(Capitulo 1)Y ahora...quien soy?

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Y allí estaba yo, en medio de un robo mientras con un dedo en el gatillo aquel hombre presionaba un arma apuntando a mi cabeza. Solo pensaba en mi mala suerte mientras la desesperación de aquel sujeto se hacía notar, temblaba y sudaba por el miedo de ser atrapado, al parecer nada había salido como quería y yo, para mi mala suerte, era su única esperanza.

Almenos hasta que se escuchó aquel sonido ensordecedor, y luego el un silbido entre la nada.

El estupido y miserable hombre había activado el arma por error, había perdido su única oportunidad de salir de este embrollo y tristemente el pobre rehén quien pasaba por el banco acabo muriendo de mera casualidad.

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La nada...

Apenas y podía definir lo que sentía tras ese trágico final, la nada era lo único que podía sentir, si es que eso tiene sentido en primer lugar. No había nada que pudiera ver, oler o sentir, no era consciente de mi cuerpo e incluso mis pensamientos solo me guiaban al mismo lugar, un más de pensamientos que no me llevaban a ninguna parte.

Esto es estar muerto?

Sin sensación alguna en aquel estado lo normal sería pensar que esto sería lo peor, vivir en la nada donde la locura de la soledad y la no sensación debería ser la peor de las torturas pero curiosamente no era así, apesar de no sentir nada me encontraba en una curiosa calma, como si mi propia muerte o la pérdida de todo a lo que acostumbraba dejará de tener valor. No sentir ningún tipo de preocupación; acaso es esto lo que sienten todos aquellos que están a punto de morir?

Que será de mi a partir de ahora? lo único que me espera será está eternidad?

-por ahora, sólo deberás escuchar - Entre mis apagados sentidos una pequeña esperanza surgió bajo una voz misteriosa y tranquilizadora.

Escuchar?

Una voz familiar resonó entre el vacío donde creía que ya nada más aparecería, la voz era como la de una joven chica, sonaba similar a alguien que ya conocía pero de alguna manera sentía que no era dicha persona, acaso la dueña de esta voz había muerto al igual que yo?

-lamento romper tus ilusiones pero no eh muerto como tu- Y así fue como la voz respondió

Como si de leer mi mente se tratase había dado respuesta a mis pensamientos, pero si ella no había muerto que era entonces?

-quien eres? Donde estoy?  

En un impulso del momento decidí intentar hablar, cosa que si bien ya había intentado antes no había mostrado ninguno resultado, bueno, ninguno hasta ahora.

-Yo.....soy lo que tu llamarías una Diosa, aunque no soy una de la que pudieras haber llegado a escuchar

Menciono aquella "Diosa" de manera tranquila mientras algo incrédulo solo escuche, era algo difícil de creer, en especial si solo su voz podía indicarme ese hecho, no podría ser solo una alucinación creada por la locura de estar tanto tiempo en la nada? Si es una creación de mi mente seria normal que conociera mis pensamientos.

-Tus teorías suenan interesantes pero lamento decirte que están lejos de la realidad *chasquido*

El ruido causado por el roce de sus dedos resulto en una sorpresa para mi, no entendía lo que había ocurrido.

Si antes no sentía nada tras ese chasquido ahora era como si todo volviera a lo que una vez fue, una vez más pude ser consiente de mi cuerpo y con eso pude abrir los ojos que antes no parecían existir.

Omega ProyectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora