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Días difíciles era lo que pensaban Lauren y Camila que ya no tendrían más y no era como si estuviesen en medio de un problemón o eso creía Camila ya que para una ojiverde con siete meses de embarazo el que una reportera de cuarta le haya dicho lo hermosamente gorda que estaba por el embarazo era como el inicio de un ataque nuclear. Lo peor del caso fue la respuesta de Camila que aunque le había calentado más le había enfadado.

"Pues por mi puede estar así todo el tiempo... gordita con mis bebés"

¿Que se creía que era?

¿Una máquina de bebés?

Aunque ella estaría encantada de tener a Camila dentro todo el tiempo que ella quisiera, se las había arreglado para que la morena le cumpliera todos sus antojos sin importar la hora en que los pedía, se las había arreglado para que Camila le cumpliera todas y cada una de sus fantasías, cómo aquella vez cuando la morena la dejó que la amarrase de manos y pies a la mesa mientras Lauren la torturaba con su boca por todo el cuerpo, Camila había jurado que aquella ocasión pudo haber tenido un ataque al corazón pues la ojiverde se había metido hasta las bolas a la boca, la mejor mamada de su vida sin duda pero nada paro ahí, después de haberla hecho correr con su traviesa lengua Lauren se masturbo frente a ella gimiendo su nombre, jadeando cosas sucias hasta que se hizo correr, sus jugos le empapaban los dedos mientras sus piernas se debilitaban un poco, Camila enloquecía por que las sogas se suavizaran un poco y así poder saltar sobre Lauren y hacerle el amor una y otra vez.

No, aquello no terminó ahí. Después de limpiar su orgasmo llevo sus dedos a los hinchados pero ya secos labios de Camila que se encargo de chuparlos hasta que no quedara rastro alguno de sus jugos, no terminando con la tortura la ojiverde acercó sus pechos calientes al rostro desesperado de la morena, le aferró una mano al cabello y le obligó a que le chupara los pezones bueno, no es cómo si Camila estuviese haciendo un sacrificio, ella amaba los pechos de Lauren y ahora más que se sentían más grandes. Lauren la alejaba de vez en cuando ocasionando que la morena gruñera en desacuerdo.

"Por favor" Suplicaba "Me duele el pene, ¡Necesito metertela!"

La había soltado solo por que con tremenda panza no podía treparse en la mesa y cabalgar sobre su pene como en su fantasía original, en lugar de eso Lauren se acostó sobre el suelo y abrió sus piernas invitando a su prometida, provocando a que la follara cómo si no hubiese un mañana y lo había hecho, Camila le había hecho el amor cómo loca, la había hecho sentir amada, sobre todo le había hecho sentirse sensual a pesar de los kilos extra que su cuerpo había ganado a causa de sus pequeñas gemelas.

—Estaremos al aire en unos minutos - Lauren reviró los ojos por la interrupción de sus pensamientos, aunque bueno no era el lugar ni el momento para excitarse. Suspiró con irritación, ni ella misma sabía que pudiese estar tan de mal humor todo el maldito día.

Verónica le había mencionado que sería una buena idea dar la exclusiva sobre su vida en familia con Camila Cabello en aquel programa que al parecer tenía mejor porcentaje de audiencia, Verónica continuaba velando por su popularidad no podía permitir que su mejor amiga dejara de lado todo por lo que había luchado, lo que Verónica no terminaba de entender era que para Lauren Jauregui las cámaras habían pasado al olvido, tal vez había sido ese su sueño de pequeña incluso en su adolescencia pero todo había cambiado cuando un cuerpo moreno se estampo de lleno con el suyo. Sus sueños habían cambiado de dirección y ahora lo único que anhelaba era tener una vida en paz junto a sus tres princesas y el amor de su vida, Camila.

"Lauren Jauregui de estrella a mamá"

Lauren quería reír en sus adentros por lo estúpido que sonaba aquello.

Estrelladas - Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora