Estrelladas - Camren G!P

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FINAL.

Parte 1.

—La señorita Iglesias y el señor Hobbes no podrán acercarse nuevamente a usted ni a su familia señora Jauregui.

La mencionada asintió conforme pero con un toque de nostalgia. Lauren había colocado una orden de restricción en contra de la que creía era su mejor amiga y del depravado que había llegado al extremo de colarse a su casa, ¿Cómo? No tenía ni una remota idea, pero un día simplemente aquel hombre estaba en su cocina preparando un desayuno para "Su esposa y sus hijas" de más está decir que Camila se había vuelto completamente loca, había acusado a Verónica de tener algo que ver con el hecho, había querido asesinarla con sus propias manos por exponer a su prometida y bebés de esa manera, nunca se confirmó aquello a decir verdad pero Camila continuaba estando segura que había sido Verónica y su obsesión con la fama.

Por otro lado Verónica no había dejado de pedirle perdón y una nueva oportunidad dejando en claro que esta vez no sería estúpida y no pondría por delante los deseos de fama, se enfureció cuando Lauren le dejó claro que se había retirado de las cámaras para ocuparse de su nueva familia. Realmente nunca iba a terminar de entender por que Verónica tomaba aquellas actitudes, por que su ex-mejor amiga tenía cómo prioridad continuar en la cima, ahora sabía que jamás lo sabría.

"Estás mandando a la mierda tu futuro".

Fue lo que espeto Verónica con desagrado, la última vez que la vio.

Había estado fastidiándola hasta el hecho de mandar reporteros a la casa que compartía con Camila para que las gemelas fuesen conocidas en los medios, por mucho que quisiera a Verónica, su familia era prioridad.

Las gemelas.

Con apenas dos meses de edad eran las pequeñas cositas más hermosas que jamás vio en la tierra.

Lara y Larissa.

No sabía quién era la más enamorada de las pequeñas si Camila que no quería compartirlas con nadie en el mundo, Raven que no se cansaba de cantarles y llenarles la barriga de besos, su madre que cada día las llenaba de obsequios desde juguetes hasta ropa rosada que sólo se pondrían una sola vez o ella que se aferraba a la idea de tenerlas en casa por siempre queriendo que fueran bebés toda la vida.

Había sido un parto complicado, la doctora Hernández lo había dejado claro desde el primer mes, era su primer embarazo y corría riesgos, aún mas cuando aquel depravado obsesionado la había estado acosando; por suerte todo había salido bien a pesar de las complicaciones, había sido un parto largo y muy duro, por un instante creyó que no lo lograría pero con Camila casi encima de ella exigiéndole que no se rindiera, que tenía que traer al mundo a sus dos princesas fue más que suficiente para continuar hasta que el primer llanto sonó.

Lauren cayó rendida a sus pequeños pies desde el primer instante en que las vio, desde el primer segundo que las sostuvo en sus brazos, Lauren supo que había hecho lo correcto cuando dejó su vida de fama y estrella de Hollywood para elegir a Camila, una vida junto a la morena.

Lauren supo que su hogar era junto a las gemelas, Raven y Camila.

Aparcó su auto junto a la camioneta de Ariana, reviró los ojos.

Amaba tener personas que le ofrecían una amistad sincera, lo amaba enserio pero realmente quería tener un momento a solas con su familia, eso también implicaba dejar fuera a su madre que prácticamente se había mudado con ellas.

—La estás fastidiando, Ariana - Escuchó a su prometida.

—Tú eres la única que está fastidiando aquí - Vio a Ariana tomar a una de las bebés ignorando los gruñidos de Camila —Necesitas enserio tener sexo - Lauren se sonrojó igual o más que Camila.