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Había amanecido y sentía un dolor de cabeza muy feo, anoche había seguido llorando y no dormí muy bien que digamos..

Me sentía dolida, traicionada, pero también culpable, ya que yo ya sabía la verdad.

Me levantaba de la cama y los niños veían televisión, estaba por decirle que si íbamos a comer algo, ya que era tarde, pero Naruto no estaba y eso era raro, aunque tal vez había bajado a desayunar sin nosotros..

Les informaba a los niños que bajaríamos a comer, solo rogaba por no encontrarme con Sasuke y Sakura.

Al llegar al comedor, el mesero nos indicaban que mesa ocuparíamos y después nos tomaban la orden, a pesar de que era más de medio día, yo no tenía mucha hambre que digamos.

Por más que lo pensaba creo que la mejor idea era pedirle ayuda a Minato, al menos con los niños en lo que yo me estabilizaba,  solo rogaba que si pudiera ayudarme con ellos, era obvio que no podía seguir trabajando para Sasuke, no soportaría verlo feliz con Sakura, aunque ese era el plan desde un principio.

—Mami ¿No vas a comer? Se te va a enfriar la comida..

Coman rico niños y provecho, yo voy a ir a cerrar la cuenta del cuarto, ustedes terminen de comer, ya que en un rato más volvemos a casa, ya vuelvo no se muevan de aquí, ni vayan a discutir por favor.

Les sonreía levantándome de la silla y llegaba al obvie..

—Buenas tardes señora ¿En que puedo ayudarla?

Vengo a pagar y cerrar la cuenta del cuarto 508 por favor, la chica tecleaba y revisaba en la computadora y..

—Disculpe señora, el señor Uchiha pago las habitaciones por adelantado así que si gusta puede dejar el hotel cuando guste, espero haya tenido unas lindas vacaciones y se la haya pasado muy bien con nosotros y no olvide que puede regresar cuando guste, solo una pregunta y disculpe la intromisión ¿Su esposo también dejará la otra habitación?

Él se va a..

—Hinata ¿Te vas?

Y al mirar a quien me llamaba..

Lo único que me faltaba, supongo era mi última tortura del viaje

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Lo único que me faltaba, supongo era mi última tortura del viaje.

[...]

Había amanecido y el sonido de las olas me relajaba, no había podido dormir bien que digamos y lo peor de todo era que tenía que regresar y enfrentar las cosas.

Mi cabeza era un caos, tenía que aclarar todo en verdad, pero si lo hacia y me quedaba solo.

Ya que si Hinata no me aceptaba, obviamente no me podía quedar con Sakura, ya que lo que sentía por ella era algo pasajero.

Tal vez la adrenalina del momento, me hizo confundir mis sentimientos, pero el sonido de unos pasos me distraía de mis pensamientos y..

—¿Así que aquí estas teme?

Una esposa de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora