Capítulo 4:

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Saber que no era eso lo que él planeaba, mas esa penetrante mirada… mezclada de entusiasmo, picardía y felicidad, me daba escalofríos.

—Y… ¿q-que es… l-lo que piensas? —Tartamudeé como tonta al verlo tan cerca.

Sonrió, tomó de mi mano y se arrodilló frente a mí. ¡¿Qué rayos hacía?!

—Tu, Jessica Page ¿Quisieras ser mi novia? —Guiñó un ojo.

¡¿Qué?! ¡¿Escuché bien?! Dios, no, esto no podía ser verdad… Joseph, nunca me pediría algo así. Vamos, debía de hacer algo para saber qué era lo que pasaba.

— ¿Ha? —Atiné a pronunciar. Supongo que mi expresión no era la mejor, ni la más bonita, puesto que Joe se dejó caer en el suelo y comenzó a reír como desquiciado.

Miré hacia un lado nerviosa, la verdad es que él jugaba con eso creyendo que a mí no me afectaba en lo más mínimo.

—Ok, ya, ya basta de risas —Traté de sonreír y me senté en el suelo.

Luego de ciertos minutos esperando a que dejara de llorar de risa… se acomodó frente a mí y suspiró recuperando la voz.

—Es el plan —Carcajeó y me miró expectante.

— ¿Qué plan? —Musité desconcentrada.

—Da —Se burló— El plan, en el cual no querías estar involucrada —Sonrió.

Me quedé en silencio… ¡¿Acaso ese era su plan?!¿Que yo fuera su novia?

—Sucede que Madison toda la vida te ha tenido celos, por lo que si se enterara y nos viera de novios… ¡Estaría loca! Y recibiría su merecido —Sonrió victorioso, como si eso sonara estupendo para mí.

— ¿Y que se supone que haga? ¿Hacerme pasar por tu novia? —Pregunté nerviosa.

—Exacto, quizás Madison recapacite y vuelva conmigo ¿No crees? —Suspiró satisfecho.

Lo miré desconectándome de la conversación. ¿Qué esperaba que respondiera? Que si y que fingiéramos todo el tiempo una relación. ¡El estará fingiendo sentimientos! ¡No yo! Tarde o temprano saldré afectada de este plan y tendré que guardar silencio como la buena mejor amiga que era.

—Y… ¿Qué me dices? —Me miró suplicante.

—No lo sé Joseph —Mordí mi labio inferior— Es complicado.

— ¿Complicado? ¿Por qué tendría que ser complicado? Serán tan solo unas semanas, ni si quiera lo notarás.

Miré hacia mis alrededores como si en algún sitio estuviera escrita la respuesta indicada, pero no, cada rincón me llevaba directo a sus ojos llenos de esperanza por un sí.

—Lo pensaré —Musité pareciendo estar tranquila, mientras que por dentro estaba gritando.

—Está bien, soy capaz de esperar —Sonrió y se estiró por completo en el suelo.

Muy bien, parece que esta vez se tomaría las cosas con calma, nada de estrés para mí.

Apoyé mi cabeza en la pared y miré el techo, que era lo que iba a hacer.

— ¡Listo! —Se sentó nuevamente frente a mí y me miró como un niño desesperado por un regalo sorpresa— Ya tuviste tiempo suficiente ¿Y qué me dices?

Entrecerré los ojos y bufé.

—Dije que lo pensaría —Puse los ojos en blanco.

—Y te di tiempo, ahora respuesta. Sabes que soy capaz de quedarme en tu habitación toda la noche para no dejarte dormir y obtener mi respuesta —Estaba serio, y sí, si era capaz de hacerlo.

—Pero Joe… —Me quejé.

—Jess, no tienes idea de lo cuanto te necesito en estos momentos — ¡Bien! ¡Eso sí que arruina mi conciencia! Ya no tenía más remedio.

Me quedé en silencio. No había nada más que hablar, terminaría diciendo que si, como siempre cuando me pide un favor o ayuda.

Me puse de pie y salí de mi habitación en dirección a la cocina, necesitaba beber algo. Siempre que estaba nerviosa, o cuando me creía en problemas, era una necesidad básica de mi cuerpo tomar algo de jugo.

—Oye, no te escapes así, quiero mi respuesta —Lo escuché molestar detrás de mí.

No respondí. Llegué a la cocina, abrí el refrigerador, saqué la jarra de jugo natural y serví un poco para él y para mí.

—Gracias —Susurró cuando le entregué el vaso.

Bebí tranquila del mío, evitando su mirada fija en mí.

—Por favor —Susurró y yo enseguida posé mis ojos en él.

Cerré los ojos y suspiré agotada. No quería, no quería decir que sí.

— ¿Qué sucede… si mi respuesta es no? —Lo miré directo a los ojos, no quería parecer desafiante, solo quería que entendiera que todo esto era algo delicado.

—Supongo que no podría recuperar a la persona de quien estoy enamorado y por ende caería en depresión —Pronunció con frialdad y seriedad.

Era lo que faltaba para que mi corazón explotara y todos mis sentimientos quedaran atascados en mi garganta.

Me volteé rápidamente antes de que notara lo llorosos que estaban mis ojos.

—Jess ¿Estás bien? —Sentí su cálida mano en mi hombro derecho.

Lo enfrenté nuevamente y asentí con la cabeza.

—Solo… siento que algo no está bien —Susurré con las piernas temblando, ¿Cómo podía preguntarle algo sin que él notara mis sentimientos?

—Dime —Sonrió inocente.

— ¿Qué pasa si al final de todo esto las cosas no terminan saliendo tan bien como tú lo planeabas? —Levanté mis ojos cristalizados y me hundí en los suyos.

In Another LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora