Little World [Invader Zim - Zadr] [Terminada]

Nineth Star

Sorprendido y quieto continuó escuchando con atención a su alrededor, esperando carcajadas de burla o algo que le mostrara que era una mentira dicha por ese lado travieso y malvado del extraterrestre, pero no... sólo no estaba ahí. En el rostro de piel verdoso sólo se encontraba un semblante serio y decidido. Soltó una involuntaria risa nerviosa.

Debe ser un error... ¿Al menos sabes lo que es amar? - El pequeño alienígena asintió decidido y serio, con sensaciones y pensamientos variados... diversos.

Es querer mucho a alguien. Demasiado... - Y Dib tragó saliva. Tragó saliva intentando comprender cómo alguién en sano juicio se enamoraria de el; Cómo ese ser desconocido podía amarlo a el. Se negó a ello con rapidez.

Bueno, entonces... hay un problema - El alienígena ladeo la cabeza y entrecerro un poco los ojos, mostrando confusión y amenaza hacia las palabras desconocidas que le aterraban. - Yo no te amo Zim...

Y el mundo se quebró en trocitos de tamaños milimetricos, dejando solos en un inestable pedazo de tierra a ambos chicos a mitad de calle desierta. Las estrellas caían y el universo se desvanecia en movimientos rápidos sólo comparables a los vuelcos que daba su squeedily-spooch en ese momento. Ese maldito momento en el que no podía sentirse de manera peor.

Su respiración se agitó, sus piernas temblaron y sus ojos se abrieron al igual que su boca, como si el oxígeno que le daba el planeta le fuese insuficiente. Lo tenía más que claro; Era obvia la posibilidad de rechazo por parte del humano, pero de algún modo... no lo esperaba.

¿Qué tenía de especial e importante no ser amado? El amaba, sentía, y descubría más de lo que sabía... ¿Entonces por qué dolía? Quería hablar, pero las palabras solo no podían salir. No podía fingir ser fuerte nuevamente. No podía.

E-Esto no significa que nunca más tengamos que hablarnos, me pareces muy agradable... - Zim levantó la vista por un momento, observando la extraña mueca de Dib. Asintió en silencio antes de sonreír con timidez y marcharse corriendo.

El frío rozaba su rostro como cuchillos afilados mientras la noche caía en la ciudad con silencio lúgubre. Odiaba todo en ese momento, sólo quería morir de una maldita vez. Todo era horrible... demasiado horrible. Quería desaparecer y nunca haber existido, quería "llorar"... Quería que de verdad alguien se preocupara de cómo se sentía. ¿Por qué tenía que ser así para el? Irk podía hacerle perder un brazo, la sensibilidad, e incluso la vida, pero eso no era comprable si quiera un poco con el dolor que sentía en ese momento.

¿Para qué se había esforzado un siglo en comprender lo que le diferenciaba de los demás, si en apenas unos minutos una raza totalmente inferior había logrado destruir lo que tanto le había costado formar? ¿Cuál era el punto de sentir, si lo único que lograba era sufrir?

Tenía miedo, demasiado miedo de que Dib no volviera a hablarle jamás... que no quisiera estar con el. Que no lo mirara, que lo detestara... no quería ni pensar en ello.

Llegó a la base después de algún rato corriendo. Gir aguardaba en el sofá como cada día, observando la televisión como su único real interés. El pecho del alienígena se movía con rapidez a causa del cansancio, y antes de escuchar un "Oh, hola amo" de parte del robot, decidió bajar corriendo a la base.

No necesitaba comprensión ni palabras ese día. Quería pensar tranquilo...

(...)

"el amor es lo contrario al odio"

Lo leyó con tristeza dolorosa y calmada. Sus ojos decaidos leían repetidamente la frase.

Creo que no me interesaría demasiado si el me odia... con que siga pensando en que existo está bien - Tomó el lápiz de uno de los escritorios que había en la base, y procedió a tachar "al odio" en la frase escrita. Sobre la tacha escribió algo más, como corrección.

"Lo contrario al amor es el desinterés"

Porque aunque dolía ser odiado, al menos podría escuchar la voz de Dib cada día... su mirada y su presencia. ¿Pero qué pasaría si lo ignoraba? Pasó su vida en la soledad de Irk, y no quería volver a caer en ese agujero de tristeza dolorosa de nuevo. Menos aún con Dib.

Imaginó sin control sobre si, una escena con Dib olvidandolo, ignorandolo... matandolo lentamente con su desinterés. Hundió el rostro somnoliento entre sus delgados brazos cubiertos de tela. En esos momentos solo quería descansar un poco de todo...

(...)

Dib estaba recostado boca arriba sobre su cama, con ambas manos reposando sobre la zona de su estómago. Miraba el techo con una mirada punzante, llevaba horas mirando las estrellas que había pegado en el techo cuando era niño.

No puede ser - Se dijo por decimonovena vez esa tarde. Era complejo pensar que de un momento a otro, su enemigo (ALIENÍGENA) había comenzado a sentir algo distinto por el... algo que se llamaba precisamente amor. Sin notarlo, sus pensamientos se convirtieron en palabras; siempre hablaba solo.

Creí que alejarme de el sería mejor; ya sabes... mejorar mis calificaciones, intentar tener amigos... tratar de ser normal. Papá dice que las malas compañías aportan a mi locura... supongo que quería que el estuviera orgulloso de mi... - Suspiró con tristeza. Realmente su padre era alguien a quién apreciaba mucho. No quería decepcionarlo, pero parecía que todo lo que hacía lograba hacer desconfiar más y más a su padre de el.

Un crujido en el pasillo lo sacó de sus pensamientos, helando su sangre poco a poco. Recordó al poco tiempo que nadie en esa casa se preocupaba realmente de el, así que no debía temer si alguien llegaba por casualidad llegaba a oír lo que decía. Suspiró nuevamente, mientras se acurrucaba hacia la derecha.

Sus ojos se cerraron con lentitud por el cansancio de tanto pensar, llegando a descansar por algunas horas. Al rato después sus ojos se abrieron, fijando la mirada en la pared de la habitación, logrando divisar un poco el jardín por la ventana de un poco más arriba.

Estiró su cuerpo con lentitud, girandose hacia el lado izquierdo esta vez. Abrió sus ojos somnolientos con asombro al ver un pequeño papel blanco, con una firma en el lado inferior izquierdo. Se levantó para luego tomarla entre sus manos y comenzar a leerla;

"Realmente estoy orgulloso de ti, hijo.

Membrana"

No pudo evitar sonreír a las palabras escritas por su padre. Quizás él no tenía tiempo para estar siempre ahí para ellos, pero estaba seguro que los amaba más que a nada.

Ahora... me siento seguro de preguntarle sobre Zim - Se levantó de su cama, con una nerviosa sonrisa de decisión. Necesitaba consejos urgentes para ese momento tan extraño que vivía...

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A

AAAAAA☆ Aquí yo de nuevo con un nuevo cap que tardó mucho en salir;; lo siento </3 gracias por su paciencia!