CAPÍTULO 13

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Alba:
Tenía un fin de semana movidito. El sábado, mi hermana venía desde Elche para visitarme, así que haríamos algo por Madrid y hablaríamos, mucho. El domingo, Julia hacía barbacoa en su casa. Íbamos a ser menos que la última vez y así nos conocíamos más. Nos volveríamos a unir todos, que nos hacía falta, y sería una prueba para ver si Nat y yo eramos capaces de mostrar nuestra relación en público. Sí. Nuestra relación. Me encantaba cómo sonaba. El viernes iba a quedar grabado en mi memoria hasta el final de los días. Qué maravilla de todo, qué maravilla de mujer, qué maravilla de polvo.
Salí de la cama y fui, como hacía siempre, directa al baño, hice pis y me lavé la cara. Sonó el tono de notificación desde mi móvil:
<<Marina siss: Albaaaaaaa, adivina quién acaba de llegar? >>
<<Marina siss: Ya estoy en el taxi así que calcula que en media hora máximo estoy allí >>
<<Marina siss: Te quierooo>>
Me encantaba que cualquier persona que me conociera me hablara por WhatsApp como si estuviera hablando sola porque saben que leo los mensajes pero odio contestarlos.
Me di una ducha rápida y me vestí. Bajé al comedor a desayunar y, justo cuando acabé, mi hermana me esperaba en la puerta.
-Bebeeeeee - corrí a abrazarla. La echaba de menos.
Dejamos las maletas en mi habitación. Marina se quedaría una semana en Madrid, pero porque tenía que hacer unas cosas por aquí. Sólo podría verme hoy ( y todas las noches porque dormía en mi habitación).
Pasamos la mañana visitando las típicas zonas turísticas, comimos por Plaza de España y pasamos la tarde en el Retiro.
-Marina, tú sabes que Mario y yo lo dejamos, ¿no?
-Afirmativo - dijo mientras daba un sorbo a la lata de cerveza.
-Vale pues resulta que estoy empezando con otra.
-¿Otra? Alba Reche vuelve a las andadas - dijo dándome en el hombro.
-Se llama Natalia.
No sé si estuve una hora o tres hablándole de Nat, pero se me pasaron rapidísimo. Camino a casa nos encontramos con Joan en el metro. Marina y él ya se conocían.
-Mañana nos vemos, ¿no? - dije.
-Claramente. ¿Qué tal vas con el tema Mario? - Marina me miró preocupada. Le hice una seña con la mano para que supiera que no había de qué preocuparse.
-Tío, no te lo vas a creer pero...
-Estás con Natalia, ¿no? - dijo sonriendo. Asentí -. ¡Lo sabía! ¡Miki me debe unas cañas!
-¡Qué cabrones! Yo rayada por ella y tú haciendo apuestas. Cómo me conoces cabrón.
Tras ver Love Actually y llorar como unas desgraciadas nos fuimos a la cama. Miré el móvil para ver cómo quedábamos para ir mañana.
Como Natalia sabe que odio el WhatsApp me había llamado. Cinco veces. Me preocupé y la llamé.
-Albiiii - miré el reloj, eran la 1. Creo que había tomado un par de porros esa noche, su voz lo delataba.
-Nat, ¿qué pasa?
-Cómo que qué pasa cabrona que me gusta hablar contigo.
-Vale, pero es que estoy extremadamente agotada amor.
-¿Te vienes en el coche con Pablo, la Mari y conmigo mañana?
-¿Lo dudabas?
-Te quiero.
-Y yo. O sea yo me quiero a mí, a ti no.
-Eres tan cabrona como sexy.
-Es decir, nada.
-Es decir, eres extremadamente sexy. Así que...
Acordamos que a las 11 estaría en su casa para desayunar con ellos y ya después iríamos a la casa de Julia. Tenía ganas de verla.

.................................

Natalia:
Me desperté con el sonido de la puerta. Miré el reloj. Mierda. Eran las 11:10, anoche se me había olvidado poner el despertador. Oí entrar a alguien. Acto seguido mi puerta se abrió lentamente. Alba asomó su cabeza.
-Ay, pensaba que estabas dormida. Venía a despertarte - entró.
-Despiértame - alargué mis brazos.
Alba se acercó y se tumbó sobre mí. Abrazándome. Subió la cabeza.
-Buenos días Nat.
-Buenos días Albi - agarré su cara y la besé.
Se levantó.
-Vamos, a desayunar - me tendió la mano. Hice pucheros -. Créeme, soy la primera que querría quedarse en la cama todo el día.
Salimos al salón. María y Pablo habían preparado el desayuno. Había una chica rubia guapísima.
-Hola - se levantó a darme dos besos.
-Eh, hola - me peiné, debía de tener unos pelos de loca.
-Al final se viene mi hermana. Marina, Natalia. Natalia, Marina.
-Joder, vale, decía, ¿quién cojones es esta? - le di un abrazo -. ¿Qué tal? Encantada.
La hermana de Alba era impresionante. Parecía una barbie pero de las reales. Cogí un cigarro, me puse el abrigo que teníamos siempre en el sofá para cuando salíamos a la terraza y salí. Alba salió tras de mí.
-Es un pibón, ¿a que sí?
-Ya ves, es guapísima.
-Es que no sé cómo siempre las hermanas pequeñas son más guapas que las mayores.
-Tú también eres impresionantemente guapa, tía.
-No compares.
-No comparo porque ganas tú - llené mi boca de humo y depositando mis labios en los suyos se lo pasé. Ella aspiró y expulsó el humo.
-Ahora sin humo - se puso delante mío y metiendo sus brazos por dentro de mi abrigo me besó. Era un beso apasionado. Nuestras lenguas luchaban la una con la otra.
-Me da a mí que la barbacoa va a estar bien. Sí, sí - la miré, sugerente.
-Cállate que si no me estoy cachonda todo el día - me dio un pico rápido.
-Es lo que quiero, así sabes cómo me siento - nos reímos.
-A ver, el desayuno ya está. Comed, coño, que si no no llegamos a ayudarle a prepararlo todo - María había abierto la terraza -. Por cierto, menudo pibón tu hermana.
Al llegar a casa de Julia nos reencontramos con todos. Había un chico desconocido por mí. Se llamaba Famous y era muy amigo de Noelia, una de las mejores amigas de Carlos.
Empezamos a hacer la barbacoa entre risas. Alba y yo no estábamos juntas ya que cuando Joan estaba presente Alba siempre necesitaba estar pegada a él. Lo quería muchísimo, yo la entendía. Además así aproveché para conocer a Marina un poco más. Hablaban igual. Tenían muchas cosas en común. Pero Alba era Alba una en un millón. Nos sentamos a comer en la terraza cubierta de Julia. Alba se sentó a mi lado, depositando un beso en mi frente. La miré, pidiéndole un buen beso. Ni se lo pensó y me agarró la cara con las dos manos y comenzó a besarme. La mesa comenzó a animar.
-Sois idiotas - dije -. Tú no - la guiñé un ojo.
Durante la comida Alba no paraba de hacerme cosquillas en la pierna por debajo de la mesa. Yo solo pensaba en las ganas que tenía de llegar a casa para dejarla sin aliento y con agujetas.

Perdón por haber tardado tanto. He estado de viaje por motivos familiares y no tenía Internet. Capítulo suavecito pero se acabó lo que se daba. A partir del siguiente capítulo, estos serán bastante calientes. Se avecina capítulo gordo. Sigo? Os veo en el próximo.

LA VIDA EN TU SONRISA || ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora