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(Después de la cena, muy incómoda cabe decir)

— No estas gordo, yo te veo igual de hermoso.

Lo mimaba Sebastian, aprovechando que Hiddleston estaba teniendo una charla con su suegro para poder estar con el menor en su habitación. Ahora lo tenia sentado sobre sus piernas, chocando pecho con pecho.

— Solo dices eso para que no me sienta mal, pero yo sé que no es así.. — recostó su cabeza sobre el hombro del mayor, al mismo tiempo que pasaba sus brazos por detrás de la nuca del contrario abrazándolo.

El oji azul pasó suavemente su mano derecha por la espalda del menor, acariciándola con cariño. La otra estaba en su cintura, tocando levemente la panza del castaño. Podría sonar impaciente, pero ya quería sentirlo moverse o tener al bebé en sus brazos.

— Lo digo porque es verdad, si quieres podemos salir ahora mismo a la calle y preguntarle a cualquier desconocido si eres lindo o no, y seguro te dirá que si, que eres lo más lindo y hermoso de este mundo, que esta pancita de embarazado no cambia nada.

— Que tierno..

Dijo con voz melosa el menor antes de que Sebastian sintiera como le dejaban un beso en el cuello que le provocó un ligero escalofrío. Soltó una risa coqueta y metió sus manos por debajo de la remera, tocando la suave piel con sus fríos dedos que hicieron estremecer al chico.

— Tom, mamá dice que.. ¡Ay, Dios! ¡No! — Sam, el hermano menor de Tom había entrado sin tocar la puerta, encontrándose con su hermano y uno de sus dos novios a media escena porno, para su suerte aun seguían vestidos.

— ¿Cuántas veces tengo que decirles que toquen la puerta!

Medio gritó el menor, bajándose de las piernas de Sebastian para salir de la pieza e ir con su hermanito que ahora tenia los ojos cerrados y cubriéndose con las manos, su expresión de traumado era algo graciosa para el mayor que trataba de no reírse porque el castaño le regañaria.

¿Qué Tom está qué..?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora