Historias Charr, Guild Wars 2: La Manada Forever.

TOMO 1 - EPISODIO 06: Sorpresas Inesperadas

Ya había pasado mas del medio día, y el grupo se encontraban atravesando un bosque con arboles altos no muy frondosos de aspecto otoñal. Los ALFAS y los humanos se dirigían hacia el este, hacia donde se encontraba el escondite de los ladrones según les decía Frostrik. El ladrón continuaba atado de una soga que le daba varias vueltas alrededor de sus brazos y el torso para que no pudiera escaparse, sujetado del otro extremo por Epek. El grupo no confiaba para nada de él, con excepción de Yukii quien intentaba ser amable y que todos se llevaran bien durante el viaje.

- Dime Frostrik, ¿Porque decidiste unirte al gremio de ladrones? - Yukii quería romper el hielo después de haber caminado un largo rato en silencio, - Hay muchos trabajos disponibles en el Linde de la Divinidad, y tu no pareces del tipo de personas que quisiera ganarse la vida haciéndole daño a los demás. -

- Mira niña rica... Se nota por el tipo de ropa que usas y esas joyas que llevas en el cuello que no tienes ni idea de lo que ocurre en el mundo exterior. Aunque no lo creas, la vida en el Linde es muchísimo mas difícil de lo que parece ¿Crees que si fuera tan fácil conseguir trabajo seguiría siendo un ladrón? - Frostrik no quería hablar mucho de su pasado.

Yukii se quedo en silencio por un momento, - Sabes, si quieres cuando regresemos al Linde te podría conseguir trabajo en alguna parte. Tengo muchos contactos en la ciudad que le deben favores a mi familia. - Le mostraba una sonrisa dulce y optimista, quería ganarse su confianza para que mejorara su vida.

- ¿Trabajo para un ladrón? ¡JA! Niña, nadie le querrá dar trabajo a una alimaña como esta. Lo primero que va a pasar cuando lleguemos al Linde es que va a ser arrestado por los guardias. - El noble miraba con completo desprecio a Frostrik.

- ¡ESO NO VA A PASAR! ¡TODOS TENEMOS DERECHO A UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD! ¡NO PERMITIRÉ QUE LO ARRESTEN! - Yukii gritaba enojada, ella detestaba a las personas prepotentes.

- ¡NIÑA! ¡YO NO NECESITO DE TU AYUDA NI DE TU LASTIMA! ¡SIEMPRE ME LAS HE ARREGLADO SOLO ASÍ QUE NO ME MOLESTES! - A Frostrik no le agradaba mucho la idea de que se compadecieran por él.

- Estos humanos no hacen nada mas que discutir, van a atraer a los enemigos cercanos si continúan con esos gritos. - Le decía Rival a REDR en voz baja.

REDR se detiene de golpe y voltea a mirar a los humanos con una  mirada intimidante, - ¡MUY BIEN BASTA, SE ME CALLAN TODOS! Tengan algo muy claro humanos, y es que mientras sigan viajando con nosotros harán todo lo que les ordenamos. ¿Esta claro? No quiero escuchar un ruido mas ¡O LOS MATAREMOS! - Rugía fuerte y atemorizante, buscando que los humanos entendieran de una vez por todas que los Charrs eran los que mandaban.

De repente un ruido metálico empezó a sonar de entre los arbusto, una figura alta femenina con una armadura resplandeciente embosco a REDR, blandiendo un inmenso mandoble. 

- ¡AQUÍ LOS ÚNICOS QUE VAN A MORIR SON USTEDES MALDITAS BESTIAS! - Su mandoble se acercaba rápidamente hacia la cabeza de REDR.

¡Rival reacciona y usa su escudo para bloquear el ataque sorpresa! El impacto del mandoble fue tan fuerte que aun Rival siendo tan pesado fue empujado hacia atrás.

REDR quedo sorprendido, - ¡Gracias Rival! Si no intercedes estaría muerto. - 

- ¿DONDE ESTA, NO LA VEO? - Rival no bajaba la guardia después del inminente ataque, buscando a la atacante por todos lados. 

Detrás de ellos se escuchan choques de espadas y gritos de guerra. - ¡Vaya humana, hace tanto tiempo que no me sentía tan bien peleando! - Epek se encontraba alegre con la desconocida mientras contenía los golpes de su mandoble.

- ¡CÁLLATE Y MUERE GATO ASQUEROSO! ¡Y REGRESAME A YUKII DE UNA VEZ! - Se le veía odio acumulado en sus ojos, con ansias de despellejar vivo a cada uno de los Charrs presentes.