un banco, charlando y riendo.
—Estabas super asustado, ¡si es que eres un niño pequeño! —reía ella, comiendo tranquilamente.
—¡No es cierto! Soy más mayor que tú, muéstrame un poco de respeto —Taehyung intentó sonar enfadado pero no podía evitar sonreír y le robó un poco de algodón de azúcar.
—Lo siento, oppa.
La chica se mordió el interior de la mejilla para evitar reírse mientras intentaba mostrarse arrepentida. Taehyung se rió nervioso al escuchar a la joven llamarlo así y una extraña sensación le recorrió todo el cuerpo. No pudo evitar sonrojarse enormemente.
—Ah, venga, come come —le instó el peligris, acercándole el algodón de azúcar aún más.
—Sí, oppa.
—¡Elena!
—Dime, oppa. ¿He hecho algo mal? —la joven fingió llorar haciendo que el chico se pusiera más nervioso y más rojo. Finalmente, Elena no pudo evitarlo más y empezó a reírse descontroladamente al ver la reacción del chico— Ay, TaeTae, eres tan adorableeeee.
La chica tiró suavemente de los mofletes sonrojados del peligris como lo suelen hacer las abuelitas.
—¿No te gusta que te digan oppa? —rió ella—. Estoy segura de que todas las chicas te llaman así.
El chico negó con la cabeza, algo tímido aún. Observó como el sol comenzaba a esconderse lentamente y sonrió. Sacó su móvil para sacar una foto y luego se giró para sacarle otra foto a ella, tomándole por sorpresa.
—¡Taehyung! —se rió ella sonrojada— Paraaaa.
Pero el chico seguía haciéndole fotos, esta vez de broma y solo con el propósito de molestarla como ella había hecho con el oppa. La joven trató de quitarle el móvil o de tapar la cámara de este sin resultado alguno, pues el chico era mucho más rápido que ella. Sin embargo, una de las veces, se anticipó a él y consiguió quitrle el móvil de la mano, guardándoselo detrás de la espalda.
Empezaron a perseguirse el uno al otro por todo el parque de atracciones riendo, hasta que el peligris consiguió alcanzarla y agarrar su brazo, tirando de ella para acercarle hasta él, aunque quizás consiguió acercarla demasiado.
La chica alzó la cabeza sonrojada, mirando al chico que era mucho más alto que ella. Ambos se habían olvidado ya del móvil y se miraban simplemente a los ojos. El tiempo parecía haberse congelado en ese instante, incluso el atardecer parecía haberse parado solo para ellos.
—Tae...
No sabía muy bien que iba a decir, solo quería romper el silencio que les envolvía. Taehyung se acercó más a la joven, sin apartar la mirada de sus ojos. No debía haber más de dos centímetros de distancia entre ellos. ¿Debía... besarla? Tragó saliva nervioso.
Entonces notó el frío tacto de la pantalla del móvil en la mano de ella y lo cogió rápidamente. No podía hacerlo.
—¡Lo conseguí! —exclamó el chico, alzando la mano con el teléfono con aire victorioso.
La chica soltó un pequeño suspiro, soltanto todo el aire que había contenido sin darse cuenta y esbozó una pequeña sonrisa, algo triste pues realmente quería besar al chico y creía haber visto en los ojos del peligris la misma ilusión que la de ella, pero al parecer no era así. ¿A quién quieres engañar, Elena? ¿Como va a estar alguien tan maravilloso como Taehyung enamorado de ti?
El peligris, algo sonrojado y tímido aún, nervioso por la escena anterior, cogió la mano la chica y tiró de ella, corriendo hacia la próxima atracción antes de que los pensamientos y el arrepentimiento le consumieran demasiado. No es el momento, no es el momento...
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smile » taehyung ✔️
Fanfiction"-¿Estás completamente seguro de esto? El joven alzó una ceja y esbozó una sonrisa. Miró a través del objetivo de su cámara y asintió con la cabeza. -Tú solo... Sonríe." » kim taehyung : hetero © triana (@artsytee333) 2018