¿Qué Tom está qué..?

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Antes de empezar quería decir algo.
Si, se que estoy haciendo a Tom algo inmaduro, pero seamos realistas, aun es joven. Conozco a personas que tienen hijos y pasan los cuarenta años, y aun se comportan como niños. Además, es solo un fanfic donde hay un chico embarazado ¿Y es molesto que sea infantil?

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Estaba sentado en mi cama, meciendome o moviéndome al ritmo de las canciones que pasaban, sin tomarle la mínima importancia a las personas que seguían tocando la puerta preocupados por mi.

O así era hasta que un mareo me atacó repentinamente, tuve que llevar una mano a mi boca y dejé que todo mi peso se recargará en mi brazo libre.
Traté de respirar profundamente, al calmar solo un poco las ganas de vomitar aproveché para levantarme. Me saqué los auriculares, apagué el celular y lo dejé en la cama, todo con una sola mano porque la otra aun cubría mi boca.

Me bajé de la cama con lentitud para no vomitar en el piso, no quería limpiar.
Al abrir la puerta esta fue empujada con algo de brusquedad por Robert, que me miraba con el ceño fruncido por el enojo, ignorando que no podría seguir ahí sin lanzar todo. Él se puso frente a la puerta, impidiéndole el paso.

— ¿Sabes cuánto tiempo nos tuviste acá afuera, preocupándonos por ti? Eres un insensato, inmaduro, estas embarazado ¿Lo sabes? Podrías dañar a esa criatura...

Y bla, bla, bla. Eso era lo único que escuchaba Holland, desvío la vista de Robert para tratar de buscar la puerta del baño con la vista, pero el cuerpo del mayor, de Stan y Chris lo tapaban.

Su estómago su contrajo de golpe y con mucha fuerza, su mano no fue suficiente para impedir que el líquido amargo y asqueroso escapara de su boca yendo a dar con los zapatos de Downey. Éste dejó escapar todo el aire por la impresión, asco y sorpresa.

Sebastian y Hiddleston se acercaron tan rápido como pudieron al menor para guiarlo hasta al baño, mientras que Evans se quedaba al lado de castaño oscuro que aun miraba sus zapatos llenos de vómito.

— Eso no lo vi venir.. — susurró el de ojos azules, tomando la mano del mayor para sacarlo de su trance.