CAPÍTULO 1

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Natalia:
Eran las siete y media de la tarde, el concierto comenzaba a las nueve. Como no salíeramos ya, nos íbamos a tener que tragar toda la cola y estaríamos las más lejanas del escenario.
- María, tía, para no maquillarte si que tardas - me miré en el espejo por décima vez -. ¡María!
-Mira, ¡me cago en tu puta madre! Casi me mata tu grito. Ya estoy, ya estoy - dijo, a la vez que se ponía sus botas favoritas -. Coño, tía, que es Beret. Tampoco es aquí la Lady Gaga.
-Pues no haber querido venir, me podría haber ido hace rato y estar ya en la cola - María me miraba fijamente -. ¿Qué?
-Qué guapa te has puesto, ¿no?
-Hombre, si Beret se fija en mí, yo encantada.
Nos reímos. Salimos de nuestra pequeña casa de la calle de Fuencarral y fuimos caminando rápido hacia la sala But, donde sería el concierto. La cola daba la vuelta a la manzana.
-¡Te lo dije!
-¿Y Damion? ¿No ha llegado todavía?
-No, me ha dicho que le quedaban cinco minutos - divisé a Joan a lo lejos sentado en una esquina con un grupo de gente - ¡Joan! - fui hacia él, se levantó y me dio un abrazo -. ¿Tú? ¿BERET?
-Mi novia está más enamorada de él que de mí, qué le voy a hacer - me percaté de que su novia estaba justo tras él y la saludé. María hizo lo mismo. Joan era amigo nuestro desde que vivíamos juntas en el piso. Él y María se conocían, ya que antes María compartía el piso con él, hasta que se fue a vivir con su novia. Al principio eramos conocidos, sin más, pero ahora la relación era bastante buena. Un año en Madrid me había cundido mucho. María y Joan hablaban, yo decidí encenderme un cigarro mientras esperábamos a Damion. Ya estaba tranquila, Joan nos ofreció colarnos. Eramos sólo tres más así que la gente de la cola no pareció molestarse.
-¿Perdona? ¿Me das uno? - una chica preciosa, de pelo rubio, ojos avellana y una sonrisa inmensa se levantaba al lado de la novia de Joan.
-Claro - le ofrecí el paquete para que ella eligiera. Después se lo encendí.
-Muchas gracias - me sonrío, no sé qué tenía pero no podía parar de mirarla. Pestañeé para no preocuparla -. Soy Alba, por cierto - me dio dos besos.
-Natalia - miré a mis pies, cosa que hago cuando estoy nerviosa, y de camino a ellos me percaté de la camiseta de Alba : "Bollo drama" -. ¡Me encanta tu camiseta!
Ella rió. María se acercó a leerla y a robarme una calada del cigarro.
-¡Olé! ¿La llevas ejerciendo o no? - María era muy directa. Siempre preguntaba eso cuando veía a alguien con banderas de España, con banderas de la república, banderas LGTB+... Como refiriéndose a si la llevan por llevar o con sentimiento.
-Ejerciendo, ejerciendo - sacó su muñeca del gran abrigo que llevaba y se podía ver la pulsera arcoiris.
-Hemos hecho reunión hoy, ¿no? - dijo María y aprovechó para presentarse.
-¡Ah! , ¿vosotras también sois del colectivo?
-Sí, bueno, yo soy bisexual - me miró. Yo estaba mirando a un punto fijo, en la acera del frente -. Las dos lo somos. Natalia suele ser persona pero hoy está off.
Alba no hacía más que reírse, su risa me hizo volver a la realidad. Crucé la calle sin decir nada a nadie, notando las miradas directas de mis acompañantes a la espalda. Empecé a correr hasta que llegué a mi objetivo.
-¡NO PUEDE SER! ¡MIKIIIIII! - Miki se asustó pero al segundo me estaba cogiendo por los aires, llamando la atención de la gente que paseaba por la calle -. ¡¿Qué cojones?! Tú en Madrid...
-Me he mudado aquí, voy a estar viviendo hasta que encuentre piso en casa de un amigo mío por aquí cerquita.
-¿Dónde?
- Al lado de la Plaza del dos de mayo.
-Mi amigo Joan vive ahí, es una zona genial. María y yo nos pasamos el día en su plaza.
-Joan, mi compañero de piso y amigo de toda la puta vida se llama así - nos miramos sonrientes -.¡Natalia siempre me robas a los amigos! - nos reímos.
-¡Qué bien! Entonces estarás en nuestra "pandilla". Joder qué subidón.
Joan cruzó la calle corriendo al darse cuenta con quién estaba hablando. Le hizo gracia las casualidades de la vida y quedamos con Miki para tomar algo a la salida del concierto. La cola comenzó a avanzar. Damion ya había llegado. Lo besé.
-Tía, pasa de él, tú hoy disfruta - María le cogió el móvil a Alba. No sé cómo siempre es capaz de ganar tanta confianza con la gente en tan poco tiempo.
-¿Qué pasa? - pregunté.
-Nada - la respuesta de Alba fue cortante. Decidí no darle importancia.
La cola avanzaba lentamente. Mis nervios aumentaban a una velocidad más rápida. Mi paquete de tabaco se iba vaciando. Notaba la mirada de Alba cada vez que me encendía uno.
-Tía, ¿quieres otro? - ella me miró con esos ojos grandes y yo no pude evitar sonreír.
-Es que se supone que he dejado de fumar.
-Habrás dejado de comprar tabaco porque fumar lo sigues haciendo - el zasca de Joan se oyó hasta en Tokio. Alba parecía triste.
-Quizás no sea el momento para dejarlo, ¿no? - le coloqué el cigarro en la boca y le acaricié el moflete. ¿Por qué había hecho eso?
-Gracias - me agarró la mano -, de verdad.
-Nada tía y si necesitas hablar, por muy poco que me conozcas, ya sabes. Ahora con Beret - le abracé cariñosamente -, las reflexiones siempre llegan.
María estaba mirándome como lo hacía siempre. Nadie parecía darse cuenta de que no podía controlar mis movimientos con Alba. Quizás era cierto, me estaba comportando igual que con el resto de personas que conozco pero, al igual, era yo la que sabía que no era lo mismo.

Los capítulos serán más largos y en cuanto Alba y Natalia se empiecen a conocer serán mucho más interesantes, ya me entendéis. Espero que os guste y comentéis que os está pareciendo y por donde creéis que van a ir los tiros.
Gracias a todes.

LA VIDA EN TU SONRISA || ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora