(Capitulo 2)Alfa

332 36 7
                                    

Luego de unos meses finamente había logrado comprender de mejor manera el idioma hablado en este mundo, la forma en que componían sus frases y expresiones era muy similar a mi idioma natal solo cambiando en las palabras usadas y en su escritura por lo que aprendiendo el significado de dichas palabras era suficiente para almenos entender el contexto en el que hablaban.

Aquellas cosas que escuchaba de ese hombre eran aun desconocidas para mi salvo algunas excepciones como el significado de la palabra que mencionaba siempre frente a mi y esa era Alfa.

Con el tiempo comprend que mi nombre o como se refieren a mi es Alfa, soy el @#$@## 103, no se que signifique @#$@## pero utilizan esa palabra antes del numero de cada niño que llega al lugar, y bueno, con eso doy a entender que yo nunca fui el único en sus manos.

Otros niños más han llegado y todos ellos acaban de maneras similares a mi, algunos solo los escucho gritar, otros pedir ayuda de manera desesperada, de diferentes edades y géneros, todos son nombrados con un número, para luego recibir la inyección, quienes sobreviven pasan por diversas pruebas, aunque no todas del mismo estilo, pude presenciar la muerte de muchos de ellos mientras otros solo eran desechados una vez no podían seguir de con los tratos que ejercían sobre nosotros.

En cierto punto pensé que las inyecciones eran la causa de que resistiera el calor y me recuperará de las quemaduras, al ver que aplicaban las mismas inyecciones en ellos y que estos no lo toleraban igual que yo pude observar como mostraban efectos totalmente diferentes.

Algunos eran más resistentes mientas otros apenas y podían sobrevivir unas pocas semanas; la edad no era un inconveniente pues apesar de ser un recién nacido mi crecimiento se vio acelerado al punto de que aún sin un año ya tenía la apariencia de un niño, como si a cada mes de vida mi cuerpo creciera un año en realidad.

Al parecer mi cuerpo era extrañamente resistente al calor y al frío, además de que al interactuar con ciertos elementos reaccionaba causando cambios de temperatura opuestos a lo que sintiera.

Tocar agua fría hacia que está se calentará al punto de hervir por lo que los baños tras cada inyección resultarán sumamente dolorosos.

En la noche por otro lado ellos solían dejarme en una habitación caliente la cual causaba que mi cuerpo reaccionara y se enfriara, solo que sin el debido control de esta capacidad acababa prácticamente durmiendo en un congelador.

-

-

-

-

-

Los experimentos eran una rutina donde probaban todo tipo de interacciones diferentes, probaron interacciones a las que estaba habituado pero sin aplicar las inyecciones y esto demostró lo que creía, pues si bien el agua se calentaba un poco cuando la tocaba el efecto nunca era tan fuerte mientras estaba sin la inyección. Parece potenciar la habilidad que tengo de por sí.

Aunque curiosamente empezaron a haber algunos dias donde nisiquiera aparecían por el lugar, pasar el rato solo si bien era agradable pues podía evitar el dolor también se me hacía algo solitario, sin nadie con quién hablar, solo me quedaba en un mismo lugar pues sentía que si me movía podrían aparecer y hacerme algo pero luego de varias días iguales supe que nada pasaría.

Espere un par de horas para asegurarme de que no volvieran y finamente tome el valor de salir moverme de mi zona designada dispuesto a observar todo a mi alrededor.

Un cuarto grande era el lugar al que conocía como mi “hogar”, mi cama no era más que un rectángulo de piedra, no había ventanas tampoco, solo una puerta enrejada que era por donde venían los hombres con bata.

Omega ProyectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora