Desafío

Parte XIII

Continuaron su viaje, hasta llegar a casa de Luciano donde los estaban esperando con ansias, para saber como había ocurrido todo y si consiguieron lo que buscaban.

Entraron a la mansión y colocaron todos los documentos sobre una mesa en el despacho, comenzarían a leerlos después de descansar.

-Debo tomar un baño, donde puedo ir- consultaba Brit.
-Sí, le pediré a una de las mujeres de limpieza para que te guíen- dijo Luciano.

La llevaron a una de las habitaciones más amplias, ahí se encontraba una gran bañera de la cuál podía disponer.
Mientras Brit se daba un baño, Vladimir y Luciano siguieron hablando en su despacho.

-Amigo, sabes que te apoyo en todo pero estuve hablando con tu tío y la chica es un problema para él, ¿Qué harás?- le decía Luciano.
-Sabes que se hace lo que él indique- respondió serio Vladimir.
-Lo sé, siempre le has obedecido desde que llegaste a nosotros y Ochit te cuidó, recuerdo cuando te conocí eras un niño muy fuerte y orgulloso también- comentó con una sonrisa.
-Después de la muerte de mi familia y de escapar del orfanato pensé que moriría, no tenía comida ni un lugar a donde ir, el tío me encontró y me llevó con él, todo por Foster. Él mató a mi padre y se deciso de mí, nunca podré olvidarlo- decía Vladimir.
-Volviendo al caso de la chica, cuando lo harás- preguntó Luciano.
-Cuando acabe todo... Cuando consiga lo que es mío... Cuando no la necesite...- contestó
-¿Y eso pasará?, digo la dejarás de necesitar - preguntó.
-¡Luciano!... no preguntes más, ya te lo díje... se va- le respondió.
-Bien, imagino que no ves las noticias, están buscandola hasta se ofrece una recompensa por quien de información exacta- le informó Luciano.
-Era de esperar que la buscaran, estamos muy lejos, créeme no la encontrarán- le decía.
-Lo sé, pero tenlo presente, ahora vamos a que comas algo y descanses, tengo una habitación para ti en el lado norte de la mansión, ocupo que descanses y con la chica no podrás, ya me contó Dilon su estancia con él- dijo mientras reía.
-Te contó, increíble no puede quedarse callado, ni se te ocurra comentarselo a ella- decía Vladimir sonriendo.