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Camila se estaba haciendo vieja aquella tarde en el centro comercial. Raven y Lauren habían entrado a todas y cada una de las tiendas de prestigio y en todas habían comprado al menos un vestido. La morena estaba harta de compras ella se había llevado la peor parte cargando junto con el guardaespaldas todas las bolsas.

—Mira mami, Lolo se ve pleciosa ¿verdad?

La boca de Camila se abrió quedando embobada con la vista, la ojiverde se había probado un vestido color rojo con un escote bastante generoso, la mirada de las chicas Cabello enterneció a Lauren y no dudo en modelar para ellas aquel precioso vestido que se abrazaba a la perfección a su cuerpo.

—Te.. - Se aclaró la garganta —Te ves muy bien Lauren...

—Mami tiene razón... - Lauren les guiñó un ojo a ambas haciéndolas sonrojar.

—Tal vez... deberías llevarlo y usarlo esta noche - Lauren alzó una ceja interrogativa —Puedes venir esta noche conmigo y Raven a cenar en nuestro departamento... Es una cosa que hacemos todos los sábados de medio-chicas y solo esto... es para agradecerte ya sabes...

—Pero si nunca hacemos nada d... - Camila tapó la boca de Raven y sonrió forzosamente.

—Es de mala educación meterse en conversaciones ajenas Rav... 

Raven frunció el ceño aún con la mano de la morena sobre su boca, Lauren se limitó a decir que estaba bien.

¿Que diablos acababa de hacer?

Había invitado a una cita a la peor de sus pesadillas.

Fue el vestido sí, eso.

Ese jodido vestido que la hacía imaginarse como podría arrancárselo mientras la besaba con pasión.

No iba a entrar en pánico, no sería una cita. Sólo sería una cena de agradecimiento por haber hecho muy feliz ese día a Raven.

¡Si como no!

Gritó su conciencia.

Horas más tarde Camila estaba como una chica adolescente loca por no saber que ponerse ya había cambiado su atuendo al menos siete veces, parecía como si esta fuese su primer cita y prácticamente lo era pero eso nadie tenía que saberlo. En el instituto ella había sido algo así como un fantasma entre los pasillos y después estaba enfocada en su carrera artística, entonces llegó Raven y las citas junto con su carrera pasaron al olvido.

—¿Te gusta Lolo, mami? - Camila paró de hacer volar prendas por el aire.

—¿De donde sacas eso Rav? Odio a Lauren, me cae mal, de hecho no la soporto.

—Entonces ¿Polqué pones cara de boba cuando la ves?

—RRR ERRE PoRR qué... con R.

—Porr qué pones cara de boba cuando la ves ¿Así? - Raven ladeo un poco su cabeza esperando la respuesta. Camila entrecerró los ojos.

—Es mi cara de odio Rav.

—Eso es mentila... tu cara de odio es cuando ves al abuelito de Lolo ¿Si es su abuelito?

Tal parecía que Raven había llegado a la edad donde la curiosidad estaría al pie del cañón. Hizo una nota mental de cuidar todo lo que diría delante de la pequeña de ahora en adelante.

—No es su abuelito y ya deja de preguntar cosas Raven... - La tomó en brazos y la llevo hacía el cuarto de baño sentándola sobre el tocador de baño —Pareces una princesa Rav - La menor se sonrojó —Te ves hermosa cariño.

Camila cepilló su rubia melena no teniendo la menor idea de como hacer peinados para niñas de cuatro años, pero en ese momento llegó su salvación, Lauren. Cuando abrió la puerta se quedó tan pasmada como por la mañana había quedado, estaba segura que inconscientemente emitió un pequeño gemido. Lauren tenía puesto el vestido rojo que ella le había pedido que llevara para la ocasión, su cabello estaba en una coleta alta y su maquillaje era sencillo apenas se notaban las sombras en sus preciosos ojos verdes; ella había optado por colocarse unos pantalones negros y un crop top del mismo color, esta vez se había puesto un short de compresión no iba a correr el riesgo de que su erección le hiciera pasar un momento incomodo con la ojiverde.

Estrelladas - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora