¿Qué Tom está qué..?

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— Tom no tiene útero, el bebé no tenia espacio suficiente al estar pegado a la pared abdominal, por eso tuvo un aborto espontáneo — explicó un médico, mirando las expresiones tristes de la madre y las parejas del menor.

— Pero la Ginecóloga dije que no había riesgo de aborto — recordó Hiddleston, mucho más herido. Su bebé, no tuvo ni la oportunidad de escuchar sus latidos.

— Bueno, ella se equivocó.

— No pueden llenarnos de esperanzas y luego decir que desde un principio no había posibilidades de que se desarrollara completamente.

— Yo no los llené de esperanza, fue ella. Desde un principio les advertí que había riesgos. El joven se puede embarazar las veces que quiera, pero no podrá llevar ninguno a termino. Su cuerpo no es capas de esto. Ahora, si me disculpan, necesito que se retiren.

Los echó "sutilmente". Nicola estaba callada desde que subieron a la ambulancia. Hiddleston y Stan estaban tratando de no derrumbarse, de mantenerse fuertes para Tom.

Salieron de allí para ir hasta la habitación en la que internaron al menor, afuera de ésta estaban los tres hermanos y el padre de Tom, esperando que salieran las enfermeras que entraron a atenderlo. Según ellas tenían que aplicar un sedante para calmar un poco el dolor. ya que hace unas atrás tuvieron que quitar los retos del feto que habían quedado.

— ¿Cómo está? — preguntó Stan con voz ronca, carraspeo para quitar aquel nudo que se formaba involuntariamente.

— De salud esta bien..

Respondió Dominic, mordiendo su uña y chocando su talón frenéticamente. En una de esas filas de sillas de plástico incomodas que habían en el hospital estaba sentado Paddy, medio dormitando, al lado de él estaban Sam y Harry, ambos aun lloraban en silencio.

Nicola se acercó a su esposo y fue recibida en un abrazo desesperado. Ella soltó en llanto toda su angustia, aun se sentía terrible, no importa que aquel hombre haya dicho que era algo que iba a pasar tarde o temprano, ella estaba allí, nombró a esa estúpida mujer que hizo que su hijo se pusiera así, y lo vio sufrir, sin saber que hacer por estar cegada ante la desesperación.

— No debí nombrar a esa mujer — su voz, a pesar de salir ahogada por el pecho del contrario, logró escucharse.

— ¿Qué mujer? — preguntaron al mismo tiempo ambos hombres.

Aquello captó la atención de todos, hasta del menor de los Holland que casi se había dormido.
Vieron como ella se secaba las lágrimas y trataba de aclarar su garganta para hablar, respirando pausadamente.

— Se llama Sophie. u-un amigo de Tom me pasó su número y yo l-la nombre frente a él y se puso mal — estalló nurvamente en lágrimas, ahora siendo abrazada por la espalda.

— Esa maldita.

— Esto es suficiente, si Benedict no puede controlar a su esposa yo lo haré, así tenga que llevar a juicio todo — dijo Stan decidido, siendo apoyado por Hiddleston.