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Elena se quedó sola con Hyungsu. El peligris y ella habían estado un buen rato tratando de hacer entender al pequeño que solo eran buenos amigos, nada más, y por fin Hyungsu parecía haberlo comprendido. Habían pasado un buen rato jugando a videojuegos y hablando, a Elena le cayó bien al momento de conocerlo y el chico no paraba de decir una y otra vez a la joven que era muy guapa.

—¿Tú también sabes poner caras graciosas? —le preguntó el pequeño e hizo una demostración— Tae las hace mucho para hacerme reír.

—¿Así? —rio la joven, sacando la lengua y poniéndose bizca al mismo tiempo. El pequeño estalló en carcajadas inmediatamente y ella no puedo evitar reír con él.

Le siguió haciendo caras graciosas y él siguió riendo. Era adorable y por un momento, la joven recordó verlo tumbado en aquella cama del hospital, enchufado a innumerables máquinas que le mantenían con vida. Era injusto que un chico tan dulce como él tuviera que estar pasando por todo eso. Y entonces comprendió por qué Taehyung le dedicaba tanto tiempo y hacía todo lo posible por él.

—¡Oye! ¿Ya me has sustituido por alguien que también te haga caras graciosas? —protestó el peligris, apareciendo detrás de la joven y fingiendo estar molesto. El pequeño dejó de reírse un momento, empezando a disculparse cuando Taehyung encogió la nariz, medio cerró los ojos y abrió la boca, por lo que el pequeño volvió a reírse. Junto a Elena.

—No te preocupes, tú te llevas el premio —rio ella.

—Muy bien, pequeño, ha llamado tu madre, es la hora de la medicina —dijo el joven y Hyungsu empezó a quejarse.

Elena se mordió el labio mientras observaba la escena. Taehyung yendo a por la medicina y el pequeño mirándola con ojos suplicantes para que hiciera cualquier cosa con tal de que tuviera que tomarse aquellas pastillas. El peligris se tropezó al salir de la cocina y sus dos amigos empezaron a reírse de él.

Hyungsu se tomó la medicina sin muchas ganas y Elena le compensó cogiendo la bolsa con el menú de McDonnald's que había comprado con Jimin solo para el pequeño. Él aplaudió con sus pequeñas manitas y sacó la hamburguesa y las patatas. Empezó a comérselo todo riendo y Taehyung negó con la cabeza, riendo. A veces, Elena se sorprendía a sí misma siendo incapaz de apartar la mirada de su amigo mientras este ayudaba al pequeño a comer o a colocarse correctamente. Pensó que el joven sería un buen padre en un futuro y se lo imaginó cuidando a sus alocados amigos.

🌸🌸🌸

Hyungsu se quedó dormido en el regazo de Elena tras haber devorado la hamburguesa y haber mantenido una profunda conversación con ella sobre España. El pequeño nunca había salido de Corea y le apetecía mucho conocer el resto del mundo, aunque estaba seguro de que no iba a lograrlo. En ese momento, Taehyung abandonó el salón para preparar la cena para ellos dos, la verdad es que no soportaba escuchar a Hyungsu hablar de su propia muerte. La joven tragó saliva y siguió contándole cosas de cuando ella era pequeña. Al final, el pequeño cayó en los brazos de Morfeo.

Taehyung lo cogió en brazos y lo llevó a su habitación, arropándolo con cuidado y dejando un pequeño beso en su frente. Cuando volvió al salón se encontró a Elena secándose un par de lágrimas lo más rápido que podía. No sabía que decir, así que simplemente se dedicó a acariciar la mejilla de la joven para limpiarle las lágrimas que seguían cayendo. Ella se sonrojó y se apartó, intentando no ser muy brusca.

—Le has caído muy bien —dijo el peligris con una pequeña sonrisa—. Es más, creo que le gustas.

Ambos rieron suavemente y de repente se acordó de la comida, por lo que fue corriendo a la cocina para evitar que se quemara, pero ya era demasiado tarde. Comenzó a maldecir en susurros, mirando las sartenes y escuchó a Elena reír desde el marco de la puerta.

smile » taehyung ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora