smile » taehyung ✔️

18

Fue Taehyung el primero que se despertó. Su rostro se iluminó con una radiante sonrisa al notar a Elena durmiendo sobre su pecho. Definitivamente, podría acostumbrarse a eso. Comenzó a acariciar suavemente su mejilla, con cuidada de no despertarle. Luego pasó a su pelo castaño y rizado, ese que tanto le encantaba. Fue entonces cuando la joven se despertó, algo desorientada, pero al ver al chico sonrió ampliamente.

—Buenos días, angelito.

Elena se sonrojó al escucharle e inmediatamente después todos los recuerdos de la noche anterior volvieron a su mente. Se inclinó levemente y besó de nuevo los labios de Taehyung.

—Wow, podría acostumbrarme a esto —dijo el chico entre risas y volvió a besar a la joven dulcemente—. Voy a preparar el desayuno, ¿vale?

—Pero no quemes la cocina, por favor —Elena rió.

El chico negó con la cabeza riendo y se dirigió a la cocina con una amplia sonrisa inundándole el rostro. No podía estar más feliz. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no alcanzó a oír los apurados pasos de la chica que saltó sobre su espalda riendo, por lo que casi se caen juntos al suelo pero supo mantener el equilibrio y sujetar bien a la joven. Ambos rieron y prepararon el desayuno juntos entre bromas y besos. Todo era tan idílico que apenas parecía real.

Cada vez que la escuchaba reír, el corazón de Taehyung asentía feliz y palpitaba más rápido, como si quisiera sincronizarse con la risa de la joven. El chico capturaba todos esos momentos en imágenes mentales sabiendo que si los ojos pudieran hacer fotografías, aquellas serían las más hermosas de todas.

El móvil del peligris vibró sobre la encimera de la cocina. Se trataba de un correo electrónico del concurso de fotografía. Nervioso, lo abrió rápidamente y comenzó a leer. ¡Había pasado a la siguiente ronda! Le tendió el móvil a la chica para que ella misma pudiera leer la noticia y esta comenzó a gritar y a dar saltitos de ilusión. Taehyung se enamoró incluso más de la joven en ese momento.

—TaeTae, ¡lo has conseguido! —exclamó la chica feliz, besando las mejillas del peligris riendo.

—Ni siquiera he ganado todavia, Elena —se rió el chico.

—Pero estás más cerca de ello, ¿o no? —sonrió ella a lo que el chico no pudo más que darle la razón— Eres realmente bueno en esto, seguro que lo conseguirás.

—Gracias, preciosa.

Taehyung dejó un dulce beso en los labios de la chica.

🌸🌸🌸

—¡La próxima vez que no me hagas caso voy a pegarte con una escoba! —exclamó la menor entre risas tras escuchar la historia de su mejor amiga— Ya te dije que no ibas a acabar sola rodeada de gatos, en todo caso esa seré yo si Yoongi sigue así.

—Ay amiga —rió Elena—, Yoongi y tú estáis hechos el uno para el otro. Dejale respirar, el pobre está haciendo todo lo que puede por vuestra mudanza.

—No me cambies de tema, estábamos hablando de lo real que Taena es y de lo poco que me haces caso —la menor amenazó a la del pelo rizado con la escoba—. Ya te dije que soy adivina, pero tú sigues sin hacerme caso. Igual que Jin y Jungkook. Tener amigos para esto, ay señor.

—¡Andrea! —rió la mayor, realmente adoraba a esa chica— Las escobas son para barrer, no para amenazar a gente.

—Sí, sí... tú sigue cambiando de tema...

Las dos amigas rieron y continuaron con el día de limpieza mientras charlaban sobre el maravilloso día que la mayor había vivido con Taehyung y sobre lo enamorada que estaba del peligris. A pesar de parecer lo contrario, Andrea estaba realmente feliz por sus dos amigos. Desde que conoció al peligris, siempre supo que su amiga se sentiría atraída por él y que sería algo mutuo si se conocieran. Y efectivamente.