La vida de Matthew se había desmoronado desde que su familia no aceptó su preferencia sexual, pero un bebé le cambió todo su panorama para bien.
Matthew es un chico gay que es sorprendido en la escuela besando a otro chico, hecho que provocará que s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Lo siento... —se disculpó el castaño mientras caían lágrimas por sus mejillas. —Lo siento... enserio lo siento Math... —Dylan observó a Matthew dolido, no sabía que era lo que había sucedido, sus impulsos lo habían controlado completamente. —Perdón... Me tengo que ir... —decía Matthew mientras mordia nerviosamente su labio inferior. El castaño camino rápidamente hacia la habitación, con velozmente comenzó a recoger las pocas cosas que tenía, cargo al bebe entre brazos y se dispuso a marcharse de aquel lugar. —Gracias... por todo —dijo el castaño intentando no comenzar a llorar, ya que de alguna manera había entablado una amistad con el rubio, por supuesto que era difícil. Matthew abrió la puerta con dificultad, salió de aquel departamento, camino por el largo pasillo mientras intentaba no soltarse a llorar, pero algo le detuvo, alguien había sostenido su brazo. —No te vayas —expresó casi nostálgico el rubio.
El castaño quedó impresionado por la expresión que tenía Dylan, pero aún así no podía olvidar lo que había ocurrido, se soltó del agarre de este.
—No tienes a donde ir... regresa... nunca va a volver a ocurrir... te lo prometo... además no soy gay —dijo el joven intentando reprimirse. Matthew estaba tembloroso, no pudo siquiera decir algo, el rubio se acercó y le abrazó. —Por favor... no te vayas... no quiero perderte... eres mi amigo... —dijo el rubio dolido.
Los días habían transcurrido con tranquilidad, Matthew y Dylan se encontraban haciendo su examen de ingreso a la universidad, el rubio se encontraba demasiado nervioso mientras que el castaño respondía las preguntas con facilidad, los minutos pasaron lentamente.
—¡Se acabo el tiempo jóvenes! Pasen los exámenes hacia delante—anunció el docente encargado de aplicar la prueba.
El rubio suspiro con alivio, este camino hacia la puerta y espero afuera a que Matthew guardara sus cosas.
—¿Como te fue? —preguntó el rubio con una sonrisa. —Creo que bastante bien ¿Y a ti? —expresó bastante alegre. —No lo sé, espero pasar... —dijo el rubio mientras hacía una mueca de disgusto.
El castaño sonrío y posó su mano en el hombro de Dylan.
—Se que pasaras... pero vamos a comer, muero de hambre —manifestó mientras hacía una mueca. —¿Por que siempre estás pensando en comida? Uno pensando en tener éxito en la vida y tu en lo único que puedes pensar es en eso —dijo Dylan mientras comenzaba a caminar. Después de varios minutos los jóvenes se encontraban comiendo, el rubio estaba sumergido en sus pensamientos. —¿Soy gay? ¿Me gusta Matthew?—se preguntaba una y otra vez. Aquel beso había sido mágico, algo que jamás había sentido con alguien, levantó la mirada y se encontró con los ojos azules de Matthew mirándolo con el ceño ligeramente fruncido. —¿En qué piensas? —preguntó curioso. El no podía seguir pensando en si le gustaba el chico que se encontraba delante de él, tenía que hacer algo. —En que hoy saldré con una chica —mintió, realmente quería ver cómo reaccionaría el castaño. —¡Es grandioso! —expresó el castaño con alegría. Algo de desilusión invadió a Dylan, no esperaba que el castaño actuará como un enfermo celoso pero tampoco pensó que a este le causara alegría que llegara a comenzar un relación, pero claro eso hacen los amigos, alegrarse porque eso simplemente eran amigos. —Bueno vayamos a comer...
