ESTE SERA UN CAP. LARGO JDJSJSJ
Elsa se despertó bruscamente. Había estado soñando con Jack, y su primer pensamiento fue que había tenido una horrible pesadilla. Pero cuando miró a su alrededor y vio donde estaba, supo que no se trataba de un mal sueño.
Todo era cierto. Realmente estaba en un barco pirata. Realmente estaba a merced de un hombre de quien no sabía nada, un hombre que había gozado teniéndola en su poder. Y lo había disfrutado. Ella había visto placer en sus ojos, lo había oído en el tono de su voz. Era un hombre que sólo se preocupaba por sus propios deseos, y nada sobre los sentimientos de ella.
Con un suspiro de desesperación, Elsa hizo a un lado las mantas y se sentó en el borde de la estrecha cama. Veía su vestido violeta arrugado junto a la mesa, y se dio cuenta de que había dormido sin ropa. En sus diecinueve años, no recordaba haberse acostado jamás sin camisón.Miró a su alrededor en la pequeña habitación, esperando encontrar algo qué ponerse aparte del vestido destrozado, y vio un hermoso arcón tallado a mano contra una pared. Fue hacia él, sabiendo instintivamente que debía contener ropas del capitán, y lo abrió. Su primer impulso fue destrozar el contenido hasta convertirlo en harapos, pero rápidamente abandonó la idea. Sabía muy bien cuales serían las consecuencias. Examinó cuidadosamente las ropas, esperando encontrar alguna bata, pero tuvo que decidirse por una camisa de color celeste.
Se la puso por encima de la cabeza, y observó que el amplio cuello dejaba ver parcialmente sus jóvenes pechos erguidos. El borde de la camisa no le llegaba a las rodillas, pero la prefirió a los pantalones de Jack. El hombre era demasiado grande. Ya encontraría hilo y aguja para arreglar su vestido antes de que volviera. Mientras Elsa estudiaba el resto de la cabina, se detuvo ante un golpe a la puerta. Su primera idea fue encontrar algo para cubrir sus piernas desnudas, porque temía que fuera Jack o algún hombre de la tripulación, pero se tranquilizó al ver entrar a Hada. Llevaba una pequeña bandeja de comida que dejó en la mesa.
-¿Estás bien, Elsa? -preguntó Hada-. Estaba muy preocupada de que el capitán pudiera hacerte algún daño.
-No me pegó, como ves -respondió Elsa, sintiéndose nuevamente furiosa-. Este Jack exige su venganza en forma mucho más sutil.
-No comprendo.
-¡Por supuesto que comprendes! -saltó Elsa, furiosa, pero se sintió avergonzada al ver la expresión de tristeza en el rostro de su criada-. Lo siento. Mira, el capitán ha amenazado con azotarme si me resisto o lo desobedezco en cualquier forma. No me deja otra posibilidad sino someterme como si estuviera bien dispuesta. ¡No puedo soportarlo! Quiero luchar contra él, pero temo al látigo más que a cualquier otra cosa.
-Ah, me alivia oírte decir eso, pequeña.
-¿Cómo puedes decir eso, Hada? -preguntó Elsa, asombrada-. ¿Cómo puedes sentirte aliviada de que yo deba someterme a ese... ese monstruo?
-Simplemente no quiero que te hagan daño -dijo Madeleine con tono herido-. Haría cualquier cosa por evitar que ese hombre te tome, Elsa, pero nada puedo hacer. Nada puedes hacer tú, tampoco.-Yo podría hacer algo si él no me amenazara azotarme.
-Sí, y por eso me siento aliviada, Elsa. Conozco tu genio. Recuerda aquella vez que peleaste con muchacho del establo cuando eras una niñita y que ser el muchacho que tu padre deseaba. El niño se burló de ti y tú no cejaste hasta que lo dejaste tendido en suelo. Te conozco bien, pequeña pero ninguna de nosotras conoce a este Jack. No tengo dudas de que te dañaría si trataras de luchar contra él.
-¡No me importa! -saltó Elsa.
Hada suspiró.
-Yo habría deseado que tu primera experiencia con un hombre fuera más feliz. Pero el daño está hecho Elsa. Las cicatrices de la mente eventualmente y se olvidan. Pero las cicatrices en tu cuerpo es siempre allí para recordarte esta desagradable experiencia.
-¡Desagradable! Eres demasiado amable -declaró Elsa -. Están llenas de terror, son como pesadillas, sí, pero desagradables... esto mal puede llamarse "experiencia desagradable".
-Pero no es más que eso, una experiencia por 1a que atraviesas. Pronto todo terminará, te casarás con conde, y...
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Amor Pirata
De TodoElsa Swon es una joven a la que su padre ha dispuesto que se case con el conde Hipo Berk . Ni siquiera lo conoce y tendrá que viajar en barco hasta Saint Martín, una isla del Caribe, lugar de residencia del conde. Tendrá que aceptar el matrimonio de...