~Mi Ángel~

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Capítulo V

Siento un dolor horrible en mi pierna. Aún no puedo abrir los ojos, pero estoy consciente de lo que está pasando.

Escucho con mucha claridad las voces en mí alrededor.

~¡Doctor! Está respondiendo~ Dice, lo que parece ser a mis oídos, una enfermera.

~¿Kate, puedes escucharme? ¿Puedes mover algo?~
Sé que puedo. ¡Mis dedos, sí! Traté de mover mi dedo índice, y con un gran éxito lo logré.

~Kate, ¡Despierta amiga! Por favor, abre los ojos~.
Escuchaba los sollozos de una chica.

~Señorita, ¿Cómo entró aquí?~ preguntó la enfermera. ~Es mi amiga, tengo derecho a verla~. Hubo un poco de silencio. Dios, me desespera no poder abrir los ojos.

~¿Se pondrá bien doctor?~ preguntó una voz vagamente familiar. ~Sí, creo que nuestros estudios estaban erróneos. Ella se repondrá más rápido de lo esperado jóvenes. Tienen una hora para que la vean~

Escuché como los pasos pesados del señor que estaba a mi lado, el doctor, se dirigían hacia la salida de la habitación.

~Cálmate Valery, ella es fuerte, estará bien~

~¿Estás seguro?~

~Al 100%~.

... ...  ... ...

El hermoso canto de los pajarillos en el apenas amanecido cielo inunda toda la habitación.

Trato de abrir los ojos y lentamente lo consigo, la noche anterior había podido entre abrir los ojos un poco y eso me alegraba.

Lentamente empiezo a observar cada rincón de la pequeña habitación en la que me encuentro. Todo va bien hasta que mi vista se detiene en un punto exacto, trato de enfocar mi visión y me doy cuenta que mis ojos están viendo a alguien.

Él está ahí, el chico del cine, el de mi sueño extraño... mi ángel. Todos éstos días en los que he estado internada en éste hospital sentía una presencia viva a mi lado y aunque la enfermera llamara a la puerta y dijera que la hora de visitas había terminado se podía haber vaciado la pequeña habitación, pero aquella presencia seguía intacta.
La sentía conmigo día y noche ¿Será que él ha estado junto a mí todos estos días?

-Buenos días Kate-.
Susurró mientras se ponía de pie e iba hacia mí.
-¿Cómo te sientes?-.

-Bien-. Respondí con un hilo de voz. - ¿Qué tal me veo ángel?-.

Él sonrió extrañado. -Hermosa como siempre, ¿Por qué me llamas ángel?-.
Posa su mano en mi frente y la acaricia con su dedo pulgar.

-Eres mi ángel guardián, ¿No es así?-.

Lo miré directamente a los ojos. Son los mismos ojos color verdes que me encontraron aquella vez en mi sueño extraño. En el que él me confesaba que estaba embarazada.

-Debes descansar-. Se inclinó hacia mí y me besó la frente.

-¿No es así?-. Volví a repetir mirándolo de nuevo.

-Descansa Kate-. Se sentó en la silla que estaba del lado izquierdo de la cama fijando su mirada de nuevo en mí.

-¿Hace tiempo escuché a una chica, que decía que yo era su amiga, quién era?-. Miré hacia cada rincón de la habitación, pero no había rastro de ella.

-Se llama Valery, es tu mejor amiga Kate. Le dije que fuera a descansar, estaba exhausta. No ha dormido en todos estos días por estar al pendiente de ti-.

-¿Cuánto tiempo ha pasado?-.

-Exactamente, una semana. Te has estado recuperando muy bien Kate. Tu pierna está mucho mejor-.

Rápidamente miré mi pierna debajo de las sábanas. ¿Qué rayos había pasado, no recordaba nada, solamente el último sueño.

-¿Qué fue lo que pasó?-.

Empiezo a poniéndome nerviosa. Sí, había tenido un accidente, pero, no recuerdo ni por qué, ni que había pasado. Solo lo recuerdo a él.

-Bien, creo que es hora de empezar-. Sonrió dulcemente y acercó la silla hasta la orilla de la cama. -Mi nombre es Harry. ¿Me recuerdas?-. Arqueó una ceja y esperó mi respuesta

-Sí, eres mi ángel guardián-. Sonreí y él lo hizo también.

-Kate, soy el chico que estaba afuera del cine. ¿Me recuerdas?-. Hago una pequeña mueca tratando de recordar pero era en vano.

-No, eres mi ángel guardián. No lo niegues Harry-. Reí un poco y sentí un dolor en las costillas.

-No te rías, o te dolerán más las heridas-. Se rió y me tomó la mano.

-Aún teniendo amnesia eres muy inteligente mujer. Y sí Kate, soy tu ángel guardián, mi nombre es Harry. Estoy aquí para cuidarte los siguientes nueve meses, y lo que resta de tu vida-.

Lo sabía, él no podía ocultármelo.

-No, no puedo-. Bajó su mirada y se volvió de nuevo a mí.
-Saldrás en unos cuantos días de aquí y te irás conmigo-.

-¿A dónde?-. Pregunté inocentemente.

-A mi casa, estás en mucho peligro en ése apartamento en el que vives-.

-¿Peligro de qué?-.

-Kate, tendremos tiempo de hablar después-. Él estaba por soltarme la mano, pero lo detuve.

-Dímelo, quiero saberlo-. Dio un suspiro y me miró serio.

-Está bien, pero esto no lo debe de saber nadie Kate, nadie-.

Tragué saliva. Creo que esto va a estar fuerte...

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Hey Chicas!
He vuelto xD
Necesito Entregar Un Proyecto Pero Ya Lo Terminé, Ahora A Seguir Subiendo Caps...

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Por cierto, el siguiente capítulo está muy bonito

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Embarazada De Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora