Día 11: Cruel ||KatsuDeku||

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Fictober día 11

Autor: Soy_AntiCoral

Shipp: KatsuDeku

Tema:

C R U E L


Para Midoriya sólo existía una palabra para describir a Bakugou, sin duda se lo ganó con creces ya que sus acciones sólo podían nombrarlo como un ser de esa manera. Las razones por las que Izuku sólo pensaba en una palabra para definirlo eran por las muchas ocasiones que actuaba como un tirano.

Aparecía de la nada cuando estaba comiendo, robando el bocado que estaba por devorar, a veces pareciera que lo fuera a besar y su alimento caería al suelo, pero eso nunca pasaba, sólo desaparecía con su bocado.
También estaban los momentos en los que lo acorralaba contra la pared, no entendía las razones, le olía el cuello o su cabello, como si le quisiera robar su aroma para llevarlo encima, dejarlo sin esencia, pero en realidad el joven creía que dejaba su propio olor en él ya que en medio de las clases podía sentir el aroma de Bakugou a su lado aun cuando no compartían las mismas clases.
El rubio pertenecía al club de la fotografía, no por gusto, fue obligado por sus padres o más bien su madre que estaba convencida de que él necesitaba distraerse en alguna actividad extra. Izuku estaba convencido de que Katsuki sin duda alguna sería uno de ls mejores en su club, tenía esa cualidad de sobresalir en lo que fuera. Por esa razón a veces lo veía pasear por el campus con una cámara, era normal, pero no el hecho que en ciertas ocasiones le tomara una fotografía, sin pedirle permiso, sin decir nada. Es claro que podría reclamarle, sólo que no quería hacerlo, provocaba muchas emociones dentro de su persona, lastimosamente ninguna era de molestia o ira, estaba seguro que el rubio era consciente de ello y por esa razón actuaba como actuaba. Como un rey, uno muy tirano con su súbdito fiel.

Esa tarde Midoriya salió de clases con normalidad, bajaba las escaleras cuando lo vio al final de ella, estaba recargado en la pared cercana hablando con un amigo suyo, rubio y de un mechón negro, parecía molestarlo porque le estaba maldiciendo, el pecoso sabía muy bien que la boca de Bakugou no era el de un predicador, todo lo contrario, pero esa actitud y lenguaje era lo que lo hacía ser lo es.
El joven se sobresaltó tan pronto los iris carmín se fijaron en él, trató de pasar por su lado ignorándolo, eso provocaría su furia sin duda, pero no le importó y siguió su camino sin mirar atrás, podía escuchar las botas del contrario tan cerca que en cualquier momento el leopardo lo atraparía por el cuello.
—¿A dónde mierda vas, Deku? —gruñó tan pronto tomó su brazo, el pecoso se limitó a mirarlo y ponerse nervioso ya que de nuevo estaba siendo acorralado por la bestia, lo peor es que le gustaba.
—A casa —respondió con calma, el rubio se acercaba más a él sin importarle que la gente por ese pasillo pasaba, muchas de los transeúntes les daba igual o sólo los miraban por curiosidad, era la primera vez que estaba haciéndolo mientras había testigos, tal vez había un motivo que deseaba dejar en claro en esa ocasión y Midoriya no podría saber cuál es este.
—Ya —susurró muy cerca, demasiado, el aire de Izuku se volvía el de Bakugou.

Cerró los ojos sin esperar otra señal provocando una risa burlona que le erizó todo el cuerpo, se burlaba de sus reacciones o gustaba de verlas hasta el punto que se reía de ellas, si las esperaba o no, no podría saberlo el chico que esperaba que le acariciara con sus manos el rostro, lo tomara entre ellas y lo besara, mientras sus manos se aferran a la chaqueta del contrario. Un beso que los deja deseando más, pero un segundo será demasiado y un estrago en todo lo que hacen, quedando en la línea de rogar por más y sin ofrecerlo porque se acabara.
El rubio desaparece del lugar dejando a Midoriya con las manos apretando con fuerza las correas de su mochila, con miles de emociones brotando como flores en primavera.
—Eres muy cruel, Kacchan —dice suavemente mientras sigue su camino. Es la única forma de describirlo ante el chico de ojos esmeralda, el rubio es un cruel tirano, pero es consciente que sin duda alguna él también un ser cruel que aparece ante el Katsuki para ser parte del escenario de su nueva fotografía, que le abraza de esa manera en la que le pide aferrarse a él para seguido soltarlo sin confirmarle nada. Los dos van detrás del otro, se persiguen entre abrazos, carias y palabras, besándose en los rincones donde nadie los ve, cuando la luz del sol es rosada y está por morir dejando a la luna como soberana. Ellos se pertenecen aun cuando en su relación no existe nada que los ate al otro. Son seres crueles.

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Comentario por Soy_AntiCoral:

"Escribí esto escuchando en bucle Azul de Zoé y Nunca es suficiente de la Natalia y Los ángeles azules. Culpen a esos que saliera esta extraña historia. Si les gusta bien y si no también; Gracias. ( ´ ˘ ' )⑅ ꒱♡
Espero les guste, como a mí, lo ya visto de este Fictober en el que por primera vez estoy participando. Denle ánimos a los demás autores participantes, por favor y gracias.

Larga vida y prosperidad".

Comentario de mi parte:

Wow, me gustó mucho mucho. Cada uno de los trabajos que se van publicando tienen algo especial y muy lindo. Estoy sumamente agradecida con todos por estar participando y sacando un tiempo para esto entre sus quehaceres normales.
Me siento feliz de que esto resulte, aunque algunos no sean publicados en los días correspondientes me alegro de que igualmente se publiquen.

-DaniChan_3

FICTOBER 2018 || Boku no Hero Academia ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora