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—¿H-hyung?

Aunque la voz sonaba totalmente débil y en un volumen realmente bajo, Taehyung no tuvo ningún problema en reconocerla y sus ojos se inundaron de lágrimas. Elena, que le observaba desde una pequeña distancia, se apresuró en acercarse y abrazarle.

—Hyungsu, pequeño... —dijo como pudo, con la voz totalmente temblorosa— ¿Cómo estás, campeón?

—Estoy... muy cansado —pronunció el pequeño al otro lado de la línea... y del océano—. Mamá me ha dicho que he estado durmiendo mucho y que hemos viajado a Estados Unidos para que me dieran un hígado nuevo. ¿Te lo puedes creer, hyung? ¡A Estados Unidos!

Taehyung no pudo evitar soltar una pequeña risita al escuchar como el pequeño hablaba tan emocionado, a pesar de estar recién salido de una gran operación que no creían que tendría éxito.

—Me han dicho que además de un hígado nuevo tengo un aparato en el corazón para controlar cuánto ando, ¡pero yo no ando! No lo entiendo, hyung, ¿para qué quiero un cuentapasos?

—No es un cuentapasos, pequeño, se llama marcapasos y sirve para ayudar a que tu corazón siga latiendo mucho mucho más tiempo —dijo dulcemente—. ¿Cómo está mamá?

—Mamá está muy contenta, no para de darme abrazos y besos. Le oigo hablar en inglés y es muy extraño, no sabía que podía hablar otro idioma que no fuera coreano —dijo el chico entre risas—. Te echo mucho de menos, hyung, ojalá pudiéramos vernos pronto pero me han dicho que tengo que quedarme mucho tiempo aquí todavía... Realmente quiero seguir ganándote a los videojuegos, ¡eras horrible!

Aquello destrozó el corazón de Taehyung, quien incapaz de pronunciar más palabras, le cedió el móvil a Elena, mientras él simplemente se dejaba caer en una silla, llorando a más no poder. Observó como Elena hablaba animada con el pequeño hasta que pudo notar que comenzó a hablar con Yangmi. La chica iba contándole a Taehyung sobre la marcha la conversación que estaba teniendo lugar, como era probable que los médicos estadounidenses pudiesen aplicar un tratamiento más estricto a Hyungsu que le permitiera recuperar la sensibilidad de sus piernas para poder aprender a andar. Quizás en unos años, el único ápice de enfermedad que quedase en Hyunsu sería simplemente la debilidad de su corazón, su casi imperceptible retraso mental y todos los años de silla de ruedas que quedasen en la memoria del pequeño. Pero el porcentaje para que eso realmente sucediese era realmente bajo. Solo quedaba tener un poco de esperanza.

🌸 🌸 🌸

Al día siguiente era la actuación de Jimin.

No importaba cuantas veces hubieran visto bailar a Jimin antes, todos sus amigos quedaron alucinados al verle sobre aquel escenario, dándolo todo de sí mismo, fusionándose con la música, conectando con sus compañeros y el público, contando una bella historia. La fila de la grada que ocupaban todos los amigos del peliazul sonreían sorprendidos con la boca ligeramente abierta. Todo ayudaba a que la figura de Jimin resaltase, la iluminación, la decoración, su vestimenta y la coreografía, pero realmente nada de eso hacía falta. El chico con sus movimientos sueltos y delicados era capaz de llenar el ambiente y de poner al público en pie. Nadie quería pestañear para no perderse nada. Nadie quería levantarse para ir urgentemente a baño. Todo el teatro estaba sumido en aquella maravillosa obra de arte que constituía Jimin.

Cuando un par de horas más tarde el espectáculo acabó, los aplausos se prolongaron por más de media hora y, un buen rato después, el bailarín consiguió reunirse con su gran grupo de amigos quienes le vitorearon, le aplaudieron y le abrazaron. Ninguno podía dejar de sonreír, ninguno podía dejar de ser feliz en ese instante. Nadie pensaba en la marcha inminente de Yoongi y Andrea, en el pequeño Hyungsu recuperándose en el hospital estadounidense o en cualquier otra cosa. El único centro de atención en esos instantes era Jimin. Y por el fin el mundo parecía haberles permitido darse un descanso de las malas noticias para disfrutar.

—¡Jimin-ssi! ¡Has estado fabuloso! —exclamó su mejor amigo con una amplia sonrisa, rodeándole con sus abrazos el primero, antes siquiera de que al chico le diese lugar a saludarles. Tae estaba realmente orgulloso del chico.

—Definitivamente ha sido el mejor regalo de despedida que podrías habernos dado, Park —sonrió Andrea, asintiendo con la cabeza y dejando un pequeño beso en la mejilla del chico.

—¡Nunca había visto a nadie bailar así! ¡Ha sido precioso! —exclamó una sonriente Yuna desde los brazos de Jungkook. El chico se pasaba todo el rato abrazándola por la cintura, negándose a soltarla en ningún momento. Eran terriblemente adorables.

—Vamos, chicos, he reservado una mesa en mi restaurante para seguir celebrando —dijo el mayor de los chicos con una sonrisa.

Los elogios a Jimin no cesaron en todo el camino hasta el restaurante. Todos reían y recordaban cada segundo del espectáculo. Hoseok y Jimin se enzarzaron en una profunda conversación sobre la técnica del baile y como ambos bailarines se dedicaban a estilos tan diferentes. Namjoon y Seokjin lideraban la marcha de los chicos en dirección al restaurante del segundo, algo apartados del resto y comentando diversos temas. Por último, las tres parejas iban algo más atrás del resto y se dedicaban a charlar sobre la actuación y sobre los planes de futuro, qué iba a pasar a partir de esa noche cuando Andrea tuviera que regresar a España con Yoongi.

El plan original es que Yuna comenzaría a ayudar activamente a Elena en la librería, ya que la chica estaba más al tanto de la literatura que la mayor. Además, la chica quería seguir buscando empleos relacionados con su verdadera pasión: los animales. Taehyung y Jungkook por otro lado, discutían sobre técnicas de fotografía, tipos de cámaras y sobre la profesión en sí. El pelirrojo comenzaría su nuevo empleo en una revista al día siguiente y realmente estaba deseando empezar. Yoongi y Andrea simplemente caminaban de la mano, escuchando a sus amigos y soltando comentarios puntuales sobre un tema u otro mientras que el chico, con el pelo recién teñido de color menta por su novia esa misma mañana, acariciaba dulcemente su mano en una pequeña muestra de amor.

El único momento en el que los diez jóvenes dejaron de montar tanto alboroto fue cuando por fin se reunieron en torno a una mesa y se dedicaron a comer los deliciosos platos de la cocina dirigida por el mayor de los chicos.

Todo apuntaba a ir bien a partir de ese momento, ¿no?

🌸 🌸 🌸

Atención, nos estamos acercando a la recta final del fanfic. Esto está acabándose, babies.
No sé si estoy trite o feliz por ello, pero espero que disfrutéis del final.
¡Besos! 💞

smile » taehyung ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora