Capítulo 23 Final

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- ¡Jessica! -Exclamó mi hermana apareciendo en el cuarto con el rostro transformado de preocupación- ¡¡Dios! ¿Qué diablos es lo que ocurre? -Me tomó de los brazos y buscó mi mirada con desesperación- Estás temblando... Vamos Jess, dime que es lo que sucede -Nunca la había visto tan preocupada.

-Joseph... Se llevaron a Joe al hospital, Daphne -Y nuevamente las lágrimas en mis mejillas resbalan con peso.

Desesperada, asustada... avisamos a la familia y localizamos a alguien que tuviera idea de cuál era el hospital al cual lo habían trasladado.

Apenas el motor del vehículo de mi hermana, tiré de la puerta y salí corriendo hacia el interior del gran edificio.

No fue difícil encontrar la habitación, afuera de aquella estaba lleno de jóvenes.

-Jess -Sollozó Stacy al verme llegar.

- ¿Dónde está? -Ni si quiera me fijé en sus ojos, no hacía más que mirar a los alrededores y poder entrar a ver su rostro de una sola vez.

-No puedes entrar amiga, está en urgencias -Me abrazó y yo la separé enseguida.

- ¡NO! ¡Maldita sea! ¡Tengo que entrar ahora! -Grité furiosa.

-Jessica, tranquila... Saldrá bien ¿Si? -Me sonrió levemente, trataba de calmar mis nervios, mi miedo y mi pena, pero después de todo sería en vano.

-Quiero verlo -Sollocé arrojándome en sus brazos y sin esperar un segundo más, nuevamente estaba llorando.

Una hora transcurrida y nada... la gente comenzaba a abandonar el lugar y solo quedábamos la familia, mi hermana, mis padres, Stacy y yo.

Una hora más y... nada.

Dos horas más... y seguíamos sin noticias.

-Amiga, ya tengo que irme -Me susurró con la voz seca.

-Está bien, descuida -Sonreí sin ánimos y volví a mirar el suelo.

Sentí sus brazos rodear mi cuerpo, entregándome cariño y confianza, y no era lo suficiente.

La vi alejarse y me quedé sentada sola en una fila de bancas, no quería estar con nadie, solo quería estar en silencio, pensar en él y rezar a dios para que le diera fuerzas y pudiera continuar conmigo, a mi lado.

Un hombre de delantal blanco se acercaba por el pasillo y todos nos pusimos de pie.

- ¿Cómo está? -Fui la primera en preguntar, al estar más cerca.

Solo me miró con frialdad y se acercó a los padres.

- ¿Cómo está mi hijo? -Preguntó enseguida Denise y mi dolor aumentaba al verla a los ojos rojos y cansados.

-Me tome informales que no se encuentra en buenas condiciones -Musitó sin expresión alguna- Tratamos se estabilizarlo y haremos lo que se pueda.

- ¿Podemos verlo? -Rogué con la voz quebrada.

-Está en coma -Agregó mirándome serio.

-Solo queremos verlo -Pidió Denise con la voz ahogada.

El hombre de aspecto duro y frío agachó el rostro y suspiró.

-Que sean solo unos segundos. Síganme -Todos comenzaron a caminar, menos yo, quien me quedé estática en el pasillo. Lo quería solo para mí.

Todos entraron y Nicholas se quedó atrás para esperarme.

- ¿No vienes? -Me miró con los ojos llorosos.

Solo negué con la cabeza.

-Luego voy yo -Susurré.

In Another LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora