Natalia:
Ya hacía una semana que no veíamos a Alba, que no veía a Alba. La semana había trascurrido con normalidad. María descansaba por las mañana y trabajaba por las tardes y yo continuaba con mis clases de teatro por la mañana y canto a la tarde. Era viernes y habíamos quedado todos para ir al chalet de Julia a su fiesta de no cumpleaños. Julia había aparecido en nuestra vida hace poco,mi amigo Dave, de teatro, nos la había presentado a María y a mí hacía apenas unos meses pero habíamos conectado. Cada año celebraba una fiesta de no cumpleaños antes de las vacaciones de Navidad y este año nos había invitado.
-Podéis traer a algún amigo. Mientras contribuya con sus 5 euros me vale - nos había dicho.
Yo no hacía más que pensar en invitar a Alba. Íbamos a ir todos los que conocíamos a Julia: Damion, María, Pablo, Joan, Dave, Noelia y yo. Noelia no se llevaba excesivamente con nosotras, no era de nuestro estilo, pero aún así disfrutábamos mucho de las fiestas si ella estaba. Joan iba a invitar a Miki, para que fuera conociendo a más gente; Damion quería invitar a su amiga Marta, que recién acababa de mudarse a Madrid.
-Tía, pues la invitamos. Como mucho dirá que no. Tampoco pasa nada - decía María mientras tomaba un sorbo del café.
-Yo lo que no quiero es que se imagine cosas que no son.
-¿Qué cosas no son?
-No quiero que piense que ando detrás de ella.
-A ver, Natalia, hay que ser simple como una peseta para que una chica con la misma orientación sexual que tú te diga de ir a una fiesta con muchas personas más y te pienses que es por interés sexual.
-También es verdad.
Terminé de desayunar y la llamé. Aunque no nos hubiéramos visto hablábamos por WhatsApp diariamente ya que Joan la había metido en el grupo que teníamos los de la zona. Alba aceptó casi sin pensarlo y quedamos a las ocho en mi piso para que María nos llevara en coche.
El día transcurrió con normalidad. A la hora de comer yo empecé a ponerme algo nerviosa : ¿qué me pondría? ¿qué se pondría Alba? Tenía claro que algo sentía por ella pero hasta que no tuviera claro qué era no me iba a mover, además, yo no tenía nada claro que ella sintiera algo por mí (no hablo solo de amor, hablo de atracción). Soy una persona que, o me dices directamente que te gusto, o no te creo.
Al volver de la clase de canto empecé a prepararme. Pablo ya estaba en casa, muy guapo, con un jersey, unos vaqueros y unos botines. Yo opté por unos pantalones pegados de cuero sintético, un jersey negro de cuello alto y unas botas amarillas, por darle algo de color al outfit. María se puso un vestido de algodón largo, con medias por debajo y unas deportivas blancas que no se veían debido a la longitud del vestido. Empecé a plancharme el pelo y, al acabar, me maquillé: la raya bien larga, sombras oscuras y un pintalabios rojo. Metí el tabaco, el dinero y, como solía hacer siempre, un par de condones en el bolso y me senté en el sofá a que terminaran María y Pablo, y a que llegara ella.
Sonó el timbre y me levanté a abrir. Alba y yo nos miramos.
-Hola churri - ella fue la primera en hablar.
-Hola Albi, ¿cómo estás? - le di un abrazo y dos besos.
-Qué guapa vas - que me dijera esas cosas me volvía loca por dentro.
-Tú más - era cierto. Llevaba un pantalón alto con un jersey corto ajustado que me permitía ver su figura, se había engominado el pelo para atrás y llevaba los ojos pintados. Estaba espectacular.
-Wow, menudo par de bellezas - María ya estaba lista -. Madre mía, Pablo, no mires - todos reímos. María y Pablo llevaban juntos mucho tiempo y la confianza que tenían el uno en el otro era admirable.
Nos subimos al coche y con la radio a tope nos dirigimos al chalet de Julia que se encontraba a unos 30 minutos de Madrid.
-Ay, déjala déjala, me encanta - dijo Alba. Respect de Aretha Franklin sonaba por los altavoces. Mi sorpresa llegó cuando comenzó a cantarla. Todos los ahí presentes nos paralizamos. Era la voz más bonita que había oído en mi vida, era una voz ronca, tranquila, sensual.
-¡La madre que te parió! Pablo luego no se te ocurra decirme que canto bien porque, ¡eso es cantar bien y lo demás son tonterías! - me miró -. Natalia lo tuyo tampoco es de este mundo pero te lo digo a diario.
-No, si al lado de esta cosa todo es poco - le hice una caricia en la pierna a Alba.
-Ay, muchas gracias.
-¿Sabes quién me enteré el otro día que canta de puta madre? - dijo María. Negué con la cabeza -. Noelia. Es flipante, canta como una negra. Es más, haríais un dúo genial con esta canción, Alba.Llegamos a la casa de Julia. Éramos las últimas en llegar. La casa estaba preciosa y había comida y alcohol por todos lados. Vamos, María estaba en la gloria. Todos hablábamos con todos. Conocimos a Marta, era una loca del coño y eso nos gustó.
La música que destacaba era el reggaeton. Estuvimos bailando. Alba bailaba genial y perreó varias veces con María mientras yo las miraba con ternura. En el momento en el que me perreó a mí ya no tenía nada claro que fuera ternura lo que se me pasaba por la mente. Alba era tan increíblemente sexy que era difícil de comprender.
-Me voy a salir a fumar que aquí el ambiente está ya muy cargado - me puse el abrigo y crucé la puerta.
Respirar el aire frío en Invierno siempre me ha gustado, me hace sentir bien, me ayuda a pensar, y en ese momento necesitaba pensar. Alba me excitaba. Alba me gustaba. Alba me volvía loca. No la conocía, es verdad, pero lo poco que sabía de ella me fascinaba tanto que me pasaría horas hablando con ella para saber más.
-Hola preciosa - María salía, con una lata de cerveza en la mano.
-Tú sí que eres preciosa - me dedicó una sonrisa.
-Te vuelve loca, ¿no? - ¡tanto se me notaba! En verdad sí, yo no podía esconder lo que sentía y tampoco quería hacerlo. Además, María era la persona que más me conocía de Madrid, junto a Miki, y poco podía ocultarle a ella.
-No sabes cuánto.
-¿Y que harías si te digo que Alba en cuanto te has ido no ha hecho más que buscarte con la mirada?
-Pues que me está costando no entrar y lanzarme.
-¡Házlo!
-¿Y si jodo lo bonita que está siendo esta amistad por eso? - en verdad eso era lo que más me asustaba. No me daba miedo que me dijera que no, no me daba miedo que se pensara que estoy loca, no me daba miedo de que el sentimiento fuera mutuo y nos acabáramos acostando en esa misma casa. Me daba miedo que se jodiera todo. Me daba miedo perderla.
Justo en ese momento Alba salía con un cigarro en la mano.
-Yo me voy a meter ya, que hace frío - se acercó a darme un beso -. Háblalo con ella, cariño - me susurró al oído y acto seguido entró en la casa.
-Vas a congelarte, no llevas abrigo reina.
-No tengo frío, no te preocupes churri - se acercó a mí. Mi corazón quería salirse del pecho -. ¿Me das fuego? - claro, cómo no. Le encendí el cigarro. Decidí hacerme la valiente.
-Tía eres tan guapa - Alba me miró, extrañada.
-¿Qué dices?
-Que eres guapísima. Me atrevería a decir que eres la más guapa de España - Alba reía a carcajadas.
-Estás tonta.
-Que eres la más guapa de España, coño.
-Tú sí que eres la más guapa de España - alargué mis brazos para que me abrazara. Metió los suyos entre mi abrigo y mi jersey, dejando el piti por fuera de este para evitar accidentes -. Tía me gustas mucho - así, sin anestesia. Alba me miró, más sonriente que nunca y dio una calada a su cigarro.
-No me jodas, vas muy borracha, mañana me cuentas.
-Te juro que no voy borracha. Mido dos metros, ¿te crees que me sube tan rápido el alcohol?
-¿Me estás diciendo que te gusto?
-Que sí, por favor, no hagas que me arrepienta de haber tenido ovarios.
-Pero, ¿por qué te gusto? No tengo nada.
-Porque aún no teniendo nada lo tienes todo y tu sonrisa habla sola. Es mirarte sonreír y pensar que te conozco de toda la vida. Es como ver una vida en tu sonrisa - vale, me había tirado por el vacío e iba a estrellarme pero al menos lo había hecho. Y hacía años que no me latía así el corazón.
-Tengo algo que contarte - Alba me miró, sonreía pero podía ver algo de preocupación en su sonrisa.
BUENO, ¿QUÉ PASARÁ? ME ALEGRO DE QUE OS ESTÉ GUSTANDO. COMENTADME TODO LO QUE QUERÁIS. OS VEO EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO.
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LA VIDA EN TU SONRISA || ALBALIA
RomanceAlba (21 años, Elche) y Natalia (19 años, Pamplona) dos jóvenes destinadas a encontrarse, ambas viven actualmente en Madrid. Mismos personajes que OT 2018, distinto contexto ALBALIA