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—¡No vas a dormir en el sofá! —exclamó Elena cruzándose de brazos.

—Tú tampoco, ¡eres la invitada! —esta vez fue Taehyung, imitando la posición de la chica.

—Tu también, esta no es tu casa —le reprochó.

Tenía razón. Taehyung era el vecino de Hyungsu y de Yangmi y aunque pasase mucho tiempo con ellos, no era su casa. La casa solo tenía dos habitaciones, la de la madre y la del hijo, pero como era una fiesta de pijamas, movieron la cama del pequeño a la habitación de Yangmi, así que ahora los dos jóvenes estaban discutiendo sobre quién dormiría en la cama de la mujer.

—Podéis dormir los dos en la cama de mamá, por Dios, ni que os fuérais a morir —murmuró Hyungsu.

Los dos jóvenes se miraron y luego miraron al pequeño, que estaba volviendo a quedarse dormido. Elena miró sonrojada a Taehyung y este se encogió de hombros. Ella cogió su pijama y fue a cambiarse al cuarto de baño, mientras que él simplemente se quitó la camiseta para dormir. Se metió en la cama antes de que ella volviera. Cuando ambos estuvieron juntos, confirmaron que ni siquiera se rozaban, la cama era demasiado grande por lo que acabaron riendo.

—¿Y si creamos una fortaleza que separe las dos mirades de la cama? —preguntó él, algo sonrojado y ella asintió enérgicamente así que durante los siguientes minutos se dedicaron a apilar almohadas y cojines entre ellos. Satisfechos, se dieron la mano para cerrar el pacto en el que ninguno de los dos traspasaría la barrera. Luego cada uno se puso finalmente cómodo y apagaron las luces.— Buenas noches, Elena.

—Buenas noches, Taehyung.

🌸🌸🌸

Fue Elena la que se despertó primero. Le costó unos segundos darse cuenta de que no estaba en su cama y de hecho, el lugar donde apoyaba la cabeza, ni siquiera parecía ser una almohada. Levantó la vista y se encontró con el rostro de Taehyung plácidamente dormido. Al principio se sorprendió, luego se dio cuenta de que estaba durmiendo sobre su torso —desnudo— y quiso gritar pero luego recordó a Hyungsu y el pacto de la barrera y sonrió para sí misma al comprobar que era el chico quien se había desplazado hasta su mitad de la cama y ella simplemente se puso cómoda sobre él. No era su culpa que el peligris hubiera decidido dormir en diagonal y ocupar su lado de la barrera.

Algo sonrojada, intentó levantarse de la cama, pero el chico estaba rodeando su cintura con el brazo y no podía moverse. Intentó quitarlo con cuidado de no despertar al peligris, pues era hora de volver a casa, pero el chico acabó despertándose.

—¿Qué haces? —preguntó con una voz ronca y grave que hizo que un escalofrío recorriese a Elena.

—Irme a casa antes de que Andrea se despierte con resaca y empiece a elaborar teorías ridículas sobre secuestros que no han tenido lugar —respondió ella—. ¿Puedes soltarme?

—No.

—¿Qué? ¿P-Por qué? ¡Taehyung...!

—Has roto la promesa de la barrera —dijo este tranquilamente—. Así que como castigo, te he secuestrado y jamás volverás a casa.

—Oh, ¿estás seguro de eso? —rio la chica suavemente— Porque me parece que eres tú el que ha atravesado completamente la cama.

El peligris frunció el ceño y se incorporó, aún sin soltarla por si acaso era una trampa para escapar. Era cierto, era él quien se había acercado a ella ocupando casi todo el espacio de la cama.

—Ugh, está bien —el chico le soltó, dejándose caer de nuevo en la cama—. De todas formas, no puedes irte. El anfitrión de la fiesta aún no ha despertado.

smile » taehyung ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora