Capítulo 4

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 POV AMAIA

No sé cuanto tiempo llevo aquí encerrada en el baño cuando siento como dan en la puerta, no quiero abrir porque no quiero que me vean así.

-Amaia abre, somos Ana y yo y no nos vamos a ir hasta que nos abras-dice Aitana y yo suspiro porque no me aparece nada hacerlo, aunque sabía que serían capaces de hacerlo.

Abro la puerta y las veo a las dos pasar y antes de cerrar la puerta puedo verlo dirigirse hacia la habitación y nuestras miradas se cruzan solo un instante recordándome porque estaba aquí tirada y destrozada y que a pesar de que necesitaba desahogarme, no podía hacerlo.

-¿Estas bien?

-No-digo incapaz de mentir porque para que, no iban a creerme. Y entonces suelto lo que estaba pensando.-Voy a abandonar, no puedo con esto, no puedo hacerlo.

-¿Qué dices? Vete a descansar y mañana lo verás todo de otra manera-dice Ana pero yo niego con la cabeza, estaba segura de que no quería aguantar esto más, no podía.

-Lo siento chicas pero...no puedo...no puedo seguir con esto.

-A ver Amaia, es lo que siempre has querido, lo que siempre has soñado. Ya has estado en la tele antes, llevas la música en la sangre...-dice Aitana y Ana la corta.

-Desprendes música por cada poro de la piel. Nunca antes había visto algo así. Estoy deseando cantar contigo Amaia, si no me das alguna razón de peso...no pienso dejarte salir por esa puerta tu sabrás.

-Jo Ana-digo sin poder parar de llorar, y pensando en que decirles, porque le había prometido que no diría nada, pero todo esto me estaba matando, necesitaba descargar, necesitaba decirles algo para que me entendieran-Yo...hace unos meses estuve con alguien, una persona a la que quise mucho aunque él piense que no fue así. El caso es que...tome una decisión...y le hice mucho daño...lo saque de mi vida porque pensé que era lo mejor para mi y...

-Y ahora piensas que no es así.

-Lo pensé desde el minuto uno desde que lo hice.

-¿Y por que no volviste atrás?

-No podía...tenía que aceptar mis hechos, tenia que seguir, tenia que aceptar las consecuencias...pero ahora me doy cuenta de que no puedo.

-¿Quieres salir para recuperarlo?

-No, no quiero hacerle más daño-digo sintiendo un nudo en el estómago-sé que si me ve cada día...sé que le estoy haciendo daño...no puedo hacerle más daño.

-Dios amiga, estas enamorada-dice Aitana haciendo que me de una bofetada de realidad, aunque eso ya lo sabia, lo quería, era la persona más importante y especial que me había encontrado en mi vida, eso era así y nada lo iba a cambiar, o quizás si, si estaba aquí terminaríamos haciéndonos daño y ese regalo que me dio la vida poniéndolo en mi camino se vería emborronado por esto, no quiero que nada de eso cambie y no quiero hacerle daño, tengo que irme, tengo que hacerlo.

-Puede ser...quiero quedarme con lo bueno de todo lo que me paso...no quiero que esa imagen cambie y si sigo aquí...sé que cambiara, para él ya lo ha hecho, pero yo me niego a cambiar esa imagen, me niego.

-¿Tienes miedo de que hable mal de ti fuera?-pregunta Ana preocupada y no sé como hacerle entender que no es eso, que me mata como me mira, que me mata como me ignora, que me mata tenerlo cerca y no poder ni si quiera tocarlo o dedicarle una sonrisa, no sé como explicarles lo que me mata todo esto, no sé como hacerlo sin incumplir la promesa que le hice así que solo me quedo en silencio, con mi dolor, pero con la determinación de que esto tiene que acabar antes de que esto duela más, antes de que esta experiencia emborrone esos meses juntos, los mejores meses de mi vida.

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora