FICTOBER 2018 || Boku no Hero Academia ||

Día 22: Costoso ||EraserMight||

Fictober Día 22

Autor: Maffer21

Ship: Aizawa x Toshinori (EraserMight)

Tema

C O S T O S O

Que difícil, cada vez que me acercaba a las tiendas veía mil y un objetos esparcidos por las repisas y estantes, de diversos colores y texturas. Que difícil era intentar encontrar algo para él, ¿Qué se le regala a alguien que puede tenerlo todo? Al héroe número uno, ¿Qué podría ser tan especial para mi mejor amigo? Como siempre se me había olvidado la fecha de tu cumpleaños, año tras año pasaba la misma travesía por los centros comerciales apenas horas antes de pasar por tu casa a felicitarte como ya era costumbre, con mi sueldo de héroe siempre conseguía algo costoso, hermoso y brillante que regalarte, algo bonito y especial, tu siempre tenías esa sonrisa en la cara, pero no... Este año con menos crímenes en la ciudad mi sueldo de profesor no basta para saciar mis ansias de comprarte un regalo tan grande como lo eres tú. Con velocidad pasé por cada una de las tiendas del último centro comercial de la ciudad, tan solo me quedaban los puestos de calle, aquellos puestos donde la gente vende o intercambia sus baratijas por más baratijas o cosas con muy poco valor; aquellos lugares que usualmente están en el suelo sobre una delgada tela o sin ella, aquellos puestos que son ambulante y que usualmente ves uno por vez.

Jamás encontraría mi regalo costoso, hermoso y brillante en un puesto de calle, así que dediqué toda mi atención en conseguir el obsequió perfecto en aquella tienda, habían figuras de acción, mangas, libros e historietas; juguetes para perros, gatos y algunas aves; pequeñas muñecas y grandes peluches; plantas de todo tipo y color y algunos recuerdos de viaje para turistas. Me dediqué a observar con detenimiento cada uno de los objetos ahí dispuestos para llegar a la conclusión de que ninguno llenaba mis estándares. Sonreí algo triste al vendedor que creo esperaba que comprara algo, salí de la tienda y posteriormente del centro comercial, me senté en una banca fuera del mismo y me puse a pensar; ¿Qué podía hacer? No tenía suficiente dinero para entrar en las tiendas más costosas y no tenías tiempo para esperar a conseguir más, miré mis desgastados zapatos negros y pensé que debía acercarme a las ventas de calle, aquellas que tanto detestaba ir.

Mi viaje no fue largo, aunque el sol molestaba algo a mis ojos, el calor de la calle hacia que me cansara antes de siquiera comenzar, en el primer puesto de la calle se encontraba una señora mayor, algo vieja para agacharse la cantidad de veces que lo estaba haciendo pero sonriente de hacerlo, le pregunté si quería ayuda a terminar de montar su puesto a lo que ella indico que no pero me agradeció el gesto. Decidí recorrer el resto de la calle mientras dejaba que la señora se colocara; había un montón de cosas raras y peculiares, tenía que admitir, desde lámparas de lava usadas las cuales tenías juguetes de plástico adentro, hasta colecciones de muñecas rubias completas, pequeños modelos de animales para estudiar su cuerpo y articulaciones, libros usados, desgastados y casi nuevos en varios idiomas, uno que otro florero de apariencia china y alguna que otra figura de acción desgastada; de todas las ventas de calle a la que había ido, esta parecía ser la más variada, tenía todo lo que quería o podría llegar a querer menos un regalo perfecto para él. Lentamente pasó la tarde, sin darme cuenta ya la hora se había ido corriendo, pocos puestos quedaban y yo aún no compraba nada, cuando solo quedaba un puesto justo al atardecer me acerqué a él, era el de la señora mayor bastante ágil, ella no tenía muchas cosas, parecían echas por ella o por sus nietas o hijas, alguno que otro posillo para poner las colillas de cigarro hecho de cerámica, pequeñas y grandes alcancías echas del mismo material y por último un frasco de vidrio al final de todo, ella lo sostuvo en alto y me dijo que este frasco no lo había hecho ella sino que se lo había encontrado una vez para ser arreglado, lo pintó y lo colocó en su pequeña venta para poder hacer feliz a otro afortunado.

En aquel frasco de poco tamaño se encontraba lo que parecía una margarita fosilizada, el líquido que las bordeaba era transparente y la botella tenía grabado lo que parecía ser una medalla del número 1 y al reverso una de apariencia igual; la señora me explicó que era para igualar a la relación, ninguno era más que nadie y nadie era más importante que uno, que siempre se debían tener respeto y tolerancia pero que más importante era que no importaba el valor del obsequio sino quien se la había dado; al escuchar esa explicación no pude evitar llevármela y entregársela como perfecto regalo de cumpleaños. Al intentar comprarlo la señora muy amable decidió obsequiármelo a mí porque entendió que se lo obsequiaría a alguien más. Corriendo llegué a su casa, mi ropa ya no estaba presentable y algo de mi aire faltaba pero nada era más especial que ese momento, cuando abrió la puerta sin saber que era yo gracias a la hora, me abrazó muy fuerte y me invitó a pasar, le espeté mis felicitaciones y le entregué mi obsequio torpemente envuelto, al verlo sonrió de par en par y sobre su repisa en la cocina lo colocó, un frasco con una margarita cristalizada, un amor encontrado, un cumpleaños salvado y otra crisis evitada, realmente me encantaba este idiota.

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Comentario por Maffer21

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Comentario de mi parte:

Hmmm muy tentador, demasiado tentador para amarlos (?

-DaniChan_3