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Gemidos salían del baño en el camerino de Lauren Jauregui.

La morena se estaba masturbando dedicándole una de tantas a Lauren, había quedado caliente y con las bolas azules. Lauren y ella habían estado a punto de follar en aquel sofá cuando uno de los chicos del staff había tocado la puerta anunciándole a Lauren que su madre se encontraba ahí, la ojiverde dejó de tocar el miembro de la morena por encima de la ropa interior y se puso de pie como alma que la lleva el diablo, se colocó la ropa y simplemente besó los labios de Camila para después desaparecer en busca de Clara Jauregui.

Camila estaba segura que un día de estos podría caerse su pene por tantas erecciones que le causaba la ojiverde, erecciones sin liberación.

—Oh... Lauren... - Camila se había corrido llenando toda la pared de semen, había estado imaginándose como Lauren lamía toda su extensión y solo eso le bastó pues estaba ya muy caliente por los toques que le propinó la ojiverde a su falo.

En otro punto de la ciudad en una pequeña cafetería se encontraban Lauren y Clara Jauregui en una calurosa discusión que la ojiverde solo se limitaba a ignorar, estaba tan cansada de que su madre se metiera en su vida que solo por respeto no se soltaba a gritarle todas y cada una de sus verdades.

—Solo escúchame hija... has logrado tanto como para que una muerta de hambre como ella venga a colgarse de tu fama Laur... - Con cada palabra que decía su madre a Lauren le costaba cada vez más contenerse —Te veías muy bien con Matt, ¿Por que no sales de nuevo con un hombre apuesto como él?

—Ay madre... Matt es gay - Lauren casi reía por la cara que había puesto su madre —Agradezco que te preocupes por mi pero, soy una adulta y si quiero enrollarme con Camila "la asistente" lo haré, y no necesito tu aprobación ni la de nadie.

—Ella sólo está aprovechándose, cuando veas que nada es tan lindo como parece dirás "mi madre me lo advirtió" aparte tiene una hija que es tan hombrecito como esa... ¡Esa niña mugrosa sólo mancha tu imagen! - Esa fue la gota que derramó el vaso de paciencia de Lauren Jauregui. Golpeando la mesa se puso de pie desafiando a su madre.

—No te permito que hables de esa manera de Raven - La ojiverde comenzó a tomar sus cosas —Con todo el respeto que te mereces madre, no tienes ningún puto derecho de ofender a las demás personas mucho menos a una pequeña niña... y si de colgarse de la fama se trata no olvides tu historia con papá.

Y salió de aquel lugar con la furia hasta las puntas de su cabello, no podía creer que su mamá fuera una persona tan superficial bueno, ella lo era pero no al grado de ir por la vida ofendiendo a las personas de clase inferior... Ok, en algún momento de su vida llegó a ser así pero solo fue una racha de instituto...

No podía creer que solo para pasar un mal sabor de boca la hayan interrumpido de tener sexo con Camila.

Suspiró.

No tenía idea de a donde la llevaría toda esta locura pero de lo que si estaba segura era de que deseaba a Camila Cabello como el infierno.

Estaba decidida a follar con Camila así fuera lo último que hiciera.

"Raven y Camila aquí ¿Quién allá?" Sonrió cuando la morena contesto el teléfono de aquella manera. Bien no podían follar aún, Raven estaba de por medio.

"Tu ídola, Lauren Jauregui"

"No soy tu fanática ojiverde presumida, no tienes aún esa suerte de que yo... esté loca por ti"

"Y yo soy la presumida" Soltó una pequeña risa "¿Que están haciendo esta noche?"

"¿Estás invitándome a salir? Creía que no soportabas lo estúpida que era"

Estrelladas - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora