Capítulo 40

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Por cierto, esto me da mucha vergüenza, no es el primero que escribo pero no eran personajes reales y ellos...bueno que da igual que me muero de vergüenza jaja

POV AMAIA

Lo siento bajar por mi cuerpo mientras deja besos por todo los lados consiguiendo que mi cuerpo entre en embullición. Siento sus manos recorrer mi cuerpo y como mi piel se eriza por donde él pasa.

Estoy empezando a sentir un calor irracional sobre todo en mi sexo, un calor que aumenta cuando siento como su boca muerde el interior de mis muslos, muy cerca de donde lo necesito.

Me apoyo en los azulejos fríos de la ducha para intentar mantenerme de pie, mientras mi mano lo guía hacia donde lo necesito, y cuando siento su lengua sobre mi clítoris, no puedo evitar soltar un fuerte gemido.

-Lo siento-digo tapándome la boca y lo veo mirarme con una sonrisa triunfante, antes de volver a pasar su lengua por mi clítoris, volviéndome loca, haciéndome subir al cielo, ya había olvidado las maravillas que podía hacer con su boca.

Me siento cada más y más húmeda mientras el chupa, muerde y se entretiene en mi sexo. Yo no puedo parar de gemir sobre mi mano y con la otra intento agarrarme como puedo a su cabeza porque cada vez siento más y más como mis piernas se convierten en gelatina. Y entonces, siento como se separa y quiero matarlo por haberlo hecho. Bajo mi mirada y lo miro a los ojos, esos ojos negros que me atraviesan y que con solo mirarlos hace que casi me corra. Y entonces siento como su mano juega con mis labios mojándolos con mi humedad, y sin previo aviso, siento como introduce dos dedos en mi interior haciéndome soltar un fuerte gemido que retumba en la ducha, veo su cara de satisfacción mientras los mueve en mi interior y yo me retuerzo de placer, y entonces siento como su boca vuelve a chupar y morder donde más lo necesito, y estoy cerca, demasiado cerca, y presionó su cabeza aún más sobre mi cuerpo mientras tiro con fuerza de su pelo. Y siento un fuerte calor recorrer mi cuerpo, y entonces siento como un fuerte orgasmo me traspasa, atrapando sus dedos en mi interior, dejando caer su nombre de mi boca.

Siento como mis piernas de gelatina me fallan y siento como sus fuertes brazos me agarran manteniéndome de pie mientras va subiendo de nuevo por mi cuerpo dejando pequeños besos en mi piel totalmente sensible creando sensaciones únicas.

Y me abrazó a él mientras me mantengo de pie, mientras me recupero del orgasmo, sin dejar de besar su cuello, sin dejar de sentir su cuerpo caliente pegado al mío, sin dejar de sentir como su erección se clava en mi estómago haciendo que un calor suba de nuevo por todo mi cuerpo.

Nos volvemos a besar sin descanso, disfrutando por fin de poder estar juntos, siento como me abraza fuerte contra su cuerpo sintiendo de nuevo esa erección contra mi estómago y quiero sentirlo dentro y maldigo por nuestra falta de previsión.

Pero sé que tengo que hacer algo para aliviar ese calor que tiene que sentir y me separo con una sonrisa mientras me muerdo el labio. Bajo mi mano por su cuerpo, poco a poco sintiendo como su piel se eriza a mi paso, y agarro con mi mano su miembro haciendo que trague saliva y me mire con los ojos más oscuros que he visto en mi vida. Me acerco a su oído mientras no puedo dejar se sonreír queriéndole provocar pero provocándome a mi misma también.

-¿Te gusta?-le pregunto al oído y siento como suelta todo el aire cuando me separo, tiene los ojos cerrados y los puños apretados y no espero más, poco a poco voy bajando hasta quedar de rodillas sobre la ducha y lo miro por última vez para ver impaciencia en sus ojos y entonces, paso mi lengua por su miembro despacio, provocándole y con mi mano lo acarició provocando que suelte gemidos descontrolados, haciendo que el calor suba por mi cuerpo.

Y empiezo a chupar, a meter su miembro en mi boca, con movimientos rápidos, haciéndole disfrutar y provocándome a mi misma un calor intenso.

La ducha se llena de sus gemidos, siento como se mueve para apoyarse en la pared de la ducha sin duda para poder mantenerse de pie y yo sigo chupando, y tocando todo lo que puedo mientras siento como poco a poco se va tensando y eso provoca que yo esté también cerca de nuevo del orgasmo. Entonces siento su mano en mi pelo, pidiéndome que siga y yo sigo, aumentando el ritmo con mi boca y con una de mis manos, mi otra mano viaja entre mis piernas ayudándome con ese calor intenso que está volviendo a crearse.

-Amaia...voy a...-deja salir de sus boca entre gemidos, pero yo no paro, yo sigo acelerando el movimiento de mi boca y de mis manos, sintiendo esa tensión tan cerca, que cuando siento como él se corre en mi boca mientras grita mi nombre, yo vuelvo a llegar al orgasmo dejándome caer sobre la ducha completamente agotada.

Nada más que se escuchan nuestras respiraciones alteradas. Cada uno intentando recuperar el ritmo normal de su corazón. Cuando le miro veo que me está mirando, una sonrisa tonta aparece en la cara de los dos. Me ofrece su mano y yo se la entrego dejándome ayudar para levantarme, pero mis pierna aún le cuestan mantenerse en pie y es él, el que nos mantiene a los dos.

-Eso ha sido increíble-dice mirándome con una sonrisa y de repente siento hasta vergüenza que hayamos echo esto aquí cuando tenemos compañeros en la habitación.

-Dios es una puta locura.

-No sabes lo loco que estaba-dice besando mi cuello-me vuelves completamente loco-dice justo antes de juntar nuestros labios en un beso tierno.

-Te quiero-digo cuando nos separamos y veo como me mira con una sonrisa amplia.

-Yo también te quiero-dice antes de dejar mil besos por mi cara sacándome una sonrisa.

Nos duchamos juntos, lavándonos el uno al otro, quitando los restos de lo que acababa de pasar.

Cuando salimos de la ducha estamos agotados, nos ayudamos el uno al otro a secarnos el pelo lo más rápido posible, y agarrados de la mano, caminamos hacia la habitación.

Nada más poner la cabeza sobre la almohada, se queda dormido. Yo me quedo un rato mirándole, disfrutando de tenerlo cerca, de poder compartir esto con él, de por fin darme cuenta de lo que de verdad me hace feliz en la vida. Acaricio con cuidado su rostro intento no despertarlo, dándome cuenta de lo que le quiero, de lo feliz que me hace, y recuerdo porque nos separamos la primera vez, el miedo por lo feliz que era, el miedo de que no fuera real del todo solo un sueño, y siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. Pero entonces lo miro y sé que está vez va a ser distinto, ahora se que es real que no es un sueño, y lo más importante ya se la pesadilla tan real que es no estar a su lado.

Así que con ese pensamiento, me pego más a él y cierro los ojos con una sonrisa pensando en los afortunada que soy de estar aquí, a su lado. 

Continuará...

Me muero de vergüencita...

El lunes más, buen fin de semana XXOO

Twitter: tamyalways

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora